Un llamado a unir fuerzas para lograr la paz hizo el cardenal Rubén Salazar Gómez, en una solemne eucaristía cumplida ayer en su honor, como parte del homenaje que le brindaron las Fuerzas Militares, por los 11 años en que se desempeñó como capellán del batallón Rooke.

A la homilía, presidida por el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón; el mayor General Leonardo Alfonso Barrero y el brigadier General Sergio Mantilla, junto con las autoridades departamentales y municipales, el purpurado instó a los fieles a comprometerse por la unión, la tolerancia y la armonía del país.

A la vez que dijo que recibe este tributo como “una invitación a unir nuestras fuerzas y nos comprometamos en la tarea de construir la paz”, porque según dijo “todos los colombianos estamos llamados a ser constructores de paz”.

En la eucaristía concelebrada por el arzobispo Flavio Calle Zapata, y el obispo auxiliar de Ibagué, Orlando Roa Barbosa, el Cardenal invitó a orar por el aumento de nuestra propia fe para que ella,  haga visible el rostro de Cristo y que éste “venga con su gracia y su fuerza para que cada uno de nosotros pueda cumplir la tarea de hacer posible que la salvación se cumpla”.

Sumado a ello expresó que “este momento de profunda comunión con el Señor nos llene de luz y gracia para poder cumplir la tarea que nos ha encomendado. En nuestra historia se viven momentos difíciles, y eso nos exige un compromiso claro con el Señor, con su palabra, con su misericordia y su justicia”.

Al concluirse el acto solemne, el primado de Colombia, fue llevado a las instalaciones de la Quinta División, y luego al Batallón Rooke, donde compartió de un almuerzo y le fue impuesta la Medalla Militar ‘Fe en la Causa’.