Nataly Umaña, de cotizada actriz a nueva empresaria

EL NUEVO DÍA
Luego de 15 años vigente en la pantalla chica, la actriz regresó a su ciudad no para quedarse, sino para inaugurar una boutique de joyas y moda femenina, de la mano de su hermana Liliana Umaña.

Su sonrisa lo dice todo. Nataly Umaña luce feliz y cómo no, si está concretando todos sus proyectos.

A Ibagué, ciudad de la que una vez salió en busca de un sueño: convertirse en actriz, ha regresado para debutar como empresaria.

Su estadía será corta, pues los 20 días que permanecerá en Colombia los tiene agendados para dejar todo en orden y a la vez acompañar a su pareja, Alejandro Estrada, en las grabaciones de la telenovela ‘Tormenta de amor’, que rueda Fox en Girardot.

En su periplo por Ibagué, Nataly Umaña visitó EL NUEVO DÍA para promocionar Casa de Moda Joyas y Arte ‘Amor y pasión por ti’, en la que está invirtiendo, y que espera muy pronto extender.

La actriz conocida por papeles en ‘Yo soy Betty, la fea’, ‘Las Detectivas y el Víctor’, ‘El auténtico Rodrigo Leal’ y ‘El cartel de los sapos’, este último en el que interpretó a Juanita Marín, se está cotizando en México, país en el que reside desde hace dos años.

Allí no solo protagonizó la película ‘Decadencia’ y la webserie ‘Cuenta pendiente’, sino que dejó atrás los personajes de mujer fatal en que la habían encasillado en Colombia, como puede verse en la telenovela ‘Lo imperdonable’, personificando a ‘Ireri’, una campesina virginal, que se ha ganado el cariño de los televidentes.

De vuelta a donde los ‘manitos’, lugar que ve como un trampolín para alcanzar su internacionalización, estrenará una obra de teatro y concretará un nuevo proyecto con Televisa, mientras define todo para el sello de amor con Alejandro Estrada, con quien comparte su vida desde hace tres años y medio. “Con él no sé qué es botar una lágrima de tristeza. Es un ángel que me mandó Dios para hacerme feliz”, refirió.

Él no solo es su pareja, sino su apoyo, tanto así que Nataly no sabe qué hubiera sido su vida en México sin su presencia.

“Este es un país difícil donde está todo el mundo detrás del mismo sueño. Dios me abrió las puertas y Alejandro me ha ayudado a aguantar”, concluyó.

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REDACCIÓN SOCIALES

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