La Unidad Nacional no funciona para las elecciones regionales

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
La coalición que llevó a Santos a su primer gobierno la integraron La U, el Partido Liberal, Cambio Radical y el Partido Conservador; para el segundo mandato la mayoría de conservadores quedó fuera de esa alianza.

Son pocas las peticiones que no han cumplido los dirigentes políticos de la Unidad Nacional al presidente Juan Manuel Santos en lo corrido de su segundo Gobierno.

Una fue cuando no apoyaron la reelección inmediata de alcaldes y gobernadores, luego al no reformar la Ley de Garantías y, sobre todo, ahora que no están extendiendo la coalición nacional hacia las regiones.

Son muchas las razones por las que la petición no funcionó. La primera es que la dinámica de las elecciones regionales no es la misma para las nacionales, porque priman los intereses locales, que tienen poco peso en las discusiones de país.

Los liderazgos locales llevan a que los dirigentes se aferren al poder, al punto de que ese deseo quede encima del deseo presidencial, incluso cuando este se manifiesta en una orden, como lo hizo el mandatario en febrero, cuando expresamente pidió a los jefes de los partidos que fueran unidos a las urnas.

La coalición que llevó a Santos al primer gobierno la integraron La U, el Partido Liberal, Cambio Radical y el Partido Conservador; para el segundo la mayoría de conservadores quedó fuera.

La capital

Ahora la ruptura parece definitiva. Por ejemplo en la capital del país, donde la aspiración es quitar la Alcaldía Mayor a la izquierda, la unidad nacional está dividida.

Rafael Pardo, ministro de Trabajo en el primer gobierno Santos, solo ha logrado el apoyo del liberalismo y del Partido de la U (con reparos), con lo que ya inscribió su candidatura.

El otro aliado de la unidad, Cambio Radical, está dividido, porque un sector quiere irse con Pardo, pero el grupo de Carlos Fernando Galán, candidato hace cuatro años a la Alcaldía y mayor fuerza política en la ciudad, apuesta a Enrique Peñalosa, quien se inscribiría por firmas.

El aterrizaje de Peñalosa en mitad de la campaña partió a la coalición del presidente, por eso Cambio Radical sigue sin definir su carta.

Es tal el golpe de opinión que despierta Peñalosa, que hasta el copresidente de La U Roy Barreras alcanzó a proponer una encuesta (para el 15 de agosto) en que se definiera quién debía ser el candidato, como si la convención de su colectividad, que avaló a Pardo hace unas semanas no bastara. El partido se le vino encima y dejó en firme la candidatura original.

La campaña a la Gobernación de Cundinamarca sería una de las pocas en que sí funcionaría la unidad. El candidato Jorge Rey lleva el apoyo de Cambio Radical y La U y está próxima a concretarse el del liberalismo, aunque un sector, el del exprecandidato Joaquín Camelo, se fue con la exsenadora Nancy Patricia Gutiérrez, quien irá por firmas, y el apoyo del Centro Democrático.

Otros departamentos

La situación en Antioquia es similar o peor que en Bogotá. En Medellín, por ejemplo, el liberalismo lleva candidato propio: el exsenador Eugenio Prieto, quien salió en diciembre del Congreso para aspirar a la Gobernación, pero al final cambió su aspiración. Cambio Radical y La U apostaron al candidato por firmas, Gabriel Jaime Rico, quien ha venido repuntando en las encuestas.

Pero situación distinta habrá para la Gobernación de Antioquia. La unidad nacional se está agrupando alrededor del cuestionado Luis Pérez Gutiérrez, quien sí va con el liberalismo, Cambio Radical y La U.

En Valle del Cauca las cosas están rotas en ambos frentes. Tanto para la Alcaldía de Cali, como para la Gobernación la unidad irá dividida. Al segundo cargo La U llevará a la exsenadora Dilian Francisca Toro, mientras que el liberalismo se va con Jorge Homero Giraldo. Los rumores señalan que la mayoría de Cambio Radical irá con Toro.

Para la Alcaldía de Cali, La U se fue con el exvicepresidente Angelino Garzón, y el liberalismo tiene a su propio aspirante: Roberto Ortiz.

En el Atlántico se repite la tendencia. La unidad funcionará para la Alcaldía de Barranquilla, en donde Alejandro Char es casi ganador anunciado, porque tiene el apoyo incluso del Centro Democrático. La situación para la Gobernación está por resolverse, porque la idea es llevar un candidato único, para lo que se está consolidando el exgobernador liberal Eduardo Verano de la Rosa, quien disputaba la postulación con Jaime Pumarejo.

Y en el Tolima...

 En el caso de la Gobernación, la unión del liberalismo con Cambio Radical, en torno al nombre de Mauricio Jaramillo Martínez, y la firma del Pacto de Perales, con apoyo de la U (Jaime Yepes) y parte de los conservadores, ha visto perder a integrantes como el excongresista Hernando Cárdenas, quien está en las filas del candidato conservador, Óscar Barreto, en una alianza que pretende recuperar también para los azules el segundo bastión del Tolima, Espinal.

Incluso, parte de La U, es decir la línea del representante Carlos Edward Osorio, se rumora estaría más cerca de Barreto. También, en las próximas semanas se espera que Centro Democrático defina si va hasta el final con su candidato Francisco Mejía o enfila baterías alrededor de los conservadores, lo que haría modificar la balanza electoral en la región.

En el caso de Ibagué, las principales fuerzas de la coalición de la Unidad Nacional y la maquinaria local rodean al candidato Jhon Ésper Toledo, avalado por Cambio Radical, sin embargo en una encuesta nacional la intención de voto sería para un aspirante Independiente, condición que encarnan a la fecha Guillermo Alfonso Jaramillo y Ricardo Ferro. 

Credito
COLPRENSA

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