Robin Ariel Ramírez González, partido tras partido, se ha convertido en una de las fichas claves del Deportes Tolima. Y no es para menos, con seis meses en el país ya es el goleador del torneo con 13 anotaciones marcadas.

Nació un 11 de noviembre de 1989, en Ciudad del Este, Paraguay, dice que extraña a sus amigos y a su mamá, Rita González, con la que todos los días habla.

Afirma que no es una profesión fácil, sobre todo cuando tiene que alejarse de la familia. Enfatiza que ser un jugador profesional era uno de sus grandes sueños cuando era un niño y asegura que se está cumpliendo, pero que aún le hace falta mucho por recorrer.

Para este goleador, aunque estar en la cancha es su pasión, también lo atrae todo lo relacionado con los computadores, por lo que confiesa que le gustaría estudiar sobre el tema y, por qué no, ejercer una profesión afín a la tecnología. Se considera un apasionado por los aparatos electrónicos.

“Cuando no estoy entrenando o en un partido me gusta dedicarle mucho tiempo a los computadores e ingresar al Facebook y Twitter.

“Creo que si no hubiese sido futbolista, mi profesión tendría que ver con la tecnología, porque se ha convertido en mi hobby”, confesó.

Dentro de los 13 goles que este jugador paraguayo ha anotado en el torneo y que lo convirtieron en el máximo goleador, asegura que todos los recuerda pero uno que anotó frente al Deportivo Cali lo ha llenado de satisfacción.

La anotación fue el pasado 30 de junio y le permitió al Tolima seguir vivo en los cuadrangulares.

Lejos de su familia

Extrañar los abrazos y las palabras de sus amigos y familiares, es uno de los aspectos más duros que ha tenido que enfrentar este futbolista.

Él vive solo en la ciudad, porque su contratación se dio muy rápido, pero asegura que la persona que más extraña es a su mamá.

“Siempre la llamo, casi todos los días y hablamos porque prácticamente estamos los dos solos en la familia, porque mi hermana, Nancy Beatriz, ya se casó y tiene su hogar”.

En cuanto a seguir los pasos de su hermano, señala que en temas del corazón está tranquilo y que luego de terminar con su novia hace siete meses continúa solo. Afirma que quiere esperar un tiempo para tener una relación seria.

Su amor  por Ibagué

Se considera un apasionado de la ciudad que lo está viendo crecer en su carrera, asegura que la gente en general lo ha recibido muy bien; destaca que Ibagué es muy tranquila y que tiene parecido con su ciudad de origen, por eso, se siente como en casa.

Recuerda que su contrato va hasta diciembre de este año, y que en estos meses espera anotar mucho más goles y llegar al título, “ya estoy mentalizado para eso”.

Robin llegó al Deportes Tolima luego de jugar en la cantera del Libertad, al que ingresó cuando tenía tan solo 14 años.