Un homenaje a víctimas del Palacio de Justicia

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Dos homenajes se vivieron ayer a las víctimas del Holocausto del Palacio de Justicia, en el marco del aniversario 28 de la toma protagonizada por el M-19.

Por un lado, en la Catedral Primada de Bogotá, se realizó una solemne misa que conmemoró a los civiles que murieron en los hechos, que incluyen 11 magistrados de las altas cortes.

En un altar, fueron ubicadas las fotografías de los juristas asesinados, incluido el presidente de la Corte Suprema de Justicia de entonces, Alfonso Reyes Echandía.

Allí, el apostólico, monseñor Ettore Balestrero, recordó la rectitud que caracterizaba a los magistrados muertos y afirmó que estos “mártires de la justicia ha de servirnos de inspiración”.

A la ceremonia asistieron personalidades como el ministro de Justicia, Alfonso Gómez Méndez; el procurador Alejandro Ordóñez; el Fiscal Eduardo Montealegre; así como los presidentes de las altas Cortes y familiares de los magistrados muertos.

El procurador Ordóñez aseguró que la misma se puede considerar un testimonio de que la institucionalidad no olvida a las víctimas y que las “víctimas son reconocidas, que su memoria es imperecedera”.

“La institucionalidad nunca podrá transigir a las presiones y amenazas que esta tiene. Es una fecha muy dolorosa para la Justicia, para la Patria, para las familias. Con ellas estamos”, dijo Ordóñez.

El funcionario, además, dijo que el reconocimiento por parte del Estado de hechos de tortura es un avance para esclarecer este evento. “El país lo requiere para que las heridas sanen definitivamente”.

En contra parte, los familiares de los desaparecidos del Palacio de Justicia no ingresaron a la misa, ya que no fueron invitados. Este hecho fue reprochado por su representante legal, Jorge Molano.

“Ni por la Iglesia, ni por el Gobierno. No entramos porque el Estado mantiene la actitud de negar a los desaparecidos no invitándolos”, señaló.

En cambio, los familiares de los desaparecidos y varias organizaciones de Derechos Humanos hicieron su propia conmemoración con un plantón en la Plaza de Bolívar.

Este inició con una obra teatral llamado ‘¿Y cuando vuelve el desaparecido? Cada vez que los trae el pensamiento’, en el que hombres vestidos como militares se llevaban a la fuerza y hacia la Casa del Florero, en el centro de Bogotá, a personas que tenían la cara tapada.

El homenaje también incluyó la proyección de audios de la toma y la exposición de imágenes alusivas a las víctimas.

Credito
COLPRENSA

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