Ibaguereños cumplieron con la Tapitón

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
Hubo masiva participación en la tercera Tapitón y primera por la Paz y la reconciliación a favor de las fundaciones que apoyan esta causa social. A pesar de la lluvia los ibaguereños cumplieron con esta hermosa labor.

La lluvia no fue impedimento para el desarrollo de la tercera Tapitón en la plaza Murillo Toro, donde desde las 9 de mañana de ayer se dieron cita los ibaguereños para entregar su aporte tanto para los niños con cáncer, VIH, adultos mayores, niños con discapacidad cognitiva y en situación con vulnerabilidad.

“Buscamos con esta iniciativa visibilizar las fundaciones que nosotros ayudamos, siete en total y tenemos un programa propio que se llama ‘tapi-aulas’, el cual desarrollamos en el hospital Federico Lleras, con el adulto mayor hospitalizado, a los que se les da apoyo en la parte lúdica y psicosocial”, indicó Tatty Umaña, socia de la fundación Tapitón.

Una fundación con sentido social

La iniciativa Tapitón nace en septiembre de 2013 de la mano de Pilar Portilla, abogada y accionista del Grupo Empresarial Torreón, junto a la comunicadora social y periodista ibaguereña Tatty Umaña, recogiendo tapas plásticas, propendiendo por el medio ambiente en beneficio de los niños con cáncer.

Con el producto de la venta de dicho material se inicia el apoyo a Sanarte – Aula Hospitalaria del H. Federico Lleras Acosta, Fundación Chanita – Hogar de paso para niños con cáncer – y Prodihogar – Hogar de paso para adultos con cáncer.

“Hace dos años iniciamos recolectando tapitas pensando en Sanar Bogotá, porque queríamos unirnos a esta campaña, pero nos dimos cuenta que esta fundación no ayudaba al Tolima, entonces tomamos la decisión de empezar a hacerlo acá directamente, con gran acogida”, refirió Tatty Umaña.

El año pasado, en octubre, se convierten en fundación y a partir de ese momento amplían su visión y ya no solo ayudan en el tema de cáncer, sino que también empiezan a trabajar con niños con VIH, con personas con discapacidad cognitiva y adultos mayores, para poder entrar a otros terrenos que también necesitan ayuda.

Credito
ÁNGELA MUÑOZ OBREGÓN

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