Antony ‘Silva’ claro en su casa y en el arco tolimense

FOTOS JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
El arquero del Deportes Tolima, aunque dice sentirse muy satisfecho de esta ciudad y del calor de la gente, extraña muchísimo su tierra.

Antony Silva no necesita de un cuidador para su casa, el ya 'contrató' al más bondadoso y querido de todos los santos: el Divino Niño, su guía y árbitro espiritual.

El paraguayo de melena larga, que salta vestido de negro o azul a los gramados de los campos deportivos del país, no sólo está por labrar su propio pedestal en el corazón de la afición Pijao, sino que espera convertirse en el mejor padre, en ocho meses, cuando su hogar sea iluminado por un nuevo miembro de la familia.

Silva, el número 12 del Deportes Tolima, abrió su casa a Antes de... sin ninguna prevención y con la amabilidad y sencillez, propia de todos los Piscis, dejando en firme que para él estar bajo los tres palos es su más grande pasión, sólo comparable por el sentimiento que lo une a su esposa, la bella Daiana Cubilla Lee.

Este arquero amante del rock, la milanesa con puré de papa y tímido para las fotografías, argumentó que aún no tiene claro qué será de su vida cuando tenga que retirarse de las canchas. Ahora piensa que será “cara duro” para trabajar por 10 años más, y continuar así el legado de su padre.
  

Tapar, una labor de 'machos'

Antony Silva, quien debutó en el fútbol a los 15 años de edad, aspira que su paso por el Deportes Tolima le deje unos aficionados que lo reconozcan como persona, no solamente como el jugador encargado de ahogar los gritos de gol de los equipos contrarios.

Su posición en el equipo es de las más ingratas de todas, si tapa goles es ídolo, todos lo aman, pero si no logra detener el balón, termina siendo el peor de la cancha e “insultado”.

“Es un puesto ingrato, pero hoy estoy disfrutando con mi familia un gran momento de vida por el Tolima, y eso es lo que uno tiene que recordar”, explicó.

A la vez que señaló que a los 18 años un error casi acaba con su carrera, afortunadamente el esfuerzo, el compromiso y la disciplina le ayudaron a recuperar la confianza perdida.

Silva cree que si bien en cada partido siente que el corazón se va a salir, la experiencia, la calma y la concentración se convierten en su mejor arma ante cada pelota, así como para afrontar las múltiples críticas a las que se puede exponer.
    

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

¿Cuál ha sido su mejor saque?
“Éste, el estar pasando el mejor momento de mi vida, preparándome para ser padre”.

¿Cómo cuida su arco?
“Con mucha seriedad, siempre pensando hacer las cosas lo más sencillo posible, sin complicarse, esto es algo vital en la vida misma y en el campo deportivo”.

El principal objetivo del arquero es evitar goles ¿le han metido alguno fuera de la cancha?
“Muchas veces, el último fue el año pasado antes de venir aquí, pero creo que dado el momento que estoy viviendo no me conviene hablarlo”.

¿Cómo aseguró el corazón de una segunda princesa de la belleza paraguaya?
“La verdad a través de la amistad y la confianza. Nos conocimos hace mucho tiempo y como novios duramos ocho años, ahora disfrutamos del matrimonio, llevamos tres meses”.


¿Cuándo salió bien librado de un error?
“He cometido varios errores en distintas etapas de la vida, pero por suerte no fueron tan importantes como para arrepentirse. Ejemplo de ello, ocurrió a los 22 años tuve un contrato grande para quedarme en Inglaterra y no lo acepté y hoy lo estoy capitalizando con el momento del Tolima”.


En términos deportivos, ¿cómo se define a sí mismo?
“Bien parado en mi trabajo, que intenta equivocarse lo menos posible. Mi matrimonio lo veo como un partido aparte, que trae un pensamiento distinto en el que el diálogo ayuda bastante”.


¿Cuándo le sacaron tarjeta roja?
“En el fútbol mi primera y última tarjeta roja la tuve a los 16 años en una categoría inferior; con ella (esposa) no tengo tarjetas rojas hace bastante tiempo, porque he sabido hacer bien las cosas” (risas).

¿Tuvo novias ‘pata bravas’?
“No. Mi esposa tiene su carácter, pero es parte de su personalidad y lo sabemos llevar”.


¿Cuál es su táctica de defensa?
“Decir la verdad y ser transparente es la mejor defensa fuera del terreno de juego, y en el campo deportivo trabajando y defendiendo”.


¿Le han metido un autogol?
“No. Mis amistades se han portado de la mejor manera cuando he tenido momentos difíciles, y ni que decirlo de mi familia. Por suerte la gente que me rodea no me defrauda, es leal”.


¿Cuál es su mejor atajada?
“Haber tomado las decisiones correctas cuando parecía no haber una sola salida, por ejemplo, en la crisis económica que afectó mi país, en la que mis padres enfrentaron problemas con su negocio, y hoy día esto ayudó para que la familia se fortaleciera. En el campo deportivo la mejor fue haber venido a Colombia, me hizo muy bien y estoy agradecido con Dios por ello”.


¿Cuándo ha salido en falso?
“No lo recuerdo, la verdad trato de llevar una vida ordenada, cometer los menos errores posibles”.

¿De qué se arrepiente?
“De nada, porque todas las decisiones que tomé me tienen satisfecho”.

¿Cuál es su mayor fortaleza en el juego de la vida?
“Que nunca bajo los brazos. En esta carrera siempre hay envidias, rencor y la fortaleza anímica que uno tiene juega un papel muy importante. Me ha ayudado mucho ser una persona voluntariosa, que pelea por lo que cree y haciendo valer mis ideales”.

¿Y su debilidad?
“No me he estudiado y tampoco deseo saberlo”.

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