Visitar el programa de Aldeas Infantiles SOS en Ibagué y fortalecer lazos de cooperación con el Icbf Regional Tolima fue el objetivo de la presencia ayer de Mario Brusa, representante de América Latina de esta organización internacional; la directora nacional, Ángela Rosales, y Mathias Sholz, este último en reemplazo del presidente Mundial, Siddhartha Kaul, quien no llegó a la capital pijao por quebrantos de salud.

Además de estrechar relaciones en favor de los niños, jóvenes y adolescentes, el periplo de esta triada fue motivada en razón a que la sede ibaguereña fue reconocida como una de las mejores prácticas en el cuidado de la niñez del país, lo que llevó a ser galardonada la mamá de acogida Margarita Cabezas, en un evento cumplido la noche del lunes en Bogotá.

Su entrega, dedicación y vocación por más de 10 años al cuidado de los niños que han perdido a sus familias, y que están bajo su protección la convierten en un modelo, pues son muchas las convocadas, pero pocas las que asumen este compromiso.

Tanto es así que en el Departamento actualmente son atendidos por esta entidad mundial alrededor de 600 tolimenses, de los cuales 202 han encontrado un hogar en los brazos de las familias de acogida, conformadas por ocho mamás y cuatro tías, seis de ellas con más de 10 años en la organización.

Falta mucho en atención a la niñez

La directora de la ONG Aldeas Infantiles en Colombia, Ángela Rosales, aseguró a EL NUEVO DÍA que el país está muy lejos de reconocer a niños, adolescentes y jóvenes como prevalentes y parte importante para la sociedad.

Reconoció que falta priorizar sus necesidades, su bienestar y protección, a la vez que dijo que un hecho como lo ocurrido en Caquetá demuestra que los niños en Colombia son utilizados como parte de las venganzas y problemas de los adultos.

La vulneración a los derechos de los infantes es tan creciente que en solo 2014, más 400 mil menores fueron abusados y maltratados en el seno de su hogar.

Sin embargo, estas cifras están lejos de representar toda la situación que se da, ya que muchos no son denunciados.

“Hay un subregistro altísimo porque aún nos falta conciencia y acceso a procesos de justicia para denunciar los casos de abuso”, acotó.

A tener en cuenta

 La Aldea Infantil SOS Ibagué, se inició hace 29 años como respuesta a la tragedia de Armero, que dejó a muchos niños sin padres y familias desintegradas. Posteriormente, la organización abrió un servicio de apoyo a familias en condición de vulnerabilidad, ubicado en el barrio El Oasis, en donde se ofrecen servicios que apoyan el desarrollo integral de los menores y se hace un trabajo de visita y acompañamiento familiar para prevenir las vulneraciones.

Esta organización crea un entorno familiar para que los infantes crezcan seguros en un hogar digno y lleno de amor, en el que puedan vivir y desarrollarse como individuos.