Letras para acompañar el encierro

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
Libros de diversidad de temas acompañan desde hace dos meses a los internos de la Cárcel de Picaleña, gracias a una importante donación colectiva de 14 mil ejemplares.

Fugarse un poco pero a la creatividad, el sueño, la esperanza y un mundo mejor son los objetivos que cumplen los más de 22 mil libros con que desde hace dos meses cuenta el complejo carcelario de Ibagué, Coiba.

“Estamos muy agradecidos por estos grandes esfuerzos. Los libros crean un estímulo y nos brindan más intelectualidad y cultura entre nosotros”, dice John Edison Orozco, un interno y bibliotecario, quien presenció la llegada de unos 14 mil ejemplares en el acto protocolario en noviembre pasado.

El esfuerzo del que habla Orozco se traduce en una generosa donación que hicieron RCN y la Defensoría del Pueblo, junto con el Ministerio de Cultura y el Inpec, con el que se beneficia a más de cinco mil 200 reclusos.

Y es que las bibliotecas, cuenta, siempre han existido desde el inicio del centro reclusorio, pero ahora, con esta obra de grande corazón, es notable la nueva cara del recinto y su inevitable reactivación cultural.

En su mayoría, los intereses de los reclusos están enfocados en la novela, como la de Gabriel García Márquez y Paulo Coelho, aunque también tienen a su orden cientos de enciclopedias, libros, periódicos y revistas.

Más opciones

Imelda López, directora de la cárcel, indica que con esta adquisición se refuerza la llegada de la cultura y el conocimiento a los cinco bloques que cuentan con su respectiva biblioteca, cuyo manejo es por parte de los mism-os internos.

“Entonces esperamos que todos tengan la posibilidad de leerlos e intercambiarlos de acuerdo con sus intereses de lectura (…). Esto favorece la cultura, el conocimiento y la creatividad, ya que ello no siempre se adquiere tan fácil”, explica.

Y añade que esto sirve para ratificar que “siempre se trabaja en beneficio de ellos. Un libro siempre será una compañía y a veces puede llegar a ser oportuno ante cualquier situación crítica.

“La Defensoría del Pueblo también donó algunos libros. Por eso, todo lo que llegue aquí será bienvenido para ellos. El propósito es que los libros no se queden allí encerrados y les brinden esparcimiento y cultura”, puntualizó la directiva.

Los internos son los mismos bibliotecarios, escogidos por mérito y calificación por la junta evaluadora de trabajo y estudio, como descuento de pena. Para ello, se tuvo una inducción impartida por Comfenalco.

Credito
ANTONIO GUZMÁN OLIVEROS HERNÁN CAMILO YEPES VÁSQUEZ

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