“Yo suelo no tener cadenas”, Alberto Plaza

JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
El artista chileno asegura que de Colombia le encantan la hospitalidad de su gente y su alegría.

Alberto Plaza o el ‘Trovador de sueños’, como le llaman sus fans, considera que le debe casi todo a la música, excepto la educación.

En el diálogo con EL NUEVO DÍA durante su más reciente visita a la capital tolimense, para presentar su nuevo trabajo discográfico, Estás conmigo, reconoció que es un hombre con múltiples defectos, pero prefiere no mencionarlos “porque para qué me voy a estar arruinando la vida”.

También mencionó que no le gusta definirse a sí mismo, porque eso sería como ponerse un rótulo del cual después no se podría desprender, pues, para él, las palabras pueden ser cadenas y “yo suelo no tener cadenas”.

De esta ciudad refirió que siempre le cautiva el sentir que a la gente le gusta y vibra con la música, una característica que tienen los colombianos, pero que aquí, dijo, es más notoria.

¿A quién le pide perdón con el primer sencillo del último álbum?

“Esta canción la compuse para una obra de teatro que hice en Chile, llamada Que cante la vida, en la que hice el papel del padre de la protagonista, a quien en un momento le pido perdón porque la hice llorar durante la obra, yo era muy severo y castigador”.

¿Es decir que sus canciones son una catarsis?

“Creo que la música tiene esa tarea de poder trasladarse a la vida real y funcionar como limpiadora de nuestras penas y tristezas para ser mejores personas a través del arte, no solamente la música. El arte, en todas sus formas, nos hace navegar por mundos paralelos y son los que queremos inventar para mejorar este mundo que estamos viviendo que no es del todo lo que quisiéramos”.

¿Que otras historias plasma en Estás conmigo?

“Son 13 canciones, todas con su espacio; algunas románticas, dedicadas al amor de pareja, al amor que ya no está, otras para celebrar que estamos en la vida”.

¿Cómo le llega la inspiración?

Hay que ir a buscarla... No es ella la que llegue a ti tan frecuentemente, y eso lo encuentras en la soledad de una habitación ojalá cerca al mar, pero con frío; no me gusta la playa con calor, para caminarlo y conocerlo.

Con más de 25 años de vida artística, ¿cuál cree la canción que marcó su éxito?

“Que cante la vida, que fue la canción con que comencé mi carrera y es emblemática para mí. Luego la grabamos para el terremoto de Chile, con 28 artistas de 13 países distintos para ir en ayuda de las víctimas; entonces es una canción muy especial y tiene un lugar en mi corazón”.

 ¿Que cante la vida y Voy a cambiar el mundo las escribió para motivar?

“Creo que la música busca producir impacto en el alma humana con la intención de que esa persona mejore. Ese tipo de canciones tienen una intención de producir una reflexión sobre el entorno social que vivimos”.

¿Qué le ha dado y qué le ha quitado la música?

“Me ha dejado prácticamente todo lo que soy, todo lo que tengo; menos la educación, que me la dieron mis padres y el colegio. Y me ha quitado un poco de libertad, he pasado por muchos momentos en que no he podido hacer lo que cualquiera haría.

Ha habido momentos en mi carrera que se me ha hecho difícil salir y ser uno más del anonimato, cosa tan valiosa, y también me ha quitado el estar cerca de mis hijos.

¿Eso es lo malo de la fama?

“No estoy totalmente preparado para responder esa pregunta con todos los argumentos en la mano. Creo que la fama tiene un componente ‘medioengañoso’, que es que lo puede hacer a uno caer en la tentación: valorarse por lo que los otros consideran que uno es y no por lo que uno es en realidad, eso puede ser lo malo.

¿Ha caído en la tentación?

“Por supuesto, esa es la tentación, el principal problema de la fama, confundirlo a uno hasta hacerlo pensar que uno vale por lo que los otros ven en uno, y cuando uno se pone a valorarse de acuerdo con la mirada que otros tienen entones ha dejado de ser causa sobre la vida para ser efecto, y esa no es una condición deseable”.

Le llaman ‘El Trovador de sueños’. ¿Lo comparte?

“Fue un nombre que se me dio en algún momento y es la mirada que los demás tienen de mí. Así que respeto que tengan esa mirada, yo valido ese punto de vista, pero no es algo que haya querido o haya originado”.

Dicen que es un compositor e intérprete magnifico. ¿Usted también lo cree?

“Yo no voy a ser el que pone los apelativos ni para bien ni para mal, la adulación cuando proviene de la propia boca pasa a ser un vituperio, y eso ya es peligroso.

Credito
REDACCIÓN EL NUEVO DÍA

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