El 2016 será un periodo para reconocer que estamos necesitados de compasión, solidaridad y servicio, y para demostrar la fe con obras.

Bien lo hizo saber el papa Francisco, el 8 de diciembre al inaugurar el Año Santo de la Misericordia, que se extenderá hasta el 20 de noviembre.

De acuerdo con monseñor Gustavo Vásquez, párroco de la Catedral de Ibagué, bajo este Jubileo los fieles podrán obtener además del perdón de todos sus pecados, la indulgencia.

“El Papa nos ha puesto este año a pensar, a reflexionar y actuar, para mostrar el rostro misericordioso de Dios.

“Su Santidad invita a que sobre todo en el sacramento de la penitencia seamos acogedores de las personas y facilitemos que quienes se quieren reconciliar con Dios se acerquen y reciban el perdón de sus pecados”, refirió.

Es tan histórico que si los feligreses están arrepentidos de corazón, los sacerdotes de todo el mundo pueden absolverlos de sus faltas, hasta de aquellas que ordinariamente estaban reservadas a la Santa Sede y a los obispos.

Es el caso de pecados como el sacrilegio contra la iglesia y el aborto, este último considerado tan grave que conlleva a la excomunión.

Además de la liberación de las culpas, durante este año, también se promoverán las indulgencias, que solo se ganarán en los templos destacados en la Diócesis (ver recuadro).

Es por lo anterior, que se intensificarán los servicios de confesiones. Quienes desean ganar indulgencias deberán revisar las horas de confesión de cada templo en los que se ha abierto la Puerta de la Misericordia, y participar de la eucaristía.

Regularmente cuando se celebra la Santa Misa hay confesiones; en la Catedral, por ejemplo, a partir de febrero, se destinarán los viernes a las 4 de la tarde.

En la parroquia San Roque se puede cumplir con el sacramento de la confesión a las 7 y 10 de la mañana y 5 y 6 de la tarde, de lunes a sábado, y los domingos se incluye también a las 12 del mediodía.

Por su parte, en la parroquia Santa Ana se tendrán confesiones de lunes a sábado a las 6 de la tarde, excepto el jueves; los domingos media hora antes de las misas de 7 y 11 de la mañana y 6 de la tarde.

Para obtener indulgencia se deben cumplir las condiciones habituales:

 1 Asistir a la eucaristía.

2 Confesarse.

3 Comulgar.

4 Orar por las intenciones del Santo Padre, como son la misericordia, la paz y los necesitados.