Debido a esta situación, se inició una serie de actividades de sensibilización sobre la participación de menores de edad en este oficio que fueron identificados además como posibles víctimas de explotación laboral infantil en este municipio.

“Es nuestra obligación denunciar este fenómeno que priva a los niños de su dignidad, los aleja de la escuela y perjudica su desarrollo físico, psicológico y social. 

“Solo si asumimos el compromiso de manera conjunta: Estado, familia y sociedad, lograremos garantizar los derechos de estos niños, niñas y adolescentes”, señaló Adriana González Maxcyclak, directora (e) del Icbf. 

Dentro del proceso que adelantó el Icbf, comprobó que un niño más de los identificados trabaja en la plaza de mercado del municipio. 

Y aunque se verificó que los otros 76 niños no ejercen algún tipo de trabajo infantil, todos fueron vinculados al programa Generaciones con Bienestar, donde desarrollarán actividades que permitan minimizar el riesgo de ser vinculados a las actividades propias de la minería. 

En un comunicado, el Instituto agregó que al menos 400 padres de familia y docentes de la institución educativa Martín Pomala del municipio estuvieron en la jornada donde se hicieron talleres preventivos sobre trabajo infantil.

A través de este trabajo se logró además hacer visitas domiciliarias a las familias de estos 111 niños para la verificación de sus derechos.

“Se obtuvo el consentimiento informado que autoriza la valoración, la intervención y el seguimiento a los niños, niñas y adolescentes que tienen sus derechos amenazados y vulnerados”, reza un aparte del informe presentando por el Icbf. 

Por último, el instituto hace referencia a que en Ataco pueden acudir al Centro de Desarrollo Infantil (CDI), con capacidad para 120 niños y niñas menores de cinco años, entre otras ayudas como hogares comunitarios para atender a los trabajadores que se dedican a la minería artesanal.