Jimena Bermúdez, puro talento

LUIS SARMIENTO – EL NUEVO DÍA
La M3 de marzo, de EL NUEVO DÍA y Cerox3, es una ibaguereña que siempre ha sabido ponerle el pecho a la vida y que tiene a la danza como su mejor compañía.

 Se ve a sí misma como una mujer que rompe con el estereotipo de que las mujeres atractivas son huecas.

Descomplicada, soñadora y con el espíritu de servicio a flor de piel es como puede definirse a Jimena Alexandra Bermúdez Guáqueta, una mujer que cree que el baile es el elixir de la felicidad eterna.

A sus 27 años ha experimentado situaciones jamás pensadas, y que parecen más escenas salidas de una película de ficción, de las que siempre la heroína sale triunfante.

Nació el 22 de febrero de 1986, y doce horas después de su alumbramiento fue secuestrada del hospital Federico Lleras Acosta, lugar donde su madre Lilia Guáqueta se reponía del parto.

Según le contaron, una mujer disfrazada de enfermera, mediante engaños la separó de sus brazos, pero la rápida acción de la Policía, avisada por su padre, Jairo Bermúdez, un sargento primero retirado, logró rescatarla antes de que la secuestradora, que pretendía hacerla pasar por su hija para no perder a su esposo, la sacara de la ciudad.

Como en las tramas de las historias rosas, la malvada fue capturada y condenada a nueve años de prisión, mientras Jimena Alexandra, fue devuelta sana y salva a sus progenitores. De ese nefasto día solo le queda una secuela: una cicatriz en el abdomen, resultado del esparadrapo que cubría su ombligo.

Ahora es traductora y gestora cultural de la Fundación Manos Amigas, de donde además es coordinadora de voluntarios extranjeros, y busca convertirse en una azafata internacional de Avianca. 

Ya ha pasado tres de las nueve pruebas, la última fue inglés, efectuada precisamente el día en que cumplía su sueño de ser modelo, como considera ser la M3 de marzo, cuya sesión de fotos se desarrolló en el Museo de Arte del Tolima.

“Así sea por un día, es un sueño hecho realidad. Siempre jugué a ser modelo y me imaginaba en una gran pasarela”, dice al recordar que ni como adolescente pudo cumplirlo, por su delgadez extrema a la que dijo adiós bailando salsa, el mismo ritmo que le permitió hace dos años practicarse una mamoplastia de aumento.

Nació para bailar

Jimena Alexandra Bermúdez Guáqueta tiene el ritmo en las venas, y desde los cuatro años es bailarina. Con su nivel profesional ha estado en seis mundiales de danza, cuatro de folclórica y dos de salsa. Ha representado a Colombia en Ecuador y Perú.

Actualmente pertenece a la Corporación Folclórica Herencia Colombiana y baila salsa, tango, samba y otros ritmos modernos con su pareja de baile Marlon Darío Galeano.

Su pasión por esta disciplina le ha dado los mejores momentos de su vida, entre ellos, sentir en Perú, durante una presentación, la ovación del público y el amor que le profesan al folclor del Sagrado Corazón, y más aun la oportunidad de ayudar a cientos de niños a ocupar su tiempo libre para que no “piensen en consumir drogas, robar o convertirse en delincuentes”.

Valentía y mucho corazón

La M3 de marzo, desde hace cerca de siete años labora en la Fundación Manos Amigas, tres de los cuales expone su vida para ayudar a formar a cientos de niños de una invasión del barrio San José, a la que ingresa usando como armadura una cola de caballo, cero maquillaje, uniforme y un par de tenis rotos. Su labor como maestra de baile en esta difícil zona le permite demostrar que es una “mujer guerrera, que no le teme a nada”.

“Mi trabajo lo hago con niños que viven en las invasiones de Dosquebradas, Combeima y San José, de quienes soy la profesora de baile. Esta, una de las labores con la fundación, es de alto riesgo ya que el barrio San José es habitado por infinidad de habitantes de la calle y expendedores de drogas; muchas veces me he visto en medio de las balas cuando estoy en mi clase”, refiere.

El vínculo afectivo con esta vulnerable población es cada vez más estrecha. “Amo mis niños más pobres y en especial a los más rebeldes porque son los que más amor necesitan”, dice.

Formación

Esta ibaguereña, mayor de dos hermanos, hizo el preescolar en el colegio María Inmaculada, la primaria en el colegio Liceo Federico Froebel y su secundaria en el colegio Comfenalco de Ibagué, graduándose en 2001.

Culminó estudios en nivel profesional en el Instituto de Educación a Distancia de la Universidad del Tolima en la carrera de Administración de empresas turísticas, una decisión obligada, ya que después de intentarlo dos veces su Icfes no le alcanzó para estudiar Lenguas Extranjeras y Negocios Internacionales en horario presencial. 

Credito
EL NUEVO DÍA

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