Entre viajes, estudios, bolas y pistas: así vive Juan Francisco Gómez, el bolichero ibaguereño que recientemente se graduó en Mercadeo y Negocios Internacionales en Estados Unidos y en agosto viajará a dicho país para empezar una maestría.

El joven deportista, que inició la práctica del bolo desde hace 12 años, es campeón Panamericano juvenil, deportista del año en el 2009, campeón nacional en cuatro oportunidades, medallista en los Juegos Bolivarianos y medallista en el Torneo de Las Américas. Su vocación surgió en una ocasión cuando fue a jugar al Club Campestre con su mamá y su hermana, donde no les fue muy bien, lo cual lo motivó a prepararse, por lo que hoy es considerado una de las glorias del deporte tolimense.

Gómez recordó que al principio no obtuvo buenos resultados, llegando a ocupar el último lugar en un torneo, pero con perseverancia y esfuerzo a los tres años de estar practicándolo empezó a ver los frutos.

Por su talento y entrega Juan Francisco ha representado a Colombia en cerca de ocho países  y ha participado de distintos torneos locales que lo han hecho merecedor de más de 30 preseas.

El bolichero de 21 años en “Antes de ...” afirmó que escuchar música en Colombia, rumbear y salir a comer son sus pasatiempos. Igualmente, refirió que desde la distancia ha valorado aún más su familia, a la que considera que es su prioridad. Confesó además que en la ciudad y en el país falta cultura ciudadana y un mayor apoyo a la juventud, porque ha sido la cenicienta de los últimos  gobiernos.

Pregunta y respuesta
¿Ha hecho moñona y semipleno?
Sí, moñona cuando decidí irme a estudiar a los Estados Unidos, porque me abrió las puertas en todos los sentidos; semipleno cuando al principio quería estudiar Economía, pero terminé graduándome de Negocios Internacionales.

¿Ha pisado la línea de falta?, ¿por qué?
Muchas veces, soy superdespistado; llegaba a la universidad y se me quedaban las presentaciones o los trabajos, por desmemoriado.

¿Cuándo anotó un cero en el marcador?
Cuando me tiré una materia en la carrera, por andar viajando en torneos y no ir a clase, se llamaba ética de la administración; tuve muchos torneos y no fui como tres semanas seguidas y ahí quedó la materia.

¿Cuál ha sido su mejor línea?
Mi mejor línea ha sido graduarme en dos carreras y en Estados Unidos.

¿Y la peor?
No tanto como la peor, pero lo más duro ha sido como estar lejos de la familia. También cuando llegué a Estados Unidos no entendía nada (risas), me hablaban mis compañeros del equipo y no tenía ese conocimiento del inglés, pero ya han pasado cuatro años  y medio. No quise estudiar inglés en Colombia, aunque mi familia me insistió y no lo hice, y allá llegué y me tocó.

¿En qué momento ha utilizado bolas de remate?
En muchas situaciones, cuando me veo quedado en la vida, con las amigas, con el estudio, cuando me veo como atrasado y necesito moverme.
 
¿Y las bolas reactivas?
En los momentos en que he tenido que mantenerme; cuando estuve gordo, me tocó rápidamente bajarle a la parte física y a la comida.

¿Se ha resbalado?
Sí, en la vida muchas veces.

¿De qué retiraría la mirada?
De las personas envidiosas, que nos les gusta que uno gane; en el deporte se ve mucho.

¿De cuáles no la retiraría?
De mi país; como estoy en el extranjero, siempre mantengo pendiente de lo que pasa.

¿Que cambiaría de su vida?
Haber estudiado, pero en un lugar donde tuviera mi familia cerca, porque son muchas las cosas que he tenido que dejar, como los amigos.