Así fue el recibimiento en Ibagué al intendente Wilson Rojas Medina

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
Con calle de honor, alfombra roja, mariachis, torta de cumpleaños y lechona fue recibido el uniformado en el Comando de la Policía del Tolima.

Un emotivo recibimiento en Ibagué tuvo ayer el intendente Wilson Rojas Medina, quien el pasado 2 de abril fue liberado, tras 12 años y 8 meses de cautiverio por parte de las Farc.

El uniformado, quien viajó tras recuperarse en Bogotá, fue recibido con una calle de honor y en medio de aplausos en el Comando de la Policía del Tolima en Calambeo.

Rojas arribó a las 4:00 de la tarde y el primero en abrazarlo fue el coronel Wilson Mosquera. Luego caminó por la alfombra roja, mientras sus compañeros le lanzaron pétalos de rosa y lo aplaudían.

"Ha sido muy hermoso el recibimiento, no esperaba este gesto de parte del Coronel y mis compañeros policiales; se han portado a las mil maravillas conmigo", expresó el Intendente con felicidad.

Una efigie de un policía de cuadrante y 43 tarjetas de los comandantes de estación le entregó el coronel Mosquera al intendente Rojas como demostración de cariño y la emosión por su regreso.

"El sueño se cumplió, por eso la celebración de la familia verde oliva con nuestras esposas aquí presentes", manifestó el coronel Mosquera al hacer un brindis de agradecimiento y regocijo por tener al intendente  en el Comando de la Policía Tolima. "Ojalá se quede con nosotros", agregó.

El padre Roger Fernando Aroca ofreció una acción de gracias y entre plegarias y oraciones por la alegría  de acoger al intendente Rojas, señaló que "todo el esfuerzo de su familia y las personas que siempre estuvieron pendientes valió la pena".

La bienvenida continuó con la celebración de los 12 cumpleaños que el Intendente no pudo festejar en cautiverio. Además del ponqué, lo esperaba un plato de lechona que degustó acompañado en la mesa por sus padres Griselda y Victor, hermanas y otros familiares.

Al ritmo del mariachi que amenizó la celebración, el intendente Rojas bailó con varias de sus compañeras y una de las reinas del Tolima que estuvo en el recibimiento.

Charla con periodistas
Luego contestó algunas preguntas de los periodistas y aprovechó para señalar que no era bueno bailando y que estaba ansioso de volver a estar en Saldaña, el pueblo donde nació en el Tolima.

Recordó que el 26 de febrero, estando escuchando en una emisora internacional un partido entre el Atlético de Madrid y Barcelona, hubo un corte y dijeron que las Farc los iban a liberar. "En ese momento yo me había ido con mi compañero encadenado hacia el chonto, que era donde hacíamos del cuerpo; cuando regresamos  (Robinson) Salcedo nos dijo que nos iban a soltar. Luego buscamos RCN y Caracol, y fue cuando salió la noticia".

Rojas dijo que hacía 20 años que no pisaba Ibagué. En ese entonces estuvo prestando el servicio militar, seis meses en el batallón y seis meses en la base de comunicaciones de La Martinica.

El Intendente contó que a la única que le faltaba por conocer era a la niña de su hermana Carolina y que estuvo cinco días con parte de su familia en la isla de San Andrés.

"He sentido el calor de nuestra Institución y de todos los colombianos; por ejemplo, en San Andrés, que nunca había ido allá, dábamos tres pasos y la gente nos saludaba y decía que nosotros éramos unos héroes, nos felicitaban, que nos iba a ir bien", refirió.

Sobre la nueva carta del jefe de las Farc que se conoció ayer, donde Timochenko ratifica la voluntad de paz, pero aclara que no es rendición, el intendente Rojas prefirió no pronunciarse. "Nosotros somos apolíticos, no puedo entrar en ese campo", sostuvo.

En cambio dijo que "ya lo que pasó, pasó" y que "hay que seguir adelante". Entre sus expectativas está aprender a manejar la tecnología y conocer todo lo que ha cambiado en los más de 12 años que estuvo secuestrado.

"Ahorita (cuando venía para Ibagué), me tocó pasar por la pena de decirle a la azafata que me apagara el celular que me dio mi papá; en mis épocas no existían, o si existían, eran grandes y caros; hoy en día hasta los niños los manejan bien, entonces toca aprender", comentó.

El uniformado  dijo que tiene antojo de tamal, pero del que prepara su mamá. También que está ansioso de compartir con los amigos de su pueblo y disfrutar los canales de agua de Saldaña, donde se encuentra "Rango", la mascota que trajo de la selva y que mañana volverá a ver y subir a sus hombros.

Rojas dijo que su salud física y sicológica está bien, además que se quedará en Bogotá para retroalimentarse sobre los cambios que ha tenido la Policía, empezando por el uniforme que ahora usa.  "Nosotros nos quedamos en el pasado de la Policía y tenemos que llegar al futuro nuevamente", concluyó.

Credito
EDWIN BALLESTEROS

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