Falleció el joven mariachi al que le dispararon el 1 de enero en Ambalá

Crédito: SUMINISTRADA – EL NUEVO DÍADarwin Smith Vanegas Méndez, tenía 23 años.
En la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Ibagué, terminó la historia de Darwin Smith Vanegas Méndez, conocido como Felipe Vanegas, a quien de niño bautizaron como ‘El Aguilillo de oro’.
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El muchacho, que de niño imitaba al reconocido cantante mexicano Pedrito Fernández,  permaneció 20 días en delicado estado de salud, debido a un disparo que le propinaron en la cabeza a comienzos de año.

Édgar ‘Junior’, uno de los hermanos del ‘Aguilillo de Oro’, recordó que la tragedia para la familia comenzó el pasado 1 de enero, 45 minutos después de haber iniciado el Año Nuevo. 

Esa noche, según el testimonio de Édgar, Darwin Smith estaba departiendo con unos amigos en una casa del barrio Ambalá, cuando recibió una llamada. 

Al parecer, los asesinos le dijeron que saliera a la calle y cuando él lo hizo, unos cinco jóvenes venían caminando. Uno de ellos fue el que le disparó. 

“Fue un solo tiro. Se lo pegaron en el pómulo y fue letal porque comprometió gran parte del cerebro. Los ‘pelados’, todos jóvenes, de acuerdo con la investigación, arrancaron a correr y se fueron. Presuntamente la bala era de un arma hechiza, eso es lo que nos han dicho”, señaló con tristeza el pariente.  

Agregó que su hermano era una persona demasiado alegre y extrovertida. Antes de la pandemia, trabajó en Rancho Mexicano y otros reconocidos bares de la ciudad. 

En la actualidad, hacía parte del Mariachi Vargas, donde interpretaba la vihuela. 

Estudió música en la Escuela de Formación Artística y Cultural, Efac, y una de sus metas era ser un músico profesional. Estaba tomando clases de acordeón. 

El muchacho, era el hijo menor del reconocido músico Édgar Vanegas, líder del grupo Los Tigres de La Frontera.

 

¿Captura en 2019?

En mayo de 2019, la Policía y el CTI de la Fiscalía, informaron a la opinión pública que habían capturado a Darwin Smith Vanegas Méndez, cuando se movilizaba en su motocicleta por la avenida Ambalá. Al parecer, el muchacho tenía en su poder varias dosis de marihuana, cocaína y LSD. Respecto al tema, Édgar aseguró que su hermano nunca fue capturado. “A él no lo judicializaron porque no tuvieron cómo comprobarle de lo que se le acusaba”, refirió. 

Por su parte, espera que la investigación que adelantan las autoridades sobre el asesinato de su hermano dé frutos lo más pronto y que los responsables del dolor que enluta a la familia y al gremio, paguen con cárcel el crimen. 

Credito
Redacción judicial

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