La mala hora de la gestión cultural de Ibagué

Como ciudad intermedia, la capital de Tolima es una población que no recibe mucha atención de los grandes medios nacionales.

Con todo, el hecho de que no figure no significa que acá no estén pasando cosas; la atroz gestión cultural de la que es sujeto es un claro ejemplo de algo que merece ser contado.

Es que desde hace ya dos años las cosas en este campo han venido mal, demasiado mal. Pero aquí viene la primera aclaración: las cosas nunca han estado del todo bien; culturalmente, no recuerdo ningún aporte o avance en gestión significativo a excepción de la inauguración del Museo de Arte del Tolima en 2003.  


Ahora bien, alguien podría mencionar los múltiples festivales musicales que se han mantenido en la ciudad (el Festival Folclórico, el Festival del Bunde y el Festival Nacional de Música Colombiana) y que hasta contamos con la maravilla de un día dedicado exclusivamente al tamal. Sin embargo, surge la pregunta por la escala de estos eventos y el apoyo que reciben de la Secretaría de Cultura de la ciudad y la Gobernación. Hace pocos días, el director del Festival Folclórico, Félix García, reveló que la Dirección de Cultura del Tolima no había presupuestado ningún tipo de ayuda económica para el evento de este año (no es una exageración son realmente cero pesos). A lo que Ángel María Gómez, secretario de Hacienda del departamento, supo responder: “El Festival sí va a tener aporte de la Gobernación, lo que pasa es que no va a tener la misma proporción que tuvo en los años anteriores ni va a poseer la pretensión que tenía en mente la Junta Directiva”. Sorprende el tono de las declaraciones: como no se dejó pautado el aporte para este año, el Secretario creerá que le debemos agradecer los 100 millones de pesos que se sacaron de la Fábrica de Licores y la Lotería del Tolima. Si en 2011 fueron 150 millones, por lo menos este año no son cero.


La corona de una mala gestión
No solo es falta de presupuesto (nadie desconoce la grave situación fiscal por la que atraviesa el Departamento), sino también de una distribución adecuada de ese dinero, de ser innovadores, creativos, pero sobre todo es un tema de liderazgo: de designar para estos cargos de promoción cultural a personas con la suficiente experiencia y reconocimiento.

En ese orden de ideas, es de extrañar que el nuevo alcalde, Luis H. Rodríguez, haya ratificado a Ángela Viviana Gómez como secretaria de Cultura, Turismo y Comercio, quien desde su nombramiento en el cargo, hace más de dos años, viene recibiendo críticas por su mala administración. Gestores culturales como Yolanda Jaramillo (presidenta de la Academia de Historia del Tolima), Luz Alba Beltrán (hasta hace poco directora del Conservatorio) y 22 corporaciones culturales junto con la Personería municipal, algunos concejales y medios de comunicación de la ciudad han manifestado sus preocupaciones de forma reiterada.


Puntualmente, la labor de esta exreina se cuestiona por la falta de agilidad en la reapertura de la Escuela de Formación Artística y Cultural (Efac). Si la Secretaría de Educación entregó hace bastante tiempo los documentos de resolución de funcionamiento de la Escuela, ¿por qué no se abren sus puertas?, o, peor aun, ¿por qué una entidad que está cerrada hace más de dos años ha demandado 140 millones de pesos en nómina, tal y como fuera revelado por la concejala Linda Perdomo en noviembre del año pasado?


A raíz de las acusaciones, la Red Tolimense de Cultura pidió en enero pasado a la Personería Municipal que se abriera una investigación en contra de la funcionaria (pedido que fue aceptado por las innumerables quejas que ha recibido el ente por clientelismo, abuso del presupuesto mediante la tercerización de la contratación, designación errónea de los recursos de la estampilla Procultura, entre otras). Pero el desfile de arbitrariedades no acaba ahí, otra área en la que se raja la gestión de Gómez es el apoyo al teatro: los aportes económicos de 2011 no superaron los 15 millones de pesos.


Parece entonces que el título Señorita Mala Gestión Cultural se lo llevaría ella, pero tiene sus contendientes, el principal quizás sea la propia Secretaría de Educación y Cultura del Tolima, que no tiene planes de cultura para ninguno de los municipios y a cuya cabeza ha sido nombrado un administrador de obras civiles. La Gobernación también ha recibido críticas por parte la ex directora del    Conservatorio, Luz Alba Beltrán, quien dijo al periódico EL NUEVO DÍA que en 2011 no recibió tres mil 500 millones de pesos por parte de la administración del entonces gobernador Óscar Barreto.


Cabe mencionar también que ni la Secretaría de Cultura, Turismo y Comercio de Ibagué, ni la Secretaría de Educación y Cultura del Tolima cuentan con información mínima en sus páginas de Internet; no es posible encontrar en ninguna de ellas los planes, programas y proyectos vigentes (ni siquiera los del año pasado). De hecho, en la página de esta segunda entidad sale textualmente: “La Secretaría de Educación y Cultura del Departamento del Tolima viene ejecutando los siguientes planes, programas y proyectos. Para ver hacer click aquí”, y cuando uno efectivamente da click el computador solo devuelve “Página no encontrada”.


Puede parecer nimio, pero es de vital importancia que en cualquier tipo de gestión pública la información sea transparente y de fácil acceso. Una ciudad como Medellín, sin irnos hasta los presupuestos, cuenta, en la página web de su Secretaría de Cultura Ciudadana, con una enorme cantidad de información no solo sobre sus políticas y proyectos, sino también sobre convocatorias, becas y eventos puntuales.


Si los pueblos tienen los gobernantes que se merecen… Entonces los ibaguereños tendríamos la gestión cultural que nos merecemos también. Una ciudad como Ibagué es lo bastante grande como para contar con públicos conocedores y atentos a lo que sucede en esta materia. El hecho de que no haya una librería en la ciudad (que se consigan libros en papelerías, en el Éxito o se puedan comprar libros usados en las casetas del centro, no quiere decir lo mismo) ya está diciendo mucho de nosotros.


Así que se trata también de que exijamos un apoyo mayor de la Alcaldía o la Gobernación a eventos como el Festival Internacional de Hip-Hop, Ibagué Ciudad Rock, el Encuentro Nacional de Poesía y Narrativa Ibagué en Flor y el Festival de Cine de Provincia, pero también de que los apoyemos como público y demandemos una política cultural clara y difundida en la que además de eventos se estimule la cultura y la creación artística desde todos los ángulos.


(*) Estudiante de octavo semestre de Comunicación Social y
Periodismo de la Universidad Javeriana

Credito
FELIPE VILLADA RUIZ (*) Especial para EL NUEVO DÍA

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