Hidratarse es una necesidad

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Los alimentos contribuyen un 20 por ciento en la ingesta total de agua, mientras que las bebidas representan el 80 restante.

Tener una buena hidratación no es cuento, sino una necesidad en todo momento, sobre todo durante el ejercicio y días calurosos.

Durante el invierno, las actividades físicas suelen consumir mucha energía y el uso de ropa pesada puede causar una pérdida significativa de líquidos a través de la transpiración. Así mismo, al llegar los días soleados y calurosos es normal que se haga más actividad física y se permanezca más tiempo bajo el Sol, por lo que es esencial hidratarse correctamente.


En información suministrada a esta redacción, Richard Marine, especialista en nutrición clínica y medicina deportiva de República Dominicana, indica que las principales funciones del agua corporal es regular la temperatura, fundamental durante la actividad física y cuando ocurren cambios de temperatura en el ambiente.  


Es, por lo anterior, que señala que hidratarse es una prioridad al hacer actividad física y se debe tomar líquido antes, durante y después de hacer ejercicio. La deshidratación puede generar un impacto negativo en el rendimiento durante el ejercicio aérobico, especialmente en un clima caluroso, y puede disminuir potencialmente el rendimiento mental y cognitivo, entre otras cosas.


Bebidas y alimentos que hidratan
Según Marine, sobre los alimentos que son fuente de líquido, se debe tomar en cuenta que las personas se hidratan al tomar cualquier tipo de bebida y al comer alimentos que contienen agua de manera natural o agregada durante su preparación.

El requerimiento de agua corporal depende del peso corporal de la persona y varía en diferentes etapas del ciclo de vida. Sin embargo, recientemente se ha establecido pautas generales para una ingesta adecuada (IA) del agua total proveniente de bebidas y alimentos.


Por ejemplo, el experto manifiesta que en condiciones normales ambientales y nivel de actividad, la ingesta adecuada para individuos sanos de 19 años o más es de 3.7 litros para hombres y 2.7 litros para mujeres, para niños de seis años en adelante es de 1.5 litros, de la que la mayoría debe ser obtenida de los alimentos.


En el caso de los bebés, la lactancia proporciona los líquidos necesarios para el infante. Para los adultos mayores, se recomienda ingerir dos litros por día, haciendo hincapié en ofrecerles alguna bebida, ya que la percepción de la sed se pierde a partir de los 60 años.


El líquido consumido, independientemente de la forma, es absorbido por el tracto gastrointestinal y fisiológicamente actúa igual. Por lo tanto, no es la fuente de agua, sino la cantidad de agua que contiene un alimento o una bebida.


Una persona se puede hidratar con agua, refrescos naturales, leche, café gaseosas o jugos. “Entre el 85 y el 97 por ciento del contenido de una bebida carbonatada es agua, los demás componentes significan una parte menor de su contenido”, argumenta.


Además, los alimentos contienen agua en diferentes cantidades. Algunos como la lechuga, el apio, el melón y la mayor parte de las frutas poseen alrededor de 80 a 90 por ciento del preciado líquido; las carnes y mariscos, alrededor de 60 a 70 por ciento, e incluso el pan, que integra 36 por ciento de agua en su contenido.

Credito
EL NUEVO DÍA

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