En menos de un año son dos los galardones que obtiene el escritor tolimense Nelson Romero Guzmán: esta vez se trata del Premio Nacional de Poesía, concedido por el Ministerio de Cultura dentro de su Convocatoria de Estímulos 2015.

‘Música lenta’ es el artífice de dicho triunfo, con el que se corrobora, a juicio del mismo autor, que la poesía ha estado presente en toda su vida, aunque la asumió de manera consciente cuando tenía 17 años, todavía en su etapa escolar.

Cómo lo ganó

El trabajo por el que el escritor nacido en Ataco obtuvo este galardón se caracterizó por ser “muy original, que mezcla diversas texturas literarias y plásticas”, se advierte en la consideración del jurado calificador, integrado por los poetas Juan Gustavo Cobo Borda, Horacio Benavides Zúñiga y Álvaro Rodríguez Torres.

La compilación ‘Música lenta’ “juega también con su propia escritura en ironías y paradojas, propias de un escritor formado”: este es otro de los conceptos de la terna de expertos, en el que se destaca la “terribilidad” de dos de sus poemas -Puerta 1 y Puerta 2-, que contienen “imágenes de gran poder capaces de cauterizar y redimir como toda gran poesía”.

Cobo Borda elogió el libro ‘Música lenta’ por contener poemas que tratan tópicos que con frecuencia no son abordados en la poesía.

“Hay unos muy hermosos que dan visión lejana a los viejos trenes que cruzaban la geografía del país, y que poseen variaciones muy originales en los que el autor nos introduce en esos trenes, para observar personajes, sonidos y paisajes que poco a poco se van volviendo como fantasmas o sueños de infancia, haciendo así un recorrido sobre algo que ya no existe”.

Entre 15 finalistas fue escogida esta obra, cuyo autor recibe 60 millones de pesos, en medio de una convocatoria que, de acuerdo con el Ministerio, busca “reconocer la excelencia de la creación literaria del país”.

Otra mirada de ‘Música lenta’

En el blog El Rinoceronte Ilustrado, se destaca la obra en mención como portadora de la belleza que ha caracterizado la trayectoria general de Romero Guzmán.

“¿En dónde radica la delicada belleza de su poesía? Solo quien ama al otro con tanta intensidad puede producir una poesía de la altura que logra. Solo un humanista como este tiene la sensibilidad poética que se alcanza en ‘Música lenta’”, señala.

Y agrega que “el poeta se erige y triunfa sobre su propio miedo; el miedo es a veces capaz de crear las más sublimes obras de arte. Romero escribe para domeñar (someter) al monstruo que se come sus escritos”.

Es el segundo del año

Finalizando enero llegó a las manos del tolimense el Premio Internacional Casa de las Américas, entregado en La Habana (Cuba), por su antología ‘Bajo el brillo de la Luna’, en el que la poesía teje su propuesta estética a partir de la obra pictórica del noruego Edvard Munch.

En esa ocasión, en la edición 56 de dicho galardón, habían participado 650 obras, provenientes de 24 países, en un concurso en el que también fueron evaluados ensayos y novelas.

Puerta 2

Detrás de esa puerta
hay unos geranios
nevándose,
hay un hombre
al que le llueven
lágrimas de los testículos,
está amarrado a otro hombre
de espaldas.

Así empezó todo este
desorden,
este nudo imposible de soltar.
Nadie ha podido abrir esta
puerta.

Los dos hombres amarrados
en el patio
son los juguetes olvidados
de la infancia de Dios.

“No escribo en función de los premios, lo hago como consecuencia de un impulso, de una necesidad vital. Pero también es cierto que los premios son una opción de impulsar los libros. Es una forma de superar la indiferencia de las editoriales que hay en el país frente a la poesía”, explicó el tolimense al Ministerio.

Acierto, manejo, y coherencia estética del lenguaje, unidad temática en el libro, originalidad de la obra, búsqueda de nuevas formas de expresión y tratamiento del idioma, y trayectoria del oficio que reflejara el texto fueron los criterios.