Hay que buscar el verdadero arrepentimiento

« °°° El Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios, decía: Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: Convertíos y creed en el Evangelio. Marcos 1,12-15

Cuenta la Sagrada Escritura que después que Israel fue liberado de la esclavitud de Egipto, antes de entrar en la tierra prometida, peregrinó cuarenta años en el desierto, Dios caminaba con ellos, y manifestaba su presencia; de día en la columna de nube, y de noche en una columna de fuego. El período del desierto fue el tiempo del noviazgo de Dios con su pueblo; pero también el tiempo de la rebelión y de las murmuraciones del pueblo contra Dios. La solución era buscar el verdadero arrepentimiento de todo lo que había sucedido y comenzar a buscar la fuente de Dios (Deuteronomio 8, 2-3) (Salmo 95) es necesario pues, entrar en la presencia de Dios con un corazón puro.

Para nosotros que vivimos en este nuevo siglo donde se impone la informática, la tecnología, la vida agitada, el estrés, el dolor es cambiado por una medicina alternativa, la inconformidad de muchos hombres y mujeres con su propio cuerpo, lo traducen en estética y belleza etc. Qué será lo que le está pasando a esta humanidad, será que se olvidaron de Dios? Los principios, los valores, lo ético, desaparecieron en este mundo “fascinante” de la globalización. El llamado de Dios es todo lo contrario, la vida no es tan fácil y placentera como pretende hacerla ver la modernidad. Hay que abandonar la situación de pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios. Cuida tu salud: Cuando perdonas olvidas, cuando olvidas te sanas.

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