La obra fue adaptada y es dirigida por Aguilar, quien a través de su amiga Tatiana Ronderos, actriz colombiana radicada en Nueva York, conoció el texto del director y escritor estadounidense Derek Ahonen.

“Siento que es una obra necesaria; es provocadora no solo desde la libertad sexual sino desde todo lo que está pasando en este mundo moderno y no se dice; de lo que somos cómplices”, afirmó Aguilar.

Alejandro se dejó seducir por el texto que defiende el amor por la vida, diversidad, el respeto por la naturaleza y el rompimiento de los tabúes y la moral.

“Los cuatro pied pipers son absolutamente soñadores, viven en una utopía pero no le quieren hacer daño a la humanidad; encontraron un sistema de vida sostenible, tienen conciencia del consumo y practican el poliamor por eso me sedujo, porque es contestataria”, comentó el actor.

Aguilar ha adelantado parte importante de su carrera en Estados Unidos y estará radicado en Nueva York hasta octubre.

Sobre la adaptación

El traer ‘The Pied Pipers of Lower East Side’ (como originilamente se llama la obra) al contexto latinoamericano tardó un año de trabajo.

“Es una historia de norteamericanos y yo decidí que fueran latinos que viven en Queens. Al adaptarla era mencionar diferentes problemáticas como lo que está pasando con el fracking, los líderes sociales, falsos positivos, incluso involucra a Venezuela”, añadió Aguilar.

Como una carta de amor que le hace apología a la libertad y el respeto, que rompe los falsos moralismos y crea conciencia colectiva, se define esta puesta en escena.

“Todo el mundo se siente representado porque somos una sociedad inconsciente. Y esa es la misión del teatro: Quebrarle el espejo al público, evidentemente eso duele. Creo que uno de los problemas del colombiano es que no le gusta mirarse al espejo, no hay memoria”.

Grupo de trabajo

En cuanto al elenco, cuatro protagonistas viajaron a Nueva York y allá se complementan con el chileno Braulio Castillo y el colombiano Jorge Pérez.

Alejandro refirió sentirse alegre por tener un grupo que asumió el reto de interpretar a los Pied Pipers, después de que varios actores decidieron no hacerlo.

“Para los actores dejar el tabú no fue fácil, hubo algunos que no quisieron trabajar conmigo, precisamente por los desnudos. Es una obra que tiene muchos retos y el elenco que está es porque verdaderamente asumió y entendió el mensaje de lo que queremos decir”, contó.

Ahora tiene gran expectativa en Nueva York, y recordó las tres exitosas temporadas que tuvo en el teatro La Maldita Vanidad y el Festival del Presagio en Cali.

“Estoy feliz de estar en un teatro como Latea que le abrió las puertas al Clan Films, que es mi compañía de teatro por la que hemos trabajado bastantes años”, finalizó.