Aquella ropa que ya no le sirve, tal vez los bolsos que cambió por vanidad; incluso, ese tierno muñeco de trapo que sus hijos no volvieron a usar al crecer: todo eso lo acoge el Ropero de la Corporación Minuto de Dios en 11 ciudades del país.

Ibagué es uno de los puntos de este programa, con la que se busca beneficiar a población de estratos socioeconómicos bajos a partir de la adquisición de ropa, marroquinería y juguetería a precios especialmente módicos de dos a ocho mil pesos.

Es el Centro Integral Comunitario de la comuna Ocho un punto estratégico para llevar a cabo dicha iniciativa, que se cataloga como más que una campaña, debido a la numerosa población que hace uso de la misma.

“Más que una campaña, es todo un programa muy innovador del Minuto de Dios”, explica Martha Castañeda, directora Nacional de Comunicaciones de la entidad, y añade que este proviene de una campaña llamada ‘Juntos por un futuro impecable’.

Buscan guardianes

No obstante, a pesar de la alta importancia social que tienen estos roperos, Mireya Barrios, quien dirige el ubicado en Ibagué, sostiene que las donaciones se han disminuido, y por ende la cantidad de ropa que se puede ofrecer.

“Nos afecta en que el ropero es una obra social, pero el dinero recaudado es para otras obras sociales que ejecuta la Corporación en todo el país”, asegura.

Más allá de esto, invita a los colombianos a responder de forma positiva a la campaña donando los implementos mencionados en los puntos dispuestos, en función de que el grupo de influencia del mismo es muy preciso.

“El nivel de ingresos en esta población es muy bajo, hay alta población de desplazados, y nos afecta porque se requiere de intervención más profunda. Desde nuestro alcance se trata de cubrir ciertas necesidades”, puntualiza.

Aproximadamente de 40 a 50 prendas de cada tipo recibe el ropero de Ibagué por mes, insuficiente para toda la demanda existente, según Mireya Barrios.

¿Cómo sumarse?

Los centros de envío de Servientrega son los aliados a esta campaña. Los interesados en aportar, solo deben ir a estos puntos en cualquier lugar del país y hacer su donación, que será enviada a un centro de acopio nacional de la Corporación en Bogotá.

“Se clasifica por el género y el estado en que llega. Para las prendas que tienen imperfecciones, se tiene un convenio con estudiantes de Diseño Textil del Sena, que se encargan de arreglarla y rediseñarla”, explica Martha Castañeda.