Los seguidores de las tendencias presentes en la clausura de Ibagué, Maquila y Moda ovacionaron de pie la creatividad de la diseñadora Adriana Santacruz.

El desfile ambientado con música en vivo de temas populares como el carnavalito ‘El humahuaqueño’ dejó al público encantado y a su autora más que satisfecha, convencida de que las cosas sencillas son las que realmente trascienden.

Su colección denominada ‘AlpaManta Otoñal’, que en dialecto quechua significa ‘De la tierra’, fue perfecta, inesperada y colmada de siluetas desestructuradas en equilibrio deconstructivo, que proyectaban liviandad en lo abstracto, y a su vez ofrecían atuendos versátiles.

La propuesta de esta diseñadora pastusa tuvo tanta energía y fuerza que logró poner a caminar a los ancestros en el mundo contemporáneo, pues lo que mostró en Ibagué dejó en evidencia que sus ruanas dejaron de ser una pieza única para convertirse en ediciones limitadas que se puede poner todo el mundo para el uso diario.

Ella logró elaborar en una sola mujer varias figuras al tiempo, que daban la sensación de ser chaquetas, faldas y pantalones en un mismo atuendo, quizá por ello las modelos giraban para que los espectadores pudieran admirar cada ángulo, dejándolos hechizados.