Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá: El mejor teatro del mundo a cero pesos

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Obras de México, Bélgica, Francia y Estados Unidos, hacen parte de la programación de teatro calle del Fitb.

Para disfrutar de lo mejor de las artes escénicas del mundo que ofrece el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, no se necesita ni un solo peso en el bolsillo.

Por el contrario, se requiere programarse bien y llegar temprano a las plazas, parques y centros culturales donde se viene desarrollando la programación gratuita de Teatro Calle del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá.


En ella participan innumerables grupos teatrales colombianos, pero también una selección de propuestas internacionales que permiten el deleite de lo mejor del teatro para todo el mundo, sin exclusión alguna.


Lo primero que debe tener en cuenta, es quitarse de la cabeza que por ser teatro calle, es de baja calidad. Muchas de estas puestas en escena han sido galardonadas en diferentes partes del mundo, más allá que se presenten en el escenario de un prestigioso teatro, o en el céntrico parque de una congestionada urbe.


Aventura y fantasía desde México
Un dragón de más de ocho metros viene apareciendo en los últimos días en diferentes partes de Bogotá. Con lluvia o sol, se presenta, pero para fortuna de todos, un caballero medieval está haciendo todo lo posible por enfrentarlo, salvar la ciudad y rescatar a su prometida.

Es la aventura de “Caballeros y dragones”, la propuesta de la compañía mexicana “Cornisa 20”, que se desarrolla en 50 minutos para el deleite de grandes y chicos, en la que intervienen técnicas como los zancos, los títeres y los muñecos gigantes.


“Cuando nacimos como compañía hace 20 años, pocas oportunidades teníamos en el teatro sala, por lo que nos volcamos a las calles para presentar allí nuestras propuestas. Es más, por tener tanto trabajo en provincia, decidimos alejarnos del Distrito Federal para vivir en una ciudad de 150 mil habitantes, mucho más manejable”, comentó Sandra Moreno, quien hace parte de “Cornisa 20”.


El año pasado, este grupo participó en el Festival Internacional de Teatro de Manizales con “Mariachi Clown”, donde tres payasos-músicos, recorrían la ciudad prometiendo una serenata que por simpáticas razones jamás se llegaba a concretar.

UNA BIG BANG PARTICULAR
Veinte actores-músicos, que luego de recorrer las calles de su natal Nueva York y de las principales ciudades de Estados Unidos, llegan a las calles, parques y demás sitios de Bogotá presentado un divertido concierto que podría definirse como una pegajosa big-band de marcha, que mezcla además elementos del teatro, vistosos vestuarios y un gran sentido del humor. Se trata de la Hungry March Band, un colorido y burbujeante concierto para llenar de alegría a todos los transeúntes.

“Es una explosión musical con fuertes influencias del jazz que atrapa a las personas con el ritmo y el humor que manejamos. Nunca una presentación es igual que la otra, siempre cambia, por el lugar, pero también por la energía que proyecta la gente”, comentó su director, Sebastián Isler.

“Hungry March Band” tiene un estilo anárquico que se ha convertido en marca registrada gracias a la reputación ganada por realizar gran variedad de eventos en diferentes ciudades. Su repertorio musical consta de composiciones originales, así como partituras seleccionadas de la comunidad multicultural internacional. La banda es un experimento en constante evolución musical influenciado e inspirado en un patio trasero de Brooklyn con sabor latino, el ruido del punk, rock, hip hop, jazz y la música de las calles, con su baile vibrante, una batuta girando, el hula–hula de fuego, gimnasia, zancos y títeres.

Su nombre lo tomaron de las agrupaciones que en los tiempos de crisis, finales de los años 20, tocaban por la calle buscando qué comer, la banda de los hambrientos, por lo que, en homenaje a ellos, optaron por dicho nombre.

LA LLEGADA DE LOS EXTRATERRESTRES
En cualquier parte de Bogotá los transeúntes pueden ser abordados por dos enormes seres que parecen salidos de una película de ciencia ficción. No solamente le sorprende su enorme tamaño sino también el hecho de que en lugar de cabeza tengan un enorme ojo abierto, y en lugar de yemas en los dedos tengan pequeños óculos que parecen apuntarle fijamente.

Si se los encuentran no se asusten, es tan solo el espectáculo itinerante “Los Orbilys” de la compañía belga “Outre Rue”, compuesta por dos artistas en zancos que caminan con unos trajes salidos de un futuro lejano por lo que parecen seres extraterrestres.

“Vamos buscando la manera de que la imaginación no se pierda, se mantenga intacta, que los niños descubran que no todo está hecho en la televisión o los videojuegos, que aún es permitido imaginar y soñar, y si lo hacemos nosotros, mucho más ellos”, comentó Jean Paul Jeuniaux, director de la compañía.

Ellos buscan trasladar a la gente aun mundo de ciencia ficción donde todo podría ser posible. En cada uno de sus espectáculos pasean por la ciudad seres humanoides que podrían ser fenómenos urbanos o extraterrestres, algunos tienen ojos gigantes, otros enormes oídos y por lo tanto pueden escuchar todo lo que pasa a su alrededor.


CON LA CAMA EN LA CALLE
Coreografías alucinantes, proezas acrobáticas, cantos y música para develar los encuentros y desencuentros entre la realidad y la pesadilla en un mundo de hombres solitarios, es la apuesta de “Expedición Paddock”, la propuesta de la compañía francesa “Tango Sumo”.

“Buscamos introducir a los espectadores en un universo chirriante, cercano a la locura, donde el humor siempre está presente”, comenta Olivier Germser, su director, quien es bailarín y coreógrafo desde hace 20 años.

Un dormitorio habitual cruza la calle, cinco camas, cinco hombres tienen en común, en sus ojos azorados los recuerdos de un lugar cerrado. Desde este sitio recuerdan sus largos insomnios, esperando un nuevo día. Al comienzo son solo cuatro hombres solitarios, cada uno sentado en una mesa de un bar, luego se enganchan, se atan y enlazan, para volverse una cadena humana. Juegan y bailan y nadie sabe sus reglas.


“Es una historia de lo que sucede cuando los hombres están solos, cuando nadie los ve, lo cual nos gustó mucho y lo desarrollamos todo en un dormitorio, donde las camas se pueden convertir en infinidad de objetos, según los sueños y pesadillas de los protagonistas”, continuó el director.



Credito
COLPRENSA

Comentarios