La celebración del Día Internacional de la Mujer produjo sinnúmero de reflexiones hacia la importancia de este género en la sociedad; pero uno de los más importantes radica en la búsqueda de una vida digna y con buena salud.

Una de las más fuertes se genera en torno de la cobertura en atención médica en clínicas y hospitales en el país. Según la doctora Amparo Hernández, este factor es una de esas verdades a medias que abunda entre las mujeres, en especial entre las de estratos bajos.

“Pese a los avances importantes en materia sanitaria, existen todavía problemas que significan una enorme carga de enfermedad y de muerte que no deberían existir y se dicen unas cosas que no son precisamente ciertas”, indicó.

Por ello consideró pertinente que las mujeres destruyan, de una vez por todas, los mitos que se esconden en algunas enfermedades, como las cardiovasculares, que, según aclaró en su conferencia, son la primera causa de mortalidad femenina en Colombia.

Otra afección es el cáncer de seno, que ha venido atacando a mujeres de menor edad que en años anteriores, “es alarmante que va en aumento, y es la segunda causa de muerte; tiene que ver con causas como el no detectarse a tiempo”.

Cuestión de géneros
Para la doctora Hernández, cabeza de familia, quien ha dedicado la mayoría de su profesión al estudio de equidad de género en la salud, no se debe hablar de diferencias proporcionales entre el hombre y la mujer en cuanto a una enfermedad.
“Si estuviéramos en una perspectiva de masculinidad, muchos hombres vivirían esa circunstancia, hay verdades y mentiras también sobre su salud. Lo complicado es que la posición de las mujeres en la sociedad es distinta, y en muchos espacios hay asimetría de poder, entonces puede haber enorme carga en las mujeres”, explicó.

Y dejó claro que mientras hombres y mujeres no se pongan de acuerdo en establecer fortalezas comunes no existirá una sociedad que respete los derechos por igual, pues “ésta lo merece en su conjunto”.

“Hombres y mujeres podremos tener una buena vida en la medida en que los asuntos que afectan la equidad en relación con los roles sociales queden resueltos, pero no basta con las formulaciones legales, normativas o jurisprudenciales si eso no se materializa. Las mujeres debemos reconocernos como sujetos de derechos, exigirlos y aportar a su realización”, apuntó.