Ceniza: cerámica artística

Crédito: Suministrada / EL NUEVO DÍAValentina Giraldo Rangel y Laura Daniela Niño Jiménez, gestoras de Ceniza.
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Se aviva la tradición artesanal de la región desde la visión de los jóvenes.
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Enlazar colores tierra, que aluden al lugar de donde nace la materia prima con tonos pasteles y el modelado de elementos vibrantes solo lo hace Ceniza.

El colectivo por medio de un acercamiento sensible al arte preserva la tradición y exalta el valor de la cerámica con toques contemporáneos que confiere al trabajo hecho a mano además de la pintura. 

Sus gestoras son cuatro jóvenes residentes en la ciudad que se forman en las artes, Laura Niño Jiménez, Valentina Giraldo Rangel, y las exintegrantes pero amigas, Laura Barrera Sierra y Jessica Vargas Avendaño, quienes decidieron trabajar conjuntamente para acercar el arte a las casas, los restaurantes entre otros lugares que frecuentan las personas.

Buscando romper fronteras con estos productos, se han desligado un poco de la academia y con los conocimientos adquiridos en los diferentes talleres de cerámica, fueron partícipes de otros espacios para perfeccionar e innovar.

Pues, después de varias vajillas cuartiadas, no conseguir el modelado deseado, resultados fallidos después de retirado el objeto del horno entre otras imprecisiones, aprendieron que: Pieza por pieza se trabaja con cuidado, y como si de una preparación química se tratara conlleva precisión para aprovechar los materiales que da la tierra y elaborar cerámica utilitaria como artística que manifiestan la inspiración de estás gestoras o sus solicitantes, pero que en definitiva plasman toda una cultura.

En el 2019 con su primer contrato con el restaurante de comida peruana, Pachas, dieron a conocer su arte a un gran número de personas y con la buena ‘espalda’ además de  disciplina mantienen vigente su colectivo y llegan a otros territorios. 

En retrospectiva, los integrantes de su familia no son tan cercanos a las artes como ellas lo fueron en la escuela. Eran las niñas de los dibujos al igual que carteleras bonitas, lo que las ligó sin pensarlo a esta profesión. 

Sin embargo, para ellas el apoyo materno fue y sigue siendo incondicional en todo las etapas formativas, creativas y de emprendimiento a partir de las artes, las cuales a pesar de los años siguen lidiando con una carga social que en diferentes ocasiones las invisibiliza como también le quita valor a lo que aprendieron a hacer y afinando sus sentidos han perfeccionado. 

Compartir y seguir aprendiendo de la grandeza de esta tradición que solo sigue vigente en territorios específicos las incentiva a impartir talleres de cerámica a grandes y chicos, quienes además de experimentar sensaciones nuevas con un arte al que no es fácil acceder, se van satisfechos por el trabajo que con delicadeza y confianza en sí pueden lograr sus manos.

Procesos emblemáticos 

Laura Niño, además de trabajar con cerámica, teje en crochet y fibras naturales, estos elementos los mezcla con los que moldea la arcilla, por otro lado, Valentina Giraldo que está interesada por lo visual desarrolla proyectos de muralismo, ilustración y pintura. 

Asimismo, están por culminar su trabajo de grado, sin embargo, vienen elaborando una vajilla personalizada para un restaurante de Girardot, además, seguir trabajando con constancia y amor por lo que les apasiona corrobora el interés que tienen por llevar Ceniza a otro nivel, pues quieren ver la marca en grandes empresas como Homecenter y contribuir con la generación de empleo a personas que estén dispuestas a moldear desde el corazón.

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Credito
Redacción Cultural / EL NUEVO DÍA

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