A segunda instancia ante el Consejo de Estado irá el rector del Conservatorio del Tolima, Néstor Guarín Ramírez, para apelar la nulidad en su elección fallada el 4 de marzo en primera instancia por el Tribunal Administrativo del Tolima.

Según indicó el directivo de la institución musical, será él mismo quien asuma “directa y personalmente” esta defensa, en una fecha que se acordará con su abogado Julio César Montañez, quien está a cargo del caso.

“Si se ratifica la nulidad, todos los ciudadanos debemos ser respetuosos de la Ley, los fallos judiciales y el Estado de Derecho y, por ende, habrá que convocar a nuevas elecciones desde el Consejo Directivo”, explicó.

Y agregó que en cambio, si el resultado es positivo, “este es un nombramiento que ya tengo y que se ha hecho con transparencia y de buena fe, así que seguiremos en ejercicio de las funciones plenas para las que fui nombrado”.

Sobre los dos miembros del Consejo con periodo vencido al momento de su elección como Rector, Guarín admitió esto como una “debilidad de tipo jurídico y administrativo, pues llevan mucho tiempo en el Consejo y hacen parte de esa historia de la institución.

Y dejó claro que como medida para mitigar dicha fal­la “hay que entrar a cumplir plenamente con todos los estatutos y se va a hacer la renovación de los representantes y se dará la convocatoria correspondiente”.

Por último, indicó que el apoyo de la Gobernación a la institución ha sido irrestricto y que se está viendo reflejado en apoyo a las matrículas, así como en proyectos para obras de infraestructura, implementación de docentes de planta, así como ciencia y tecnología y el programa Tolima Vive Digital.

El fallo

En un documento sustentado en 18 páginas, el Tribunal declaró el 4 de marzo nulidad en la elección de Guarín Ramírez como rector del Conservatorio del Tolima, que había efectuado el pasado 28 de septiembre el Consejo Directivo de la institución.

Parte demandante

La acción, interpuesta por José Vicente González Villar, representante de los estudiantes ante dicho estamento, se basa en que dos de los miembros del mismo tendrían vencidos sus periodos al momento de hacer la elección.

Ellos son Alberto Londoño Arango (representante de exrectores de universidad) y Jaime Corredor Arjona (por los gremios económicos), quienes desde agosto de 1995 y diciembre de 1993, en su orden, integran el cuerpo directivo.

En la pretensión, González Villar sostuvo que el “Consejo Superior incurrió en múltiples anomalías como el no tener un procedimiento claro de la escogencia de candidatos (para la terna, conformada por Néstor Guarín, Germán Céspedes y Lourdes Regina Díaz”.

Y reseñó que los mencionados miembros habían pasado su periodo de dos años para el que estaban nombrados y no ha existido designación de nuevos, por el que “son votos que no se pueden tener en cuenta dentro de la sesión del Consejo Directivo”.

Parte demandada

Entre los apartes por destacar de la respuesta a la acción está el quórum en la elección, pues “si dos de los miembros estaban impedidos, de todas formas había quórum para decidir (…) Frente a siete de ellos no existía cuestionamiento respecto a su calidad.

Si bien es cierto Londoño Arango y Corredor Arjona votaron por Guarín Ramírez -según cita el texto-, “seis (sic) de los miembros también lo hicieron y tres no lo hicieron, de manera que dichas intervenciones no fueron determinantes para su elección.

“Si bien se estipula para los miembros un periodo de dos años, también se indica en los estatutos del Conservatorio que las elecciones serán reglamentadas por el Consejo, circunstancia que aún no ha ocurrido, por lo que los consejeros aún no son reemplazados, debiendo continuar”, se explica.

Y advierte que “aún cuando Corredor y Londoño fueron designados en diciembre de 1993 y agosto de 1995, los estatutos del Conservatorio fueron expedidos en 2005, así que no puede aplicárseles un periodo que para la fecha de su elección no estaba vigente.

“Y puso de presente que Guarín Ramírez se presentó a una convocatoria pública, en la que acreditó requisitos académicos y de experiencia, al igual que los demás participantes, en tanto creía que se trataba de un proceso ajustado a la normatividad vigente”, continúa.

Se reseña también que “resulta de mala fe que quien hoy funge como demandante tuviera conocimiento de la presunta irregularidad, toda vez que hace parte del Consejo Directivo como representante de los estudiantes, y aún así consistió la anormalidad durante todo el trámite de la selección”.

Por lo pronto, y según puntualizó ayer Guarín Ramírez a EL NUEVO DÍA, “siendo respetuosos de la ley, este es un primer fallo. Vamos a recurrir al derecho de la segunda instancia y a esperar que el Consejo de Estado cambie la decisión que tomó el Tribunal”.

Néstor Guarín dijo que su relación con la representación estudiantil está “llamémosle calmada, pues muchas de las angustias de los estudiantes se han venido solucionando poco a poco en el plan de trabajo de la institución”.