Recorriendo los pasos de Hitler en Colombia

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Entrevista con Abel Basti, periodista e investigador argentino que ha dedicado los últimos 20 años en encontrar las pruebas de la presencia de Adolf Hitler en América Latina, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Son seis libros, pero tiene ya listo el material para dos más, los que ha escrito Abel Basti sobre lo que Adolfo Hitler y su presencia en América Latina, tras el fin de la Segunda Guerra.

Un tema polémico, del cual pocos alemanes y descendientes de alemanes de Suramérica les gusta hablar, pero que en los últimos años ha cobrado mayor relevancia para saber si en realidad Adolfo Hitler, el máximo líder Nazi, se suicidó en su búnker en Berlín o murió mucho tiempo después, en algún lugar de América Latina.

Dos razones hicieron que Basti dejara su natal Bariloche, en la Patagonia, Argentina, y visitara Colombia. Por un lado, participar en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, pero, además, con la firme intención de seguirle los pasos al ‘Führer’, quien estuvo por la Capital del país y parte de Boyacá en tiempos en que el mundo lo creía muerto.

Por eso, antes de volver a Bariloche, pasó un derecho de petición, con el fin de tener acceso a la información que los organismos de seguridad tengan sobre la permanencia de Hitler en Colombia.

Nazis en Colombia

- ¿Había una comunidad Nazi en Colombia?

Hay un cuadro de situaciones que hacen que pensemos que efectivamente había una comunidad Nazi en Colombia, y luego conociendo los lugares empiezas a encontrar una serie de elementos que son para analizar, como acceso del ferrocarril o que existiera en los años cincuenta una pista de aterrizaje en Paipa, mucho antes que en otras ciudades más grandes del país.

Son cuadros que se van armando y que los fuimos armando en la Patagonia, donde se presentaban hechos y elementos similares. En estos días hablé con una señora que me dijo que le había comprado a un alemán y la casa no tenía ventanas. Ahora debo seguir reconstruyendo esa historia. Elementos sobre un homenaje que se le rindió a Hitler en Paipa.

- ¿El Gobierno Colombiano sabía?

Rojas Pinilla había ido a Alemania antes de la guerra para la compra de armas y así inició su relación con los nazis. Hitler siempre que visita un país se repiten los elementos. Está en Argentina bajo el gobierno de Perón, quien era un militar pro nazi. Cuando va a Paraguay lo mismo, y Rojas Pinilla sigue esta característica.

En Argentina y Paraguay se sabe que los gobiernos no solo sabían de la presencia de Hitler allí, también lo apoyaban, incluso con custodia del Estado, y posiblemente eso también sucedió en otros países que visitó, como Colombia.

- ¿La información cómo la encontró?

Hoy podemos ver en los archivos desclasificados como cuentan dónde está, qué está haciendo, lo que ocurre en Colombia, donde un documento de la CIA dice que estuvo en Tunja reuniéndose con un nazi de Maracaibo, en un hotel llamado Residencias Coloniales y que la comunidad de Tunja tenía muchos nazis que saludaban al Führer con el saludo nazi característico. Están los documentos e incluso una fotografía sobre esa visita.

- ¿Conoció testigos de esa visita a Colombia?

Conocí una señora en Bogotá, que supera los 90 años de edad, que dice haberlo conocido cuando ella trabajaba en unos laboratorios que él visitaba, que se hacía llamar Don Miguel, y todos sabían en ese laboratorio que él era Hitler.

- ¿Cómo fue el encuentro con esta historia en Tunja?

Cuando fui y pregunté, me decían ‘eso yo ya lo sabía’, lo cual no deja de sorprenderme. Me decían sobre la reunión, que hablaba un poco de español. Allí también encontré una persona que me decía que él solía visitar algunas fincas y del mencionado homenaje en Paipa.

En todo esto solo faltaría que el Gobierno de Colombia libere, como lo estoy pidiendo, la documentación que debe tener sobre esta presencia de Hitler.

SECRETO A VOCES

- ¿Incluso la CIA lo sabía? 

Tenemos los documentos desclasificados de la CIA, donde se habla de todos los movimientos de Hitler por América Latina. Quienes no sabían era la gente en general.

- ¿No se presentó una persecución contra Hitler como si la vivieron otros nazis que escaparon de Alemania tras la guerra? 

Nosotros debemos separar la historia oficial de la historia verdadera. La historia oficial no dicta que se suicidó, es que se escapó. Yo revisé las bibliotecas y los despachos de prensa de todos los bandos en el año 1945, encontrando que el 90% de la información de la época dicta que Hitler escapó, no se suicidó.

Era una información pública a la cual podían tener acceso tantos los soviéticos como los Aliados, quienes incluso en 1952 dicen que no existe prueba alguna que Hitler se suicidara.

- ¿Y la teoría del suicidio? 

Aparece después, con el testimonio de un solo soldado nazi. Si esta persona estaba de acuerdo con Hitler para simular su suicidio, esa teoría cae. Otra cosa, en Alemania, al terminar la guerra y con su Estado no nazi, no lo declaran muerto porque no existe prueba de su fallecimiento, hasta diez años después que se decreta su muerte.

Además, no existe acusación alguna, ni denuncia, no tienen proceso en su contra, por lo que no es un fugitivo.

- ¿Difícil tratar e investigar este tema? 

Es un tema difícil de tratar. El lugar donde la gente se siente más libre de hablar es en Paraguay, donde la gente es capaz de decirte incluso en qué bar solía estar, con muchos testimonios, son muy abiertos.

En Argentina depende, hay personas que han hablado y se sacaron la carga de encima y otros quieren que sea un secreto a muerte. De hecho, conocí a un nazi que participó en todo el proceso de huida y recepción a Argentina, que podía hablar por teléfono pero no personal por su familia.

- ¿Por qué el recorrido de Hitler por América Latina?

Vive en un constante cambio de lugar por cuestiones de seguridad, pero además, tenía encuentros, reuniones como camaradas y personas de Gobierno de distintos países. Viajes como un político de hoy.

- ¿Cuántos años Abel ha estado detrás de Hitler? 

Hasta hace 20 años yo no le dedicaba tiempo ni a Hitler ni a los nazis. Yo era un periodista en Bariloche y se presenta el caso de un hombre capitán de la Gestapo, que es reclamado por Italia, que en la región donde vivo era un personaje social y cuando piden la extradición por crímenes de guerra fue un verdadero escándalo en Argentina. Yo estaba con él cuando irrumpió la policía federal para detenerlo en su casa.

Desde ahí y en su detención por diez meses en Bariloche, el principal tema era este caso, por lo que todos los días debía escribir algo del caso, pero cuando no había más del caso, empezamos a investigar sobre este tipo de personajes en Argentina.

- ¿Cómo fue ese inicio de búsqueda? 

Me encontré con información no oficial, encontrándonos con las historias de los submarinos alemanes en la Patagonia, el desembarco, los documentos, con nazis que llegaron pero que oficialmente habían muerto en Alemania y finalmente el nombre de Hitler.

- ¿Cuáles de sus libros están editados en Colombia? 

En Colombia se han publicado tres, ‘El exilio de Hitler’, es la forma como escapa y los detalles de las evidencias de su no muert e, con toda la parte pública y en ese entonces secreta de los servicios de inteligencia.

‘Tras los pasos de Hitler’, hago mención y doy detalles del paso del Führer por Tunja, con sus documentos, y en el próximo seguramente vendrá con toda la información que he logrado tener en Colombia.

También toda la información de personas que estuvieron con él después de la guerra y la documentación existente sobre Hitler en el exilio.

Y ‘Los secretos de Hitler’, es una reconstrucción histórica de todas las tramas que existieron que hacen pensar que Hitler y los nazis tenían acuerdos con los sectores que aparecían como enemigos, como los aliados, lo que le permite escapar con inmunidad absoluta, por eso no es perseguido.

- ¿Cómo pagó todo eso? 

Lo hizo con transferencia a occidente de tecnología de punta, científicos, expertos en guerra química y bacteriológica, junto con los desarrollos tecnológicos.

- ¿Y cómo era en realidad el estado de salud de Hitler? 

Los servicios alemanes trabajaron en un plan de escape, cambiando los estados de salud, como las fichas odontológicas. También cambiaron todos los aspectos de salud, a tal punto que se dijo que Hitler solo tenía un testículo y era estéril, con lo cual se les protegió a los hijos.

También se presenta como si estuviera al borde de la locura y con graves problemas de salud, que no podía sobrevivir más tiempo y extremadamente envejecido.

Lo curioso es que se encuentran fotos donde un día él está en perfectas condiciones de salud y, la fotos de los siguientes días, es de un hombre acabado, que ha envejecido 20 años de la noche a la mañana, y todo esto es porque tenía un doble. 

Credito
COLPRENSA

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