Los empresarios del Tolima prefieren no hablar de una “crisis” en el sector textil - confección de la región, pero reconocen que lo anunciado por la Cámara Colombiana de la Confección (CCCyA), es una realidad (ver recuadro).

Julio César Mendoza, empresario y directivo de la Corporación Moda del Tolima (Cormoda), dijo que “el Departamento no es ajeno a la problemática que enfrenta el sector” en el país.

Para él y otros empresarios como Pablo Emilio Artunduaga, gerente del Grupo Carolina, el contrabando presente en Ibagué y el Tolima pone en riesgo los más de 11 mil empleos que genera el sector textil - confección en el Departamento.

Si bien no existe una cifra exacta acerca de cuántos puestos de trabajo se han perdido en la región en lo corrido de 2017, es seguro que sí se han registrado recortes.

Jairo Alonso Arias, gerente de Confecciones Leader e integrante de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Ibagué, dijo que este año debió de adelantar recortes de personal debido al ‘bajón’ que han presentado sus ventas.

No sería el único. La reducción en el número de facturaciones ha impactado a todas las empresas del sector, de acuerdo con Julio César Mendoza.

“Muchos de nuestros asociados a Cormoda, quienes tienen marcas propias han visto disminuidas sus ventas en el primer semestre”, dijo.

Asimismo, aquellas empresas que venden el denominado ‘paquete completo’ a marcas reconocidas en el país y almacenes de cadena “han visto una reducción en las órdenes de compra”.

Los males del sector

En opinión de todos los empresarios consultados, uno de los asuntos más graves para las empresas del sector, es el contrabando.

Para los empresarios, el Gobierno nacional debe dar “una lucha abierta y fuerte al contrabando”, tanto “el técnico, vía subfacturación; como el abierto, que está llegando e inundando los comercios informales de las ciudades y hasta algunos comercios formales”, indicó Mendoza.

Por su parte, Jairo Alonso Arias, dijo que las medidas adoptadas referentes al contrabando “siguen siendo pequeñas porque el volumen del ingreso de mercancías y materias primas es muy alto”.

Según él, para las empresas formales como la suya resulta imposible competir con la informalidad de las organizaciones que compran materias primas a muy bajo costo en el exterior.

“Estamos viendo que la competencia cada vez más se vuelve más crítica y los márgenes de rentabilidad para la empresa son más bajos”, agregó.

Entre tanto, Pablo Emilio Artunduaga opinó que la política arancelaria actual debe ser ajustada “porque con un arancel mayor se protege la industria y se genera empleo”.

Si bien, reconoció que esta “protección” no es indefinida, sí puede estar activa mientras las empresas emprenden procesos de reconversión industrial y se hacen más competitivas.

En cuanto al asunto de aranceles, Mendoza señaló que “no nos pueden poner a competir con un arancel del 15 por ciento sobre el valor del producto importado y simplemente dejar unos umbrales sobre los cuales nos siguen inundando con esos productos”.

A esto hay que sumarle, coincidieron los empresarios, las subvenciones que hacen los otros países a la industria textil, lo cual pone en desventaja a la colombiana y la de la región.

“En Quiebra”

Edwin Salazar, presidente de la CCCyA, señaló esta semana que la industria de la confección textil en el país se declaró en quiebra, debido a que en lo corrido de 2017 se han perdido entre 50 mil y 60 mil empleos directos y tiene pérdidas acumuladas de cerca de cinco billones de pesos por cuenta del contrabando. Para este gremio, los cambios adelantados por el Gobierno nacional a los aranceles, ha impactado el sector porque “privilegia los productos importados” sobre los nacionales.

Dato

El Presidente de la CCCyA dijo no entender por qué el Mincomercio bajó el arancel de 30 a 15% en noviembre de 2016.