Cantar a la vida: un objetivo cumplido a cabalidad

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Desde la premiación de los concursos hasta la fiesta que armó Checo Acosta, fueron solo grandes momentos con los que no pudo la lluvia.

Ocho horas de integración de ritmos marcaron el cierre del Festival Nacional de la Música Colombiana 2017, esto reflejado en la selección de invitados dispuestos a alegrar a los asistentes.

Inició la gala la Banda de la Sexta Brigada, y dio paso a la premiación de los ganadores, de ahí que actuaran en la tarima, primero, los grupos de Espinal y Natagaima ganadores del 8o. Concurso Departamental de Interpretación Cantalicio Rojas.

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Acto seguido, subieron a la tarima los finalistas y la ganadora del 20o. Concurso Nacional de Composición Leonor Buenaventura, para recibir su premio y mostrar su trabajo, en medio de la incertidumbre por la amenaza de lluvia que caracterizó el primer segmento del día.

Continuó en el escenario el dueto huilense Diapasión, ganador del Concurso Nacional Príncipes de la Canción 2016, para despedir dicho título con un corto repertorio de Jorge Villamil Cordovez en las voces de Marla Hernández y Héctor Iván Zambrano, y el tiple de Harol Pobre.

La primera mitad del cierre concluyó con la Coral Ciudad Musical, el insigne grupo dirigido por el maestro Nixon Peña, que dedicó su serenata especial a la Capital Musical y al Festival.

Esta unión magistral de ritmos y culturas se extendió hasta las 11:30 de la noche, con la complacencia de cerca de mil 500 asistentes en la concha acústica Garzón y Collazos.

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Dolor de patria y esperanza

Uno de los momentos más emotivos fue la presentación de ‘Vida’, guabina - torbellino con que la antioqueña María Victoria Romero gana por segunda vez el Concurso Leonor Buenaventura, después de ‘Manantial de amor’ en la versión 2014.

“Cuando tuve el conocimiento de esa frase (‘Un canto por la vida’), para mí fue una oportunidad para hacer nuevamente una invitación. Siempre en mis canciones, en todas, hay un común denominador, que a toda circunstancia, así sea triste, le busco el lado del mensaje”, narró.

Y añadió: “He tenido un dolor de patria inmenso, porque he visto, a raíz de todas las situaciones, como un río de odio entre muchas personas, y quiero que eso se borre. Este canto por la vida es una invitación a abrazarnos, a perdonar, a tener esperanza y a sentir que la vida es el mejor regalo y la tenemos que cuidar”.

Dijo haber sido atrevida al interpretar ella su obra, “pues habiendo tantos intérpretes tan buenos en este país, pararse uno a cantar es una responsabilidad muy grande”; sin embargo, fue excelente, al lado de los maestros Jairo Rincón y William Posada.

Nicoyembe, con su trabajo sobre los ritmos de las costas colombianas; Checo Acosta, cantando a dúo con su padre, Alci, ‘Mi querido cascarrabias’ y luego prendiendo la fiesta, así como Yolanda Rayo y su muy agradable presentación con el dueto Nocturnal, caracterizaron la segunda parte del cierre del Festival.

Frase

"Queremos dar un agradecimiento especial a la Fundación, y al Festival, por toda la aten-ción que tuvieron este año con nosotros como Príncipes de la Canción", Héctor Zambrano (Diapasión).

Credito
HERNÁN CAMILO YEPES VÁSQUEZ

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