La Unidad de Análisis enviada por la Secretaría de Salud del Tolima, se encargó de evaluar las posibles fallas en el servicio, las fallas en la notificación tanto al sistema de vigilancia como a la notificación a estas entidades que vigilan los derechos de los niños, tanto al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, como a la Comisaría de Familia.

En su momento, la directora General del Icbf, Cristina Plazas Michelsen, aclaró que la niña no se encontraba en ningún hogar sustituto de la Entidad. Pero, sí, estuvo hasta diciembre del año pasado en el Centro de Desarrollo Infantil, ‘Jardín de Mis Sueños’ de Armero Guayabal.

Dicho centro es administrado por un operador contratista y es supervisado por el Icbf. Además, se supo que a los niños les piden un certificado médico para ingresar al CDI e igualmente les hacen seguimientos nutricionales. ¿Lo hicieron?

Es importante recordar que la niña estuvo en mayo de 2016 en el hospital de Líbano donde evidenciaron signos de maltrato y un mal estado de su salud. ¿Por qué en el CDI no evidenciaron el mal estado de la niña?

El alcalde de Armero Guayabal, Carlos Escobar, dijo a noticias Caracol: “Yo como alcalde nunca supe que la niña estuviera siendo maltratada, lo que sabemos todos, es que desde el año pasado se había entregado a una madre cuidadora, pero nunca hubo un reporte oficial al Alcalde”.

Y agregó: “Ella (la comisaría) adujo que no tenía conocimiento que la niña estuviera siendo maltratada”, aseguró el mandatario.

Sandra Torres, secretaria de Salud del Tolima, manifestó: “Hay problemas en el reporte al sistema de vigilancia, hay problema en el seguimiento de la menor en cuanto a los controles del seguimiento de desarrollo y problemas en la red, porque en el momento que ingresó la niña al Líbano había una contra remisión para cirugía plástica”.

Para el diputado Jorge Duque, en el caso de Sara: “Hubo ausencia estatal por siete meses”.

Según Duque, la Comisaría de Familia tuvo contacto con la niña por última vez en septiembre de 2016”.

Por parte del CDI, la tuvieron hasta diciembre del año pasado y según Torres, ellos no reportaron signos de violencia.

Desde de que el hospital de Líbano identificó el problema notificaron al Icbf, pero como era competencia de la Comisaría de Familia no hubo un seguimiento. Además, no reportaron a otras entidades como la EPS.

Por lo anterior, algunas de las conclusiones de la reunión fueron: fortalecer los procesos de vigilancia y temas de prevención como control y desarrollo, desnutrición y planificación familiar, entre otros.

Se debe fortalecer la calidad de dato que se reporta. Por ejemplo, durante 2014, 2015, 2016 y 2017 el hospital de Armero Guayabal sólo ha reportado dos casos de violencia sexual, al Sivigila y en la visita de campo y por RIPS aparecen 10 casos.

Sin capturas

Hace seis días murió ‘Sarita’ en el hospital Federico Lleras Acosta y todavía no hay capturas de los culpables.