“En 2016 tendremos más hectáreas sembradas que en otros años”

COLPRENSA – EL NUEVO DÍA
“Sólo se han sembrado 600 mil nuevas hectáreas en 20 años y de ahí surge la meta de sembrar un millón de hectáreas en los próximos tres”. Iragorri.

El reloj que lleva en su muñeca izquierda el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, está adelantado 15 minutos más que la hora real. Dice que lo hace para estar siempre a tiempo en sus actividades y no perderle pista a sus compromisos.

Y sin duda su reto nuevo al frente de esa cartera, ‘Colombia Siembra’ le obliga a que los tiempos previstos para ese programa se cumplan, de manera que se puedan sembrar un millón de nuevas hectáreas en los próximos tres años.

El plan de cómo hacerlo ya lo tiene previsto; lo relata con certeza de qué lograra el Gobierno y dice que el campo colombiano volverá a ser realmente muy productivo.

Sobre ese compromiso de gobierno, el papel de su ministerio en el posconflicto y de otros temas de su cartera, habló Iragorri.

¿Cómo se estructuró el programa Colombia Siembra, que es una gran apuesta del gobierno Santos para los próximos años?

El Censo Nacional Agropecuario nos confirmó una serie de datos con respecto al abandono del sector rural del país y veníamos trabajando antes de eso con un propósito fundamental, que era buscar la forma de recuperar el concepto de la soberanía alimentaria. Revisamos estadísticas, pero reales.

La primera es qué se ha hecho en el país de 1994 al 2014 en siembras nuevas de áreas cultivadas. Sólo se han sembrado 600 mil nuevas hectáreas en 20 años y de ahí surge la meta de sembrar un millón de hectáreas en los próximos tres. El país tiene 113 millones de hectáreas rurales, de esas, 44.8 % son aptas para la agricultura, la ganadería y la reforestación, y tenemos sembradas en agricultura 7.1 millones de hectáreas. Vimos cuáles eran los productos para una dieta balanceada y vimos cuáles son los productos que estamos importando en este país, porque dejamos de sembrar.

¿Hacia dónde enfocaron el programa?

Definimos cinco líneas. En cereales estamos importando 170 millones de dólares al mes, como trigo, cebada, maíz y lo único que producimos es maíz blanco, 1.1 millones de toneladas. En el caso del arroz estamos importando el 30% de lo que necesita consumir el país. La segunda línea son los aceites, pero todos los aceites que se consumen son importados; el país tiene 500 mil hectáreas sembradas de palma de aceite y ese no la estamos consumiendo en la mesa.

¿Por qué la industria de aceites no se ha interesado en vender en el país?

Porque cuando se dio la apertura, la producción agrícola no estaba preparada para esa competencia tan difícil, que ya no era entre regiones sino con varios países. Las condiciones del mercado hicieron que la industria prefiriera productos importados a un precio muy menor que al valor de los productos colombianos.

Por eso para que este plan tenga éxito necesita un acuerdo nacional de toda la cadena, debe nacer en el productor de agricultura familiar que esté en la esquina más lejana del país y debe pasar al comercializador, al transformador del producto inicial, ponerle valores agregados y finalmente al centro de consumo.

¿Las otras líneas cuáles son?

En frutas y verduras estamos importando 45 millones de dólares al mes, todas ellas las podemos sembrar en el país. La otra línea es que en pescado, sin meter mariscos, importamos 39 millones de dólares al mes, cuando lo podemos producir todo en Colombia.

Otra línea que buscamos es forrajes y forestales, con forrajes meto todo lo pecuario. La última línea son las leguminosas, que son frijol, alverjas y lenteja entre otras, que importamos por lo menos 25 millones de dólares al mes.

¿Con cuál de estas líneas es más rápido empezar a tener resultados?

Si nosotros reemplazáramos las importaciones de maíz, soya y cebada, alcanzaríamos el 70 por ciento de las toneladas que está importando Colombia, pero en cuál creo que podemos encontrar resultados más rápido, es en piscicultura. Colombia tiene un gran potencial, hay una represa, de 40 que tiene el país, que es Betania, en donde se cultiva tilapia, con sólo lo que cultivamos allá, que tiene 20 mil hectáreas, somos los segundos exportadores a Estados Unidos.

¿En el tema del arroz, en el que Colombia no es autosuficiente, qué va a pasar?

En el arroz creo que en un tiempo menor que los tres años podemos ser autosuficientes, que es un paso muy importante, de todos los cultivos es el que vamos a lograrlo más rápido.

¿Y de qué depende, de mejores tierras?

Porque se mejoró mucho el tema de la productividad, porque están logrando casi seis toneladas por hectárea, porque la gente está ávida de sembrarlo, además con inversiones en agua en zonas de Meta, Arauca y Casanare, lograremos que se cultive dos veces más arroz.

¿Y en las proyecciones de este plan tuvieron en cuenta los embates del clima?

Definimos una política de riesgo agropecuario y no lo que hay hoy que es una política de desastre agropecuario, que tiene tres puntos. Los proyectos que van inscritos en Colombia Siembra, todos tendrán seguro agropecuario, un seguro para la siembra. Segundo, podemos darle cobertura de precio a la persona que siembra con una figura financiera que le permite tener una garantía mínima del precio en que va a vender su producto. Tercero, para lo que es de exportación continuar con una política que nos dio buen resultado y que es la del tipo de cambio, porque sabrá a qué precio lo hará, así garantiza la cobertura de sus productos.

¿Algo más en ayuda?

Vamos a dar asistencia técnica. Sólo hoy un 10% ha tenido acceso a asistencia técnica, lo que es un fracaso. Todas estas siembras que vamos a hacer tendrán asistencia, lo que permite mayor productividad. Vamos a promover la siembra de semilla certificada, les vamos a enviar una parte. También daremos abonos y asesoría de uso de suelos.

¿Y la financiación?

Daremos un fácil acceso al crédito, transformar el Banco Agrario y Finagro para que se permita al campesino acceder al mismo, esa es una política simple, a los gerentes se les pondrá unas metas mensuales de cumplimiento.

Colombia siembra

Los críticos dicen ya que ‘Colombia Siembra’ es mucha habladera. ¿Qué les responde?

Independiente del criterio, que es respetuoso, esto no se rebate sino con resultados, en un año hablamos, lo acabo de lanzar y miramos en un año en qué quedó la habladera. Les digo, por qué se quedaron cayados durante 40 años en que el país estaba viviendo lo que pasaba, ahora que hay una propuesta concreta, estructurada y que se lleva estudiando un tiempo importante. Yo respondo con resultados y miramos cuántas hectáreas nuevas se sembraron en este país, tengo metas por semestre. El próximo año vamos a tener más hectáreas sembradas que las que hubo en otros años.

¿’Colombia Siembra’ sí tiene asegurado su presupuesto?

Esta es una política que busca reorientar los mismos recursos que tenía el Ministerio hacia unas inversiones que den mejores resultados. Un ejemplo es el algodón, se les pagó a los productores dos millones de pesos por tonelada producida y cuando comenzó el Conpes había 85 mil hectáreas sembradas, pero hoy, 10 años después, hay solamente 12 mil sembradas y muy poca gente dedicada a esa siembra.

¿Pero entonces este será un programa muy asistencialista, de mucho subsidio?

Todos los sectores agropecuarios del mundo tienen subsidios, los presentan de una u otra manera. Dos ejemplos exitosos con Ecuador y Perú, donde nos cogieron 10 años de ventaja y cómo lo hicieron, con un programa similar a este. Hoy estamos reorientando esos subsidios, hoy no hay subsidios sin mayor productividad. Estas ayudas gubernamentales lo que buscan es mayor productividad.

¿Este programa es la cuota que le corresponde al Ministerio de Agricultura para el llamado posconflicto?

La gente estaba exigiendo por un lado que se necesitaba una política para el sector, está es una verdadera política. El posconflicto en Colombia se desarrolla en el campo, especialmente en las zonas rurales, y no sólo con quienes han levantado las armas contra el estado colombiano.

Credito
COLPRENSA

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