“Que me eligieran para cantar en la dejación de armas fue como ganar un Grammy”

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
En diálogo con Colprensa, el cantautor César López habló de su carrera, que lo llevó a ser el elegido para cantar en la ceremonia de dejación de armas de las Farc. Cuenta cómo fue esa experiencia y su reciente nominación al premio internacional por la Paz en Alemania.

En el último mes, el cantautor bogotano Cesar López tuvo la oportunidad de vivir algo que muchos de los centenares de reconocidos artistas colombianos hubiesen querido vivir. El artista de 42 años fue el elegido para cantar en la ceremonia de la entrega final de armas de la guerrilla de las Farc en Mesetas (Meta) el pasado 27 de junio, un hito para el país.

Si bien el nombre del cantante capitalino no es el más repetido y popular dentro de las emisoras nacionales, no cabe duda que debido a su carrera musical López era el artista idóneo para llevar la música a tan importante evento.

Su obra se ha caracterizado por mantener una lucha pacífica en pro de sensibilizar al país y al mundo sobre los horrores de la guerra. Su pasión y talento le han permitido tocar los corazones de comunidades alrededor del planeta que han estado inmersas de una manera u otra en el conflicto, escuchando sus historias, dialogando con ellos y escribiendo canciones para darle voz a quienes no la han tenido.

A raíz de su carrera musical, basada en el activismo social y el fuerte mensaje de sus canciones, se ha hecho acreedor de la distinción de las Naciones Unidas como mensajero de la no violencia y emisario de conciencia de Amnistía Internacional.

Además, recientemente fue nominado por la Fundación Alemana Schwelle al Premio Internacional por la Paz por sus contribuciones en esa causa gracias a tres de sus proyectos insignia, el ‘Batallón Artístico de Reacción Inmediata’, el Banco de Instrumentos Musicales y el proyecto 24-0.

En diálogo con Colprensa, el cantautor César López habló de su carrera que lo llevó a ser el elegido para cantar en la ceremonia de dejación de armas de las Farc, cómo fue esa experiencia y su reciente nominación al premio internacional por la Paz en Alemania.

¿Podría contarnos un poco más de su carrera musical, desde cuándo decidió inclinarse por el activismo social a través de la música?

En los últimos días me acuesto a reconstruir toda mi carrera musical y pensar por qué terminé yo en los últimos eventos que han sucedido, por qué me nominaron al premio por la paz, por qué termino cantando en la dejación de armas. Entonces yo pensaba cuando en el año 2002 creamos el ‘Batallón Artístico de Reacción Inmediata’, el cual era un grupo que reaccionaba a bombas y atentados llegando con una brigada artística. Pensaba en el año 98 cuando estaba yendo a cárceles, clínicas psiquiátricas y visitaba pandillas.

Entonces voy cumpliendo como 20 años de estar haciendo esa pesquisa, de estar buscando respuestas del papel del arte en la sociedad y tratar de entender cuál es ese lugar en el que yo por mis condiciones, por lo que hago, por lo que toco, debo estar. Entonces recopilaba y pensaba en esos 20 años de mucho trabajo social, de muchas visitas, de recorrer el país creando mis ideas a partir de ese diálogo con la comunidad, poder estar por ejemplo en Mesetas con los exinsurgentes viendo televisión en la noche, viviendo como ellos entienden la traducción de la realidad es una de las muchas experiencias que me ha permitido armar el camino de mi carrera artística, no basándome únicamente en mis perspectivas personales, sino con las versiones de ese mundo real que he caminado.

¿Por qué decide inclinar su carrera musical por el lado social en lugar del comercial, sabiendo que esto conlleva a un estilo de vida muy distinto al que acostumbran los artistas?

Eso comenzó con la muerte de mi papá, ese realmente fue un hecho que a mí me sacudió mucho el sentido de la vida. Si bien no fue una muerte violenta, fue una muerte que nos sorprendió a todos, a raíz de eso empiezo a hacerme preguntas como, por ejemplo, ¿la música para qué sirve? Yo ya tenía una carrera relativamente buena con Poligamia en el 94, sin embargo yo pensaba que algo no me daba todo el sentido y en mi búsqueda de respuestas empiezo a meterme en clínicas, hospitales, hogares geriátricos y comienzo a descubrir otros mundos completamente distintos para la música.

En un principio yo pensaba que lo mío era una pequeña disidencia de lo que era el mundo, que de la música digamos yo era el gesto rebelde. En la actualidad entiendo perfectamente lo contrario, la carrera musical comercial, hacer una canción, llevarla a la radio, tener una disquera y hacer una gira es una de las pequeñas expresiones que el mundo de la música tiene para ofrecerle al universo. El espacio más grande y más importante de la música empieza por la docencia, a partir de construir sonidos, de reconstruir la memoria, acercar partes polarizadas. Entonces el universo de la música es muy versátil y así lo llegué a entender ahora.

Su disco anterior tiene un nombre muy peculiar, ‘canciones para después de una guerra’. Cuando lo escribió y lo publicó en el año 2016, ¿se imaginó que ese nombre sería tan preciso para la actualidad que vive el país?

Ese nombre es un aprendizaje del disco anterior, que tenía canciones con nombres como ‘toda bala es perdida’ o ‘Helicóptero’, las cuales son de mucha denuncia. Entonces yo en mi manera de entender las cosas paso de esa canción denuncia, del que se quejaba y denunciaba en su letra, al que propone, al que sueña y se imagina un mundo completamente distinto. Ahí me di cuenta que ese mensaje que quería transmitir en ese álbum era mucho más útil para el mundo de hoy. Cuando empiezo a crear ‘canciones para después de una guerra’, incluso en pleno proceso de paz y viendo todas esas dificultades que atravesó, yo siempre pensaba en esa utopía, en esa meta que se veía, que era la paz. Hoy estamos cada vez más cerca y viéndola.

Es la primera vez que usted como compositor tiene la oportunidad de escribir en un país relativamente en paz. ¿Esta situación hará que cambie el mensaje en sus canciones?

De repente todas las canciones cuando las canto ahora, pensando en este temprano ejercicio posconflicto que tenemos, empiezan a cambiar de sentido. Una canción como ‘los helicópteros’, que habla de cómo los jóvenes tienen que ir en estos vehículos a pelear guerras y todo lo que esto conlleva, tiene un significado distinto hoy a cuando la escribí.

¿Qué nos puede contar de su presentación del día de la dejación de armas de las Farc? ¿Qué ambiente se vivía? ¿Cómo fue?

Nosotros llegamos dos días antes a Mesetas, yo venía construyendo una canción en el bus, una que tenía pensado estrenar en la ceremonia. Cuando yo llegué iba siempre con mi guitarra colgada y a pesar que caía un aguacero tremendo yo no la soltaba. Cuando llegamos mi sorpresa es que me recibe inmediatamente ‘Timochenko’, me da la mano, me da la bienvenida y conversamos un poco sobre la importancia de estar ahí con la música. A partir de ese momento ya empiezo a terminar las frases que me faltaban de la canción que titulé ‘Fin’ y que hace parte del nuevo álbum. Esa canción empieza diciendo “un día volveré, te lo prometo madre, un día volveré’ y cuando la canto, tratando de terminar la composición, un chico se me acerca y me dice que así es exactamente como se sentía, y hablando con jóvenes así fue que completé la canción, bajo la lluvia, con mosquitos, compartiendo un sancocho con ellos. Ya la noche previa a la presentación, mi canción estaba casi lista y me senté con el grupo de muchachos de las Farc a mostrárselas y al terminar lloramos todos en un gesto muy emocional.

Lo que me parece fundamental de esa canción es que está empapada de las emociones frescas que se vivían en ese momento y se pudieron dar a conocer en la ceremonia. Ya después de la presentación, me devuelvo hacia Bogotá en una flota con mi escopetarra en la maleta y con la satisfacción del deber cumplido, que habíamos hecho historia.

¿Tuvo la posibilidad de compartir con ellos tras su presentación? ¿Les dijo algo? ¿Ellos le dijeron algo?

Había mucha emoción, un chico me alcanzó a decir que estaba muy emocionado incluso algo confundido, pues ya no tenía esa necesidad de seguir una disciplina militar, y hablamos de las posibilidades que tenía ahora, de soñar, de plantearse nuevas metas. Eso me habla de unos seres humanos en un proceso que necesitan mucha compañía y esas sensaciones me impulsan a seguir por el camino que voy.

¿Cómo se entera de que es el elegido para cantar en tan importante evento y por qué cree que lo eligen a usted?

Fue algo muy importante para mí, porque para estos eventos tan vistosos generalmente buscan más que el mensaje es el artista de moda, el que ayude a que el evento sea más vistoso y tome aún más relevancia. Cuando yo recibo la llamada de alguien que está haciendo el enlace entre las Farc y la Presidencia, me cuentan que estaban en el trabajo conjunto de armar la agenda de la dejación y me dicen que soy el elegido para la presentación y que no puede ser otra persona. Para mí eso fue bastante especial porque yo sé que nunca me voy a ganar un Grammy o un premio así (risas), pero que me eligieran para ese evento por todo mi trabajo es lo equivalente a un galardón así.

Saber que ambas partes consideren y crean que yo era el que debía estar ahí y saber que yo me gané ese espacio a pulso, con un trabajo honesto y basado en los encuentros con la gente, es algo invaluable. Yo nunca he hecho esto por dinero, aunque vivo de tocar, nunca fue el móvil principal de mi carrera. Pudieron haber llamado a Juanes o a Carlos Vives, pero apostaron por mí. Además, cantar una canción que en ese momento todavía no existía significa que mi mensaje es fuerte y está llegando a donde quiero.

¿Qué nos puede adelantar del nuevo álbum en el que está trabajando y que será lanzado en 2018?

Es un disco que reúne la presencia de una cantidad de artistas líderes de todo el mundo. Así como en el 2010 presenté un proyecto con varias canciones con colaboraciones de artistas como Fonseca, Andrea Echeverri, Andrés Cepeda y Jorge Villamizar, este tiene sonidos de los países de las personas que me acompañan en este proyecto cantando sobre temas distintos que no tocábamos antes por estar enfocados en ese conflicto.

 

Preguntas y respuestas

¿Qué nos puede contar de la nominación al premio internacional por la paz en Alemania?

 La fundación que entrega este premio hace permanentes búsquedas de experiencias de trabajo social alrededor del planeta, entonces premian a organizaciones, gente que hace trabajo comunitario y los liderazgos visibles, esa última categoría fue en la que me nominaron debido a los tres proyectos que ya le mencioné. Según me dijeron, ya venían comentando sobre esos proyectos que dan para que me elijan, primero en los 64 finalistas y posteriormente quedar en el grupo de 10 finalistas.

Lo que me impresiona es que este reconocimiento llegue de afuera, pues me parece difícil de creer que desde tan lejos reconozcan la labor de un pelado del barrio Teusaquillo de Bogotá que salió con su guitarra de pueblo en pueblo a cantar y tocar.

Credito
COLPRENSA

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