Freddy, un técnico con mucho corazón

EL NUEVO DÍA
Un profesional en educación física es uno de los hombres que hoy en día tienen en alto el nombre del fútbol de salón en Ibagué: José Freddy Moyano Rodríguez, quien tiene 29 años y confiesa que su pasión siempre ha sido dirigir.

Un profesional en educación física es uno de los hombres que hoy en día tienen en alto el nombre del fútbol de salón en Ibagué: José Freddy Moyano Rodríguez, quien tiene 29 años y confiesa que su pasión siempre ha sido dirigir. 

Una personada dedicada de lleno al deporte que escogió y que que hoy en día es su trabajo, define al técnico del equipo de microfutbol profesional femenino 'Pijaos Tolima' y de la selección masculina y femenina que estará en los Juegos Nacionales, José Freddy Moyano Rodríguez, uno de los entrenadores con mayor reconocimiento en la región.  

Confiesa que desde muy pequeño sintió mucho gusto por el fútbol, tanto así que duró más de 14 años practicándolo, pero siempre llevaba en él un espíritu para dirigir, por eso ahora su faceta es la de técnico.

Pero durante esa época de su vida, no le tocó fácil: Freddy, un ibaguereño con ganas de salir adelante, cada ocho días tenía que trasladarse a Flandes, donde se efectuaba los entrenamientos, ya que la mayoría de los del equipo eran de ese municipio. 

Recuerda que se veía en la obligación de llevar su cuadernos de estudio para poder cumplir con ambas pasiones: entrenaba los viernes y regresaba a su casa los domingos en la noche. 

Su pensamiento de ganador de los torneos de fútbol de salón ha ido en escala. Empezó con participación de torneos escolares, luego en las categorías júnior y, ahora, en las ligas, que lo ha llevado a obtener el reconocimiento que tiene, no solo en Ibagué, sino en el país. 

“En este oficio, es necesario empezar con lo primero, por eso fui jugador, luego preparador físico y asistente y después me dieron la oportunidad como técnico, profesión que desempeño hace cuatro años como oficial de la Liga de Fútbol de Salón del Tolima”, asegura. 

Lo más difícil 

Dentro de lo que deben tener sus jugadores, Freddy destaca que le gusta mucho apoyar a los de las zonas rurales y de los municipios, pero comenta que en muchas ocasiones sus muchachos no tienen dinero para el transporte y viajar cada ocho días a muchos les es complicado. 

“He tenido que sacar de mi bolsillo para que puedan llegar a los entrenamientos, porque la verdad es un poco complicado ser técnico. Al deportista sí hace falta más apoyo y para nadie es un secreto que la motivación también es la parte económica”, dice. 

En los caminos de Dios 

Para este joven ibaguereño no es solo la buena capacidad física o la disciplina: hubo un momento de su vida en que no todo iba en el camino que era, entonces empezó a asistir a una iglesia cristiana: en ese momento, confiesa, su vida cambió. 

“Pienso que sin la ayuda de Él no vería los resultados que he obtenido con los equipos, han sido gracias a Él. Tengo una frase en mi oficina: 'Con Dios todo es posible'; eso mis jugadores lo tienen muy presente”, comenta. 
“Siempre que tenemos un partido o empezamos a entrenar hacemos una oración”.


Dato. 

Freddy es soltero y tiene dos hijos: uno de 12 años y otro de tres.


Preguntas:

Un gol a la vida... 

Poder estar reunido con mi hijo, ya que hace muchos años que no lo veo y estar con mi familia y mi hijo. 

¿Que le gustaría dirigir?

Me gustaría poder establecerme emocionalmente y tener una familia. Mi prioridad, además de mis hijos es su trabajo, y poder seguir estudiando para cosechar más triunfos.

Credito
CLAUDIA RESTREPO- REDACCIÓN EL NUEVO DÍA

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