“ El teatro es mi gran pasión por encima del cine”

National Geographic - Dusan Martincek  - el nuevo día
Entrevista con el actor español Antonio Banderas quien es el protagonista de la segunda temporada de Genius, la serie de Nat Geo que en esta ocasión es dedicada al pintor Pablo Picasso.

De niño, cada vez que Antonio Banderas pasaba por la Plaza de la Merced en su natal Málaga, su madre siempre le recordaba que en una de esas casas había nacido Pablo Picasso, sin darle mayores explicaciones. Esto le generó siempre muchas preguntas, quién era ese señor tan venerado en esta población a orillas del Mediterráneo español, lo cual, sólo entendió cuando se dio la noticia del fallecimiento del pintor en el sur de Francia a sus 91 años de edad.

En casi cuarenta años de carrera artística Banderas ha hecho prácticamente de todo, desde ser un asesino, un vampiro hasta un gato con botas, en un recorrido que siente que lo ha preparado para uno de sus máximos retos, encarnar a uno de los más grandes artistas del siglo XX, el también malagueño Pablo Picasso, en la segunda temporada de Genius, la serie de Nat Geo que estrenará el próximo 26 de abril.

Un ambicioso proyecto al cual Antonio se entregó en cuerpo y alma, buscando que no se le restara protagonismo a Málaga, ciudad en la cual Picasso nació y pasó sus primeros diez años de vida y donde se realizó la presentación de esta serie de diez capítulos.

Una tarea nada sencilla, pues debió interpretar a un personaje desde la edad de 40 años hasta su fallecimiento a los 91 años, por lo que aún mantiene varias de las características de Picasso, en su etapa final, pues hace sólo algunos días culminaron las grabaciones en Budapest.

Entre lienzos y pinceles

-¿Cuál fue la premisa a la hora de abordar un personaje como Pablo Picasso?

Tratamos de no establecer juicios desde el principio. La idea, era contar con toda la información necesaria y que sea el público quien juzgue, no nosotros, aunque efectivamente era un hombre que le gustaba vivir muy fuerte, entre varias relaciones sentimentales, porque él se nutría de su propia vida.

-Siempre entre relaciones fuertes y polémicas...

Era como un planeta con su propia órbita que solía atraer muchos satélites que quedaban enganchados a él. Muchas de las personas que entraron en relación con él no podían salir de dicha relación pese al fin de la misma.

-Incansable en el quehacer artístico...

El talento cuenta, pero para llevarlo al éxito hay mucho sacrificio y es necesario aprenderlo a temprana edad, en cualquier campo de la vida. Todo está en la terquedad, en el empeño y en el amor que le pongas a las cosas. A Picasso se le puede criticar por muchas cosas, pero nunca paró de pintar, por eso se dice que su obra supera los 50 mil ejemplares, que pese a su volumen jamás se devaluó.

-¿Difícil salir de Picasso como personaje?

Han pasado pocos días desde que terminamos la serie, por lo que no me he quitado a Picasso ni del cuerpo ni de la mente. Ha sido un trabajo exhaustivo desde la recopilación de datos y luego el rodaje, por lo que voy a necesitar un tiempo para salir de Picasso.

Te da tranquilidad saber que estás en un trabajo con muchas garantías al venir de National Geographic, que siempre hace trabajos con mucha seriedad y de una investigación increíble, por lo que el acercamiento al personaje real sería único.

-¿Difícil el rodaje?

Fue duro por muchos motivos, porque hemos rodado a una alta velocidad, en muchos lugares, pero además, mi personaje, la etapa que me tocó, fue del 1927 a 1973, por lo que el maquillaje fue exigente, al entrar en maquillaje a las dos de la mañana con cinco horas de trabajo en él, y luego hacer doce horas de rodaje, aprendiendo a usarlo.

Realmente siento que me convertí en un lienzo en blanco en el cual podíamos pintar a Picasso de alguna manera.

-¿Qué fue lo más difícil al interpretarlo?

Lo que más me costó al interpretarlo fue el propio amor que yo le tengo a Picasso, porque descubres aspectos oscuros de su personalidad que en cierto punto te resistes a abordarlo, pero siempre busqué que lo que estábamos contando fuera tal cual era, con sus blancos y grises. Lo importante siempre es no hacer un juicio moral de mi personaje.

-¿Qué encontró de nuevo en la vida de Picasso?

Es algo que se sabía pero que no deja de sorprender, y es que como artista, jamás dejó de ser curioso, porque hizo retratos hasta solo horas antes de morir. Esa sinceridad que expresa en su obra se convirtió en un arma de doble filo en su vida cotidiana, porque fue un niño eterno y se resistió siempre a eliminarlo, porque no siente la responsabilidad de ser mayor nunca, al volverse famoso pronto, ser rico pronto, así que sigue siendo ese niño, con lo bueno y lo malo que esto puede ser.

-¿Con qué se queda de Pablo Picasso?

Con lo que me quedo de entrar tanto en la vida de Picasso es con su dimensión artística, con su sinceridad extrema, su innovación continua, no sentirse contento nunca lo cual lo lleva a reinventarse día a día.

Esa gran capacidad se convierte en su desgracia. Esa maleta de gran creador le acarrea las grandezas y miserias de un ser humano, siendo un sol que alumbra mucho pero que a la vez puede quemar.

En su tierra

-¿Fue usted quien insistió en rodar parte de la serie en Málaga?

No quería que Málaga fuera la niña tonta en la vida de Picasso. Es un personaje que tiene muchos amores pero si hay algo objetivo es que nació en esta ciudad, y yo como soy un poco niño, vivo mucho Málaga desde el recuerdo … es clave porque él pasó sus primeros diez años de vida aquí y eso es inolvidable.

Eso lo vi en mi padre antes de morir, quien tuvo alzheimer, y los recuerdos importantes estaban situados al principio de su vida, cuando no me reconocía a mí, pero sí recordaba la caída en bicicleta que tuvo cuando tenía siete años. Esto le ocurría a Pablo Picasso al final de sus tiempos, quien se la pasa recordando a Málaga.

-¿Qué cree que le faltó hacer a Picasso?

… cuando muere Franco en 1975 y se produce el regreso a España de muchos exiliados..., la verdad me da coraje pensar que el dictador muriera años después de la muerte de Picasso. Me hubiera encantado su regreso dándose un paseo por Málaga y recibiendo el aplauso de su pueblo.

Existen muchos malos entendidos sobre comisiones de Málaga que iban a su finca en el Sur de Francia y que no los recibía, pero es que no recibía a nadie, estaba atrapado por su vejez, con una mujer resguardado incluso de sus propios hijos.

Estaba contra la dictadura, no aguantaba a Franco y le tocó aguantar a los nazis en Francia, quería que su obra volviera a España con la caída del dictador, porque vivía España escuchando paso dobles y asistiendo a toros.

-¿Picasso llega en el momento justo en la carrera de Antonio Banderas?

Rechacé en algunos momentos el hacer de Picasso en otros proyectos. Era otra etapa de mi vida en la que no sentía que era el momento. Llegó en el momento que tenía que llegar, pero estoy muy cerca de haber terminado el proyecto, así que no puedo ser objetivo.

-Picasso decía que el arte era lo más importante de su vida...

No soy capaz de pensar que el arte sea lo más importante de la vida como lo decía Picasso, pero luego me contradigo.

En el discurso en los Premios Goya le pedí perdón a mi hija, porque siempre digo que lo más importante son mis hijos pero me la paso rodando todo el día, y si eso hace que no dure mucho no importa porque hago lo que me da la gana, porque lo que más temo es llegar a vivir muerto.

Credito
COLPRENSA

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