Tolima, con las coronas en Bambuco y el San Pedro

TOMADA DE LA NACIÓN - EL NUEVO DÍA
Valentina Bonilla Neira y Alejandra Rubio Cleves cumplieron con su papel en los reinados de Neiva y Espinal. Laura Juliana León Ramírez, entre tanto, no consiguió lo que esperaba en Calarcá, Quindío.

De las tres coronas que el Tolima podía obtener en reinados en el país este fin de semana, dos fueron logradas: se trata del certamen de San Pedro en El Espinal, que quedó en Alejandra Rubio Cleves, y el del Bambuco, con Valentina Bonilla Neira.

Ambos resultados fueron dados a conocer temprano la noche del domingo, mientras apenas transcurría la mitad del Reinado Nacional del Folclor en Ibagué, y con la expectativa de que Laura Juliana León Ramírez obtuviera el máximo título en el del Café, en Calarcá.

No obstante, este triunfo no se consiguió, pues recayó en la representante de Risaralda, María Camila Múnera Galindo, de 19 años. Las demás finalistas fueron, en su orden, Atlántico, Caldas, Buenaventura y Valle del Cauca.

Las dos caras de la moneda

Por una parte, el triunfo en Espinal cayó bien, en las manos de Alejandra Rubio Cleves, quien a sus 24 años se ha destacado por su fuerte trabajo e interés por resaltar el folclor local, dejando en alto el nombre de su Departamento en todo reinado en el que ha participado.

El veredicto no causó mayores sorpresas, pues desde su primer día en la segunda ciudad del Tolima estuvo entre las favoritas, esto obedeció a su ardua preparación para obtener el título. Ella, la mayor del ramillete real, según los presentes en la gala, dio ‘sopa y seco’ a las demás candidatas.

Y mientras en Espinal se llevaba miles de elogios la anfitriona, en la tierra opita lanzaban dardos en contra de nuestra representante, Valentina Bonilla, que, si bien para los medios locales siempre generó aceptación en el cuadro de honor, para los presentes en la velada no merecía llevarse la corona.

El malestar por su merecido logro cobró mayor fuerza cuando luego de recibir la ‘joya real’, la señorita Bogotá, quien resultó virreina, se la arrebató, la lució por unos segundos y la devolvió con displicencia, para luego abandonar el recinto:

La situación fue asumida por Valentina con total serenidad, tanto así que solo le hizo un gesto de amabilidad y le envió un beso, con lo que consiguió calmar las aguas a pesar de la desaprobación que el público seguía mostrando.

Sin embargo, para los amigos cercanos y quienes han conocido de su trayectoria, el triunfo fue más que merecido, pues desde que asumió reemplazar a la señorita Tolima tras renunciar por su embarazo, se embarcó en una rigurosa y exigente preparación cultural y dancística.

¿Quiénes decidieron?

La habilidad de Valentina, conjugada con su belleza, su simpatía y su bagaje en folclor, cautivó al jurado, conformado por Ramón Jesurum, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol; Jorge Fernando Perdomo, presidente de la Dimayor, y Luz Zapata, politóloga y esposa del vicepresidente Germán Vargas Lleras.

También hicieron parte del grupo el presidente del Consejo Editorial de La Nación, Jesús Oviedo Pérez; Gaby Arenas diseñadora de accesorios y artículos de piel; Lorena Hermida, virreina nacional de la Belleza 2012; y María Margarita Vanegas, virreina departamental del Bambuco 1989.

Credito
REDACCIÓN SOCIALES

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