¿Cómo construir la paz en los territorios?

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Descentralizar la acción gubernamental, cambiar la forma de hacer política y crear nuevos mecanismos de participación local facilitarían la implementación del postconflicto. Entre tanto, las múltiples economías criminales, los grupos del crimen organizado y los fenómenos de corrupción son vistos como las amenazas más serias para la construcción de la paz.

La firma de un acuerdo de fin del conflicto se presenta como una ventana de oportunidad para quienes más han sufrido los vejámenes de la guerra, opinaron los expertos que participaron en la Conferencia Internacional ‘¿Cómo construir La Paz en los territorios? Los retos de la Paz Territorial’.

James Robinson, experto de la Universidad de Chicago, planteó cuatro interrogantes que son de suma importancia de cara a la implementación de los acuerdos.

“¿El Estado tiene el coraje y la visión para llevar a cabo esa paz territorial? ¿Qué pasa con el clientelismo que ya está buscando cooptar esos acuerdos, son suficientes los recursos y cuál va a ser la estrategia para lidiar los problemas administrativos del estado?”

En ese sentido, el general (r) Oscar Naranjo, miembro Plenipotenciario del Gobierno Nacional, indicó que para hacer viable la implementación se requiere de lo que él denomina: tres circuitos de inclusión.

“La Participación de la ciudadanía. Garantía de Derechos y libertades, donde la seguridad es clave, y una provisión de bienes y servicios que apunten a cerrar las brechas de la ciudadanía que ha tenido que vivir el conflicto”.

Naranjo advirtió que poner fin al conflicto con las Farc no significa solucionar de manera maravillosa y automática los problemas que persistirán en las regiones. Resaltó que la corrupción genera enorme desconfianza en la credibilidad del Estado de obrar con transparencia.

“Vamos a encontrar con unos territorios donde hay múltiples economías criminales que están destruyendo no solo nuestro hábitat sino también el poco tejido social que existe en esas zonas de economía criminal, para persistir no solamente en economías criminales, sino en grupos criminales de crimen organizado que realmente van a ser una amenaza poderosa para los acuerdos”.

“Coincido con el doctor Robinson en decir que cambiar la forma de hacer la política es realmente lo que dará viabilidad para que todos los colombianos actuemos con compromiso de cara a lo que esperamos sea el fin del conflicto y la construcción de la paz”.

Recursos

Frente a los recursos tras la firma del acuerdo, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, recalcó que “los beneficios de la paz van a ser enormes”. Señaló que “más que hablar del monto de la implementación de los acuerdos, lo importante es diseñar la forma en que esos recursos se van a asignar y ejecutar.

“La paz tiene un propósito de identidad territorial, tiene como gran objetivo lograr no solo que los colombianos podamos vivir en armonía, sino también que podamos dar un cambio estructural a ese modelo centro - periferia, creado en beneficios al centro y que le ha significado atraso a la periferia. Que la asignación de esos recursos consulte más y dé más prioridad a las regiones que están más atrasadas, para que en esas prioridades de cómo se reparten los recursos en el país, podamos cerrar esas brechas entre centro y periferia”, complementó.

Por su parte, el senador Antonio Navarro Wolf destacó cuatro componentes primordiales para garantizar un Postconflicto participativo. “Es fundamental un acompañamiento de la sociedad civil a los acuerdos. El segundo es la transición de la economía ilegal a la legal; el tercero, una inversión a la infraestructura con participación de la gente y, por último, dar prioridad a programas sociales”.

Juan Camilo Restrepo, exministro de Agricultura, insistió en los retos financieros que implica asumir la responsabilidad de la reparación que se establece en los acuerdos.

“No basta con que las Farc digan que no tenga plata, sino quién y cómo se va a responder por el resarcimiento de las víctimas. Hay retos institucionales urgentes y financieros que es necesario resolver para que no quedemos mal al Postconflicto”, indicó.

La lideresa de los Montes de María, Soraya Bayuelo, recordó que la paz territorial es un pacto social que necesita “educación transformadora, cristalización de la economía campesina, recuperación de las tierras campesinas sin impunidad, y paz territorial que deje atrás el clientelismo y la corrupción”.

En un segundo panel denominado ‘El reto de la construcción de confianza y la convivencia en el territorio’, se debatió sobre la importancia de los diseños institucionales para el fortalecimiento institucional mediante la participación en las regiones.

Camilo Romero, gobernador de Nariño, dijo que se necesita mayor articulación con el Gobierno central para hacer una sola causa común.

“Tiene que haber sentido de complementariedad, hay que cerrar las brechas”, aseguró el mandatario.

Por su parte, la alcaldesa de Rioblanco, Delcy Isaza, puntualizó que los procesos de implementación de los acuerdos no pueden ser estandarizados: “Necesitamos que nos escuchen y escuchar cómo planificamos en las regiones”, planteó.

“No entreguen la plata a los políticos”

En un tercer panel que trató ‘El reto de la movilización de la sociedad y la transparencia en el territorio’, Jonathan Fox, profesor de American University, enfatizó en que deben fortalecerse las instituciones existentes para la vigilancia ciudadana ante las los gobiernos municipales, por ejemplo las Juntas de Acción Comunal o los personeros, para convertirse en verdaderos contrapesos democráticos.

“No entreguen la plata de la paz a los políticos locales”, fue la petición urgente y determinante para el futuro de las regiones, del sacerdote católico Francisco de Roux al Gobierno nacional.

Según de Roux, dejar el manejo de los recursos a los partidos tradicionales perjudicará la consolidación territorial de los programas que abarcan el posconflicto, porque tanto los políticos como sus jefes “no tienen visión de largo plazo”.

“Juegan a cuatro años, al cuarto de hora de un hombre que es alcalde, concejal, o presidente y aquí se debe hacer una construcción distinta por el bien común”, aseveró.

Para el sacerdote jesuita, el oficio de los políticos es manejar los recursos de los impuestos “que pagamos todos los colombianos”, pero ahora que llegan algunos rubros con destinación específica para la paz, “lo que pido es que sea manejado por entidades de las regiones que no sean políticas”.

Por ello, su propuesta es que se constituyan instituciones mixtas, con más espacio para la comunidad. “Que sus principales figuras sean personas de mucha credibilidad en las regiones: líderes, campesinos, trabajadores, académicos, empresarios”, dijo.

Pese a la idea, de Roux no descarta la posibilidad de que haya gobernadores y alcaldes, pero que la decisión sobre el destino de los recursos “no la tomen los políticos”.

El obispo de Tibú, Ómar Sánchez, coincidió con las declaraciones de su homólogo, así como los demás participantes que ovacionaron la idea.

“Si la clase política administra esta paz, no lo vamos a lograr”, dijo. “Esto es como para un pensionado, que ya haya resuelto su vida, sus problemas económicos y no tenga intereses particulares”.

Además, insistió en que el Gobierno nacional debe tomar las riendas de la paz integralmente, pues “si cada ministerio y cada agencia llega a cumplir misiones aisladas, habrá inconvenientes”.

“El sur del Tolima va a ser una de las principales zonas de reconstrucción”

EL NUEVO DÍA: En el Tolima ya se habla de las zonas de concentración. ¿Cuántas se tienen visualizadas en el departamento?

SERGIO JARAMILLO: Aquí no puede haber confusión, una zona que se llame de concentración, de ubicación, tiene un solo propósito y es facilitar la dejación de armas de las Farc. No son zonas como ocurrió en el pasado con el Caguán o Ralito para que haya negociación, conversación; es para terminar el conflicto, de manera que son zonas mucho más pequeñas, con unos propósitos muy claros, pero cuántas serán y dónde estarán no está aún acordado.

E.N.D.: A propósito de la desmovilización de las Farc, el senador Iván Cepeda visitó el Tolima hace unas semanas y denunció que desde Ataco se estaría preparando una incursión paramilitar en Planadas para copar el territorio...

S.J.: No tengo información en ese sentido. Si bien ha mejorado bastante la situación en el Sur del Tolima, de Chaparral para abajo, pues no tengo duda de que el Sur del Tolima va a ser una de las principales zonas de reconstrucción donde habrá que hacer programas de desarrollo con enfoque territorial y muchas de las cosas que hemos acordado en La Habana. De manera que para el Tolima esta es una enorme oportunidad.

E.N.D.: ¿Cómo construir la paz en las regiones?

S.J.: Está claro que la paz no puede ser una paz que se construya en los escritorios de Bogotá, que se hace en las regiones, que eso requiere de unos modelos nuevos de cómo se relaciona el Gobierno central con las regiones, cómo es la participación, cuál es el papel de las autoridades departamentales y municipales. O sea, realmente vamos a construir un modelo nuevo porque lo que vamos a hacer ahora no lo hemos hecho nunca.

Credito
BOGOTÁ

Comentarios