En esa época, el ministro Lizarralde citó a una rueda de prensa y mostró a los medios una comunicación que le llegó de forma anónima y aseguró que Robledo era una persona con una “moral relativa”, porque supuestamente estaba llamando a los sindicalistas a aliarse con ladrones.
Todo el desencuentro entre ambos llegó a los estrados judiciales y la Corte falló ahora a favor de Robledo, asegurando que Lizarralde descontextualizó las palabras del senador para afectar su buen nombre. Esto, además, utilizando una grabación cuya legalidad se desconoce.
“Para descalificar el carácter del Senador Robledo ante la opinión pública, el ministro Lizarralde no utiliza la información disponible, sino que hace una presentación selectiva, descontextualizada y contraria al fin que expresa y repetidamente le atribuyó, de forma clara e inequívoca, el emisor. Por tanto, divulgó información inexacta y presentada fuera de contexto, en términos que sin duda interfieren en la reputación pública, ética y jurídica del accionante”, señaló la Corte.
Esto por cuanto tomó algunas frases de la conversación de Robledo con sindicalistas, que dejaron al senador como diciendo que estos debían aliarse con corruptos.
La Corte dijo que acusaciones de comportamientos antiéticos o contrarios a la moral, si bien forman parte de la deliberación pública, tienen una alta potencialidad de menoscabar el buen nombre de las personas por los que los pronunciamientos de las autoridades públicas “deben sujetarse a la máxima prudencia pues no solo se le confía la veeduría sobre el interés general, sino también el respeto, la protección y la garantía de los derechos fundamentales de las personas”.
Por último, la Corte advirtió a los servidores públicos con responsabilidad política que en el futuro, “se abstengan de hacer alusiones descalificatorias de opositores políticos a partir de grabaciones cuya licitud puede estar en duda y que no han sido objeto de verificación”.
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