Sicarios asesinan a pareja de esposos

ANDRÉS PÁEZ - EL NUEVO DÍA
Una patrullera se enfrentó con el presunto sicario junto a su compañero y tras unos minutos de intercambio de disparos en el barrio Pueblo Nuevo atraparon al sujeto, natural de Cali.

Carlos Eduardo Castro Trujillo y su esposa Luz Alejandra Fiquitiva Jiménez, fueron acribillados al frente de la iglesia de la Virgen de El Carmen, en la carrera Quinta entre las calles 18 y 19, por donde se movilizaban en una camioneta negra KIA. Los dos presuntos sicarios fueron detenidos por la Policía con apoyo de la comunidad.

A las 9:20 aproximadamente inició todo. Cuando el arquitecto manejaba el carro dos hombres los interceptaron en una motocicleta de alto cilindraje y el pasajero inicialmente dispara tres veces contra el vidrio de la puerta de Fiquitiva Jiménez, quien iba como acompañante, y luego hace otros cinco contra el panorámico y algunas de las balas impactan a Castro.

Los delincuentes se fueron en dirección a la calle 15 subiendo por la carrera Quinta y van al barrio Pueblo Nuevo cerca a la Vieja Enramada.

Mientras las policías seguían a los sospechosos, en el lugar la comunidad se acercó para ayudar a los heridos que fueron llevados a la clínica Ibagué donde murió inicialmente la mujer y horas después Castro.

El coronel Jorge Hernando Morales Villamizar, comandante de la Policía Metropolitana de Ibagué, le dijo a un medio radial que la primera patrulla en reaccionar fue el Cuadrante 15, una pareja conformada por un patrullero y la patrullera Lina Paola Castañeda.

“Una heroína que en un intercambio de disparos pudo neutralizar al sujeto”.

La uniformada a la que el oficial hace referencia se encontraba en una azotea de una casa donde y con su compañero en la parte baja enfrentaron a un hombre moreno que buscó escapar por la parte posterior entre el barrio Pueblo Nuevo y la sede de la Quinta División del Ejército, de donde también salieron los militares que estaban atentos, por si el individuo intentaba ingresar al área de ellos.

Al sitio llegaron muchas patrullas con uniformados, ya que fueron varios los disparos que se escucharon en el lugar. En medio de la tensión y el susto, algunos transeúntes se detenían y los residentes evitaban salir de sus casas ante la solicitud de algunos agentes para entrar y coger al individuo que ya estaba herido.

Luego de varios minutos entre un grupo de patrulleros y suboficiales sacaron al sospechoso herido y lo subieron a una patrulla de la Policía, que lo llevó a la unidad de urgencias de la clínica Tolima, su estado es delicado.

EL NUEVO DÍA a través de fuentes judiciales supo que hace un mes hubo una amenaza, pero aún no es claro a cuál de los dos. Otra hipótesis que se maneja es una posible extorsión. Sin embargo, el modus operandi no es el que habitualmente usan dichas bandas.

No era el sujeto

Los policías siguieron a un hombre que se movilizaba en una moto DT y algunos testigos contaron que sobre la avenida Guabinal entre la Octava y Séptima etapa del Jordán, el individuo pasó sobre el separador y escapó.

Sin embargo, con el apoyo de algunas personas lo ubicaron en el parqueadero del centro comercial Multicentro, donde lo atraparon y se lo llevaron al CAI del Éxito y de allí lo trasladaron a Unidad de Reacción Inmediata URI, de la Fiscalía, donde horas después fue dejado en libertad, porque no tendría nada que ver en el hecho.

¿Quiénes eran?

Carlos Eduardo Castro Trujillo y Luz Alejandra Fiquitiva Jiménez eran una pareja de esposos que tenían siete hijos de 21, 18, 16, 13, 11, 8 y 6 años. Uno de ellos está en otro país y otros estudian en el colegio Champagnat, donde ayer en la noche esperaban a una hija de la pareja para informarle lo ocurrido.

Además, se conoció que ellos tenían una casa quinta cerca al barrio Villacafé.

Castro Trujillo, era un arquitecto que hace 17 años creó una empresa constructora en Costa Rica.

De otra parte, se supo que Castro tuvo un contrato de mantenimiento de la cubierta de los salones del segundo piso de la sede general Santander en Flandes, por un valor de 12 millones 800 mil pesos.

Credito
ANDRÉS PÁEZ

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