Fue la oportunidad perfecta para demostrar que las masas corales del Conservatorio del Tolima siguen cautivando y así se logró, ante una Sala Alberto Castilla colmada de espectadores, quienes se deleitaron con el resultado de un arduo proceso de más de dos meses.

Y fue un proceso dividido en dos partes: el primero, con el director bogotano, con la Orquesta Sinfónica de la institución de educación superior, y el segundo, con los coros Institucional y Conjuntos, orientado por la maestra Diana Carolina Montaña.

En un primer momento del concierto, la Orquesta deslumbró con la interpretación de ‘Die meistersinger von Nürnberg’, de Richard Wagner, y ‘Rapsodie espagnole’, de Maurice Ravel.

Preparación coral

Los protagonistas de aquella ocasión fueron las 54 voces, lideradas por la soprano Lidy Vanessa Torres, las contraltos Xiomara Devia y Rosario Jaime, el tenor Fernando Méndez y los bajos Camilo López y Carlos Durán.

El resultado no podía ser diferente: la manera de fluir de los seis movimientos que integraban la primera obra, de casi 23 minutos, se constituía, más que en orden habitual de una eucaristía, en un tributo a esa virtud de unión que confiere la música.

Así se hizo sentir también en el Salmo de Frank, que entonado en francés dio un aspecto diferente a aquella noche musical, en un canto de alabanza, que hacía gala de cómo los distintos instrumentos pueden rendir homenaje al Todopoderoso.

Así, sin ser una presentación del cumpleaños de la ciudad, Coro y Orquesta cautivaron como siempre.