Baile y sabor para romper esquemas

CAMILO YEPES - EL NUEVO DÍA
Con la práctica de la salsa, a partir de la experiencia de incansables bailarines del género, menores de edad de la Capital Musical se convierten en mejores personas.

Con tan solo seis años de edad, Luisa Fernanda Bernal es consciente de que a pesar de las caídas hay que seguir bailando, pues “no pasa nada”, por eso sigue ensayando complejos pasos y piruetas de salsa con sus amigos.

Tanto ella, como las decenas de niños de entre cuatro y 17 años que integran la escuela de baile local Rompiendo Esquemas, dejan ese testimonio de cómo se pueden aprovechar el tiempo libre y alejar los vicios y las malas costumbres.


“Bailar es fácil y divertido”, dice Lucía Ávila, de ocho años de edad, quien hace seis meses asiste a la escuela. Le gusta compartir con sus amigos y aconseja que “en vez de estar en la calle utilicen el tiempo y no cojan 'la gaminería'”.


Todo justificado
Y es que bailando salsa desde la infancia es posible romper los esquemas de la desigualdad social y buscar, de esta manera, un futuro más promisorio, lejos de los malos hábitos y con nuevos horizontes a partir del talento.

Esta es la premisa con que funciona hace algo más de siete meses, en el barrio Los Mártires, la escuela de baile Rompiendo Esquemas, con niños de entre cuatro y 17 años de edad de barrios como Uribe Uribe, Los Mártires y El Refugio.


Su director es Diego Alexánder Riaño, reconocido bailarín y gestor de este arte en la Capital Musical, quien menciona que conformó un grupo de bailarines profesionales para unir talentos en este modesto centro de enseñanza.


“Somos profesionales que quisimos expandir la cultura de la salsa a la comunidad infantil”, explica, y añade que a pesar de ese objetivo inicial también se brinda clases para los adultos, todo ello buscando patrocinios.


“Estamos por ahora con las uñas buscando recursos para los uniformes, trajes y pasajes”, sostiene, y agradece, no obstante, el apoyo del Presidente de la Junta del barrio, por el préstamo del centro cultural para sus ensayos.


Por ahora, esa búsqueda de recursos consiste, según indica, en actos sociales, “para que ellos se den a conocer y tengan un incentivo económico, y para que vean que por medio del baile se puede lograr el éxito”.


CIFRA
40 menores de edad, aproximadamente, conforman la escuela.

DATO
La escuela trabaja espectáculos profesionales de bailes como tango, milonga, salsa, bachata, cha cha chá, boogalo, mambo, pachanga, bolero y bailes internacionales como hip hop, danza árabe, samba, rockn’roll y ballet.

Credito
HERNÁN CAMILO YEPES VÁSQUEZ

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