Cristina Umaña, de Colombia a los 'EE.UU'.

INTERNET - EL NUEVO DÍA
Los días de la actriz ibaguereña transcurren entre las grabaciones de la segunda parte de El Capo, su vida como empresaria y su familia.

Hace 18 años que Cristina Umañana inició en el mundo de la actuación.  A los 37 años ha interpretado personajes que van desde el dramatismo absoluto hasta la comedia y la intriga. Sin embargo, su más reciente papel, ‘Bruna’, promete ser el opuesto a su vida actoral.

La diva ibaguereña actualmente se  encuentra en las grabaciones de la segunda parte de El Capo, una producción de RCN y Fox. La nueva serie que se espera se estrene el 9 de  agosto llegará primero a los Estados Unidos y luego a nivel nacional.


Para Umaña, este ha sido un logro, ya que no sólo resalta las producciones hechas en Colombia en el ámbito internacional, sino la formación profesional de los actores colombianos que cada vez se abren más espacio en estas plazas.  


Mujer fatal
Para la actriz, el haber aceptado interpretar este nuevo personaje ha sido un descanso de la carga dramática que le exigía personificar a Adelaida en ¿Dónde está Elisa?, en donde las emociones que vivía esta mujer llegaron a afectar su salud y parte física.

“Empecé a enfermarme, a andar un poco down porque era la vibración en la que tenía que estar buena parte del día. Bajé mucho de peso, mis defensas disminuyeron. Mejor dicho, enfrenté una cantidad de cosas que ya están superadas”. Pero desde que empezó a encarnar a Bruna ha logrado explorar y sacar a flote esa mujer fatal que caracteriza al género femenino pues el personaje no sólo es astuto sino hermoso e inteligente


“Bruna es una mercenaria, una mujer educada para la guerra absoluta pero de una manera más fina y astuta. Es como si se tratara de una agente secreta del mal. Ella se encuentra con El Capo y los dos se aliarán de una manera estratégica para cumplir su cometido”, reconoce la artista.


Experta en combate

De acuerdo con Umaña, interpretar a Bruna le ha permitido aprender a manejar y conocer  todo tipo de armas y además  practicar técnicas de combate.

“He tenido que estar en clases permanentes de combate escénico, aprender a manejar armas. Cuando empecé con las grabaciones intentaba ir a entrenar tres veces por semana ahora el tiempo es más restringido”.


Sin embargo, la artista reconoce que ha sido una experiencia maravillosa porque le ha permitido retomar la parte física que es esencial en su vida cotidiana y combinarla con sus otras dos facciones que en la vida  real se llaman familia y negocios.


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