José Luis Rodríguez, más conocido como el ‘Puma del Vallenato’, estuvo en las instalaciones de EL NUEVO DÍA, hablando sobre su carrera musical, su participación en el concurso ‘A Otro Nivel’ y los proyectos que vienen.

Y es que ‘El puma’ canta desde niño, “a mí me interesó la música desde que tenía 10 años cuando vivía en Barranquilla en la casa de unas tías. Me gustaba la discografía de Diomedes Díaz y Jean Carlos Centeno, son dos vertientes diferentes porque uno es parrandero y el otro es romántico pero me gusta esa combinación, desde ahí surgió mi interés”, contó Rodríguez.

Más adelante, a los 15 años, comenzó a dar serenatas en su pueblo Hatonuevo en La Guajira, le gustaba cantarle a las novias de los amigos. Sin embargo, recuerda que era muy tímido y solía cantar más para sí mismo.

Los dotes de este músico guajiro vienen desde su casa, pues afirma que su mamá tiene buena voz, pero solo canta para ellos, también su padre le contó que el abuelo tocaba el acordeón, y un tío compartío tiempo con el Binomio de Oro cuando era integrado por Rafael Orozco. Siendo este último familiar, uno de los que más ánimos le dio para que Rodríguez proyectará su carrera musical.

Después de estudiar dos años aviación y tener una mala experiencia con uno de los jefes, quien no gustaba del vallenato, fue que decidió dedicarse de lleno a la música.

A pesar de que al comienzo no todos sus familiares estuvieron de acuerdo en que abandonará la aviación, cuando vieron que empezaron a surgir los avances y reconocimientos, lo apoyaron. Se dieron cuenta que la disciplina, pasión y gusto de su sobrino por ese género musical lo llevaría lejos: “jamás me pinté detrás de un escritorio ni cumpliendo una rutina empresarial”, comenta ‘El Puma’.

En su primer año logró grabar unas pistas con el dinero de la liquidación de la empresa en la que hizo las prácticas. En ese mismo año, conoció al primer acordeonero que tendría. Asegura que corrió con buena suerte y asegura que, “para alcanzar lo que uno quiere toca remar bastante, pero siempre fijándose de no pasar por encima de los demás, ni afectar a los colegas”.

Trabajó durante cinco años en la discoteca Matildelina de Bogotá, donde pudo compartir con grandes del género como Diomedes Díaz y Felipe Pelaez. También acompaño por cinco años al ‘Rey del Vallenato’ Álvaro Mesa, con quien tuvo la oportunidad de visitar varios países y representar el folclor que caracteriza a los colombianos.

Fue a finales del 2015 cuando vio la publicidad de ‘A Otro Nivel’, recuerda que ha sido el único concurso que le ha llamado la atención para participar. Así que decidió llenar el formato de inscripción y a los cuatro días lo llamaron para comentarle que estaban interesados en él. Audicionó y pasó, le fue tan bien que llegó a la final de la primer temporada. “Eso fue una catapulta en mi carrera, se estaba generando una imagen para el publico nacional, el show que nos dio la posibilidad de entrar en el corazón de la gente”.

Su energía y vivacidad lo caracterizaron como un diamante en bruto del vallenato. Fue así que después del concurso, se dedicó a trabajar en su álbum musical, y este año ha lanzado dos canciones, ‘No baja la guardia’, y ‘Me desespero’, las cuales serán parte de las once melodías del disco que está grabando en Barranquilla bajo la producción de Larry Vanegas, pianista y productor de Peter Manjárres, Se espera lanzar la producción a finales de marzo.