Aunque para la comunidad musical de Ibagué pareció insólito que en el Cuarto Concurso Nacional de Guitarra el primero de los tres lugares fuera declarado desierto, esta medida, según el jurado, es una reflexión para que los intérpretes mejoren su calidad hacia el futuro.

Así lo manifestó el guitarrista argentino Carlos Eugenio Santi, integrante del grupo calificador, quien aclaró que esta decisión, tomada el miércoles en la tarde, estaba contemplada en las bases iniciales de participación.

“El jurado podía dejar desierto el premio si no existía un competidor que reuniera el perfil de lo que se estaba buscando. Hubo una votación y la mayoría lo decidió”, indicó el intérprete.

No obstante, consideró que los cuatro calificadores vieron “gente muy talentosa”, aunque tal vez circunstancias del mismo concurso influyeron en que los participantes no dejaran plena conformidad entre ellos.

“Esto se hace con un fin pedagógico, para que los participantes se queden pensando; es una etapa de reflexión musical, que cuando sigan sus estudios tengan una especie de llamado de atención para que mejoren y en otra competencia puedan dar lo mejor que tienen”, agregó.

Y explicó que dicha reflexión consiste en que “hay que trabajar en consonancia con algunos criterios importantes como la elección del repertorio y las técnicas de estudio”; por otra parte, felicitó al Conservatorio del Tolima, que está “haciendo un esfuerzo increíble con este espacio provechoso para la cultura de la región”.

Cabe recordar que de los nueve concursantes, los tres finalistas fueron Andrés Acosta (Bogotá, segundo lugar), Cristian Cardozo (Cali, tercero) y Luis Ruiz (Ipiales, 'cuarto', mención de honor).

El maestro caleño Clemente Díaz lleno de majestuosos suites y estudios la Sala Alberto Castilla la noche del miércoles.

Grupos juveniles como el Trío Tolima entregaron muestras de gran versatilidad en el empleo de la guitarra.