En 1964, Nelson Castro Célis llegó a Ibagué con ganas de emprender. Montó un comercio de textiles, y después de unos años de crecimiento empresarial llegó a tener 25 negocios en la ciudad que empleaban a más de 600 personas.

Hoy, el pereirano que adoptó Ibagué es uno de los empresarios más respetados en el sector comercial.

A sus 79 años, nada le impide ir a su oficina y hacer negocios, atender sus empresas, pero dice que ya se acerca su retiro, y pensando en ello en dos años cedería todo el liderazgo de su actividad comercial a su hija.

EL NUEVO DÍA habló con el empresario sobre su percepción de la economía de la ciudad y el futuro de la misma, también se refirió a su vida empresarial y el camino que recorrió para llegar a ser quien es.

¿Quién es Nelson Castro, cuéntenos de su vida, cómo se formó como empresario?

Nací en Pereira, fui criado en Cali, pero soy ibaguereño. Aquí llegué como a los 23 años, teníamos unos negocios en el Valle del Cauca y miramos que Ibagué era una ciudad con proyección y decidimos abrir un negocio, el primero se llamó Mercantil del Tolima (comercio de telas).

Después empecé a agrandar mi capital, crecimos con negocios de adornos, incursionamos en la línea hotelera, teníamos más o menos tres hoteles. También tuve negocios en el sector de la ganadería en el Valle, y en los últimos años entré al tema de la construcción.

¿Cómo lo ha acogido la ciudad?

Soy un comerciante que lleva en Ibagué 56 años, llegué a una ciudad que se ha manejado supremamente bien conmigo, soy un agradecido. En un punto tuve 25 negocios aquí, y la gente me ha correspondido ciento por ciento.

Las cosas de la vida es que uno sube y tiene que empezar a bajar, y ya llevo 10 años desmontando unos negocios porque llega un punto en que se tiene que buscar la estabilidad para empezar a descansar.

El conflicto armado lo obligó a salir del país, ¿qué pasó en esa época?

Hace 15 años tuve que irme de Ibagué a vivir a Panamá, y venía cada mes y medio a dar cuenta de los negocios, era muy delicado vivir en Colombia.

La presión era por parte de la guerrilla y los paramilitares, pues en un tiempo mi esposa, mi hija y yo andábamos con cuatro escoltas cada uno, eso era muy aburridor.

¿Está pensando ya en un cambio generacional en su empresa?

Mi hija (Sandra Milena Castro) vivió en Panamá 13 años, hace dos la traje para que me ayude aquí en los negocios, y mi señora (Miriam Lozada) es incansable, mantiene pendiente de todo.

El relevo generacional está en mi hija, tanto que por eso he ido mermando los negocios, porque le quiero dejar más que todo empresas rentables y fáciles de manejar. Porque el comercio es muy bueno pero se necesita mucha continuidad, y en sí es muy esclavizante.

¿Cuál cree que ha sido la clave de su éxito en la región?

Pensar en Ibagué, darles buenos precios a los clientes, calidad, y ser ejemplo de trabajo. Hace 20 años llegamos a tener 656 empleados, yo era de las personas que más daba empleo en la ciudad, hoy en día hay empresas muy grandes que dan el doble o el triple.

Hablando del tema laboral, ¿por qué la ciudad sigue teniendo una tasa tan alta de desempleo?

El problema del desempleo no solo es en Ibagué, es en toda Colombia, falta una mayor estructura de país y de gobierno.

Evidentemente usted tenía espíritu de comerciante, pero cómo aterrizó ese talento.

Inicialmente el punto fuerte mío han sido los almacenes, sino que uno ya comienza a dar con otros negocios viendo si son iguales o más productivos. Después de tener 25 empresas ahora solo tengo seis (risas). Textiles La Tercera, Esquina Textil, Almacén El Adorno, Hotel Nelson, Hotel Ambeima y Nelson Castro y CIA S.A (inmobiliaria).

¿Bajo qué valores fue formado?

Mi padre murió estando yo muy joven, fue mi madre quien me enseñó a ser muy honrado y honesto con la gente.

¿Cuál es su opinión frente a las políticas en la ciudad y la región con el empresariado?

Aquí siempre carecemos de muchas cosas, y tienen que ver los presupuestos, tanto en Alcaldía como en Gobernación son cortos. Se quieren hacer muchas cosas pero si no hay un presupuesto importante es complicado.

¿Cuál cree que es el principal descontento de Colombia con el actual gobierno?

Lo que pasa es que el Presidente inició sin apoyo de los congresistas, es difícil gobernar así, y su gabinete también no lo respalda.

¿Qué necesita el empresariado tolimense para tomar un nuevo aire?

Sería muy importante que nos dieran los alivios tributarios, eso traería mayor inversión, por ejemplo, en Venadillo los hay y se están yendo las compañías de aquí para allá. Hay que mirar cómo la Administración puede colaborar con las empresas que estamos en Ibagué, sobre todo en el sector industrial.

¿Perteneció muchos años a la Cámara de Comercio de Ibagué, cómo la ve ahora?

Lo están haciendo bien, pero es que todo va a la medida de los presupuestos, cualquier empresa sea del Gobierno o particular, si tiene buenos presupuestos puede trabajar.

¿Cómo ve el desempeño de los gremios económicos?

Lo están haciendo bien, pero es que la crisis económica es a nivel nacional y mundial. Hace unos días fui a Miami y encontré locales desocupados en determinados puntos porque nunca iniciaron operación.

¿Qué le espera a Ibagué para los próximos años?

Yo le veo mucho futuro a Ibagué, de tres a cinco años con la vía a Cajamarca, con el túnel, además de potenciar la cercanía a Bogotá, será de las ciudades de Colombia que va a despertar económicamente.

¿Qué consejo le daría a quien quiera emprender?

Ser persistente, Ibagué va a ser un emporio de grandeza, porque somos el centro del país y están las oportunidades.

¿Cuántos empleos genera actualmente en sus empresas?

Ahora tengo aproximadamente 110 empleados.

¿Con qué capital inició sus empresas?

Empecé fue con los bancos, siempre he estado muy agradecido con ellos, me dieron la oportunidad al principio y todavía me la dan.

¿Cuál es su hobby?

Toda la vida me ha gustado la pesca, anteriormente iba a los Llanos Orientales una o dos veces al año a practicar, ahora voy por aquí a ríos cercanos.

¿Ya piensa en el retiro?

Voy a trabajar uno o dos años más mientras la hija se acopla, y ya después a buscar el descanso. Todos subimos y bajamos, pero lo importante es bajar aliviados (risas).

Dato

Una de las cosas que más enorgullece a Castro son los 64 reconocimientos que le han sido entregados en más de cinco décadas de trabajo en Ibagué.