¿Se acaba El Salmón?

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
La revista semestral El Salmón llegaría mañana a su fin, después de 13 años de trabajo por la divulgación cultural, política y ambiental de forma independiente desde la Universidad del Tolima.

Esta decisión surgió de la considerable reducción del presupuesto que venía destinando la institución para su apoyo, según José Rubio, uno de los integrantes del colectivo que gestó la publicación.

Lo anterior, porque los tres millones de pesos con que apoya la Vicerrectoría de Desarrollo Humano no serían suficientes para el proceso de elaboración y distribución.

“Hace dos años se vienen presentando problemas de financiación con la Dirección, por eso no hemos podido cumplir en algunos aspectos y nos hemos visto afectados en la publicación”, agrega.

Y señala que para el acto simbólico de “inmolación” de la revista se ha invitado al rector, José Herman Muñoz, para mostrar la situación y pedirle que se establezca una política equitativa de publicaciones universitarias.

“Consideramos que debe existir una política más allá de lo personal, y que haya un fortalecimiento de las actividades culturales”, indica.

Con esta citación se pretende cerrar un ciclo de derechos de petición, afirma Rubio, en que se ha recibido como respuesta que la Universidad se basa en los premios Camilo Alberto Zuluaga y establece un máximo de apoyo a publicaciones.

“Hemos buscado muchas estrategias, de hecho el año pasado nos apoyó el Centro Cultural, y el movimiento ambiental, y la Alcaldía también lo intentó”, añade.

Y puntualiza que “mañana queremos sentar un precedente y acabar una publicación por falta de una política pública o por desgaste a un colectivo como el nuestro”.

Respuesta administrativa

El vicerrector de Desarrollo Humano de la Universidad, Libardo Vargas Celemín, asegura que es lamentable el hecho de acabar una revista con la trayectoria que ya ha cumplido El Salmón.

“Porque están cumpliendo con una función social que es permitir a los estudiantes tener una visión distinta y publicar sus artículos”, expone.

Y agrega que “la Vicerrectoría tiene un bajo presupuesto y solo ha podido ofrecerles tres millones de pesos, mas no los dos millones 600 mil restantes, pero no los quisieron aceptar”.

El profesional sostiene, además, que su despacho apoya otras publicaciones como Sin Pretextos, y que ante las dificultades económicas es “un esfuerzo de que también busquen otras alternativas de financiación.

Vargas Celemín apunta, además, que no obstante la vicerrectoría que él dirige y el Centro Cultural han estado atentos a colaborar en la logística de los actos de lanzamiento de cada edición.

“Espero que realmente no se llegue al cierre (...). No es la Vicerrectoría la que pretende censurar y El Salmón no recibe opresión de las directivas. Ellos deben entender que con un presupuesto tan reducido nos queda muy difícil”, puntualiza.

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