Si bien su apellido no tiene el gran reconocimiento popular como el de otros artistas en el siglo XX, para la crítica especializada, fue el primer gran pintor moderno que tuvo Colombia.

De ahí que el proyecto de Davivienda de homenajearlo a través de un libro, intensión pensada desde hace cinco años, la misma debió posponerse debido a la dificultad de encontrar el material suficiente e idóneo.

“No dejó herederos, y si bien su archivo personal lo donó a la Universidad de Los Andes, su obra, en su gran mayoría, está en manos de coleccionistas privados, algunos en Colombia, pero buena parte en Estados Unidos y Europa, por lo que la búsqueda fue intensa”, dijo Carolina Zuluaga, encargada editorial.

Por sexta ocasión consecutiva la responsabilidad del libro fue de Ediciones Gamma, para lograr la calidad en un formato de lujo elaborado en España.

“Decidimos hacerlo en España al encontrar allí el lugar que nos permitiera la mejor calidad en las impresiones en un papel de lujo y mostrar de la mejor manera las acuarelas de los años 30 que el maestro trajo de Europa, hasta sus últimas obras abstractas de mediados de los 60”, añadió.

Una forma de conocer la vida y el arte de Wiedemann, quien llegó a finales de los años 30 huyendo de la guerra, para encontrar un paraíso exuberante en formas, colores y texturas que imprimió en su arte.