Coyaima: el templo de la chicha ancestral

Crédito: Suministradas / Gobernación del Tolima / EL NUEVO DÍAMunicipio indígena del Tolima.
Los coyaimas habitaron libremente los territorios de lo que hoy son Coyaima, Natagaima, Ortega, Chaparral y San Antonio. Pertenecen a la etnia de los pijaos, la cual dominó toda la región del Tolima y algunos territorios aledaños.
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Su nombre, que viene del ‘tierra del [cacique] Coya’, es preservado aún por los reductos indígenas en Coyaima, a un costado derecho de la Cordillera Central.

En 1608, luego de la derrota de los pijaos a manos de los españoles, el conquistador Juan de Borja y Armendia fundó un poblado indígena que se llamó Nuestra Señora del Carmen de Coyaima. La fundación se oficializó el 29 de marzo de 1621; no obstante, en agosto de 1778 Domingo Pinto, José Capera y Juan Sánchez, todos de origen aborigen, reubicaron el entonces caserío al lugar que hoy ocupa en el margen del río Saldaña.

El 10 de septiembre de 1857, todo el poblado fue reducido a cenizas en un incendio, en el cual falleció el párroco Manuel Antonio Suárez. El pueblo se reconstruyó y el 21 de febrero de 1863 la Asamblea del Tolima lo elevó a la categoría de municipio. Al ser uno de los lugares con mayor población indígena del departamento la conservación cultural y la lucha por la tierra ha sido fundamental. Desde entonces la llamada ‘cuestión agraria’ está en el centro de los conflictos del municipio.

TOLIMA

El primero de mayo de 1931, un grupo de indígenas que luchaban por la preservación de su territorio se tomaron Coyaima a la fuerza y realizaron un sóviet, también llamado concilio o consejo obrero de trabajadores, en el cual buscaron nuevas formas de recuperar la propiedad sobre la tierra. El nombre de Ismael Diógenes Contreras, quien organizó todo el evento, quedó en la historia de las luchas agrarias del país.

La importancia del Río Saldaña para la red hidrográfica de Coyaima es fundamental. A este afluente se suman quebradas como Meche, Chenche, Totarco y Coyarcó. La represa de Amayarco hace parte del dificultoso proyecto del ‘Triángulo del sur’, la promesa de hace más de tres décadas, aún incumplida, de contar con agua para regar cultivos de pancoger y otro cultivos en Coyaima, Natagaima y Purificación.

En su escudo tiene un lugar destacado el maíz, principal renglón de su economía, seguido por el algodón y el arroz. 28 mil indígenas pertenecientes a la comunidad de pijaos viven en Coyaima. En su cosmovisión, que se ha ido mezclando con ideas occidentales, el mundo se compone de varias capas, en las cuales interactúan fuerzas sobrenaturales. Tanto la patasola como la madremonte son parte de su tradición oral.

En la bandera roja, blanca y verde de Coyaima están simbolizados la sangre derramadas por los indígenas en la Conquista, la paz con que hoy viven y la fecundidad de sus famosos cultivos de plátano y cachaco: cada ocho días salen de Coyaima cerca de 300 toneladas de esta hoja hacia la capital del país.

La producción de artesanías, canastos y sombreros es otra importante fuente de ingresos para las familias coyaimunas, gracias al rico arraigo cultural que tiene en el municipio, uno de sus fortines allí. En cuanto a su gastronomía, Coyaima es, principalmente, la cuna de la chicha en el Tolima, una bebida milenaria con la que las comunidades indígenas comparten sus alegrías y tradiciones ancestrales.

Credito
Camilo Jiménez

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