El secretario de Transparencia de la República, Camilo Enciso, llamó a los ibaguereños a vetar de los ámbitos político y social a quienes por acción u por omisión dejaron perder los recursos girados por el Gobierno nacional y que fueron a parar a enriquecer manos de terceros.

Según Enciso, el país no se puede conformar con dar cárcel a los responsables del fraude sin recuperar los casi 55 mil millones de pesos que fueron girados para el desarrollo de las obras.

EL NUEVO DÍA: ¿Qué lectura se debe dar a las capturas hechas que hasta el momento dictó la Fiscalía General?

CAMILO ENCISO: Las capturas materializan el esfuerzo de la Secretaría de Transparencia por denunciar las anomalías que venían ocurriendo en los procesos de contratación conducentes a los diseños y la construcción de los escenarios de los Juegos Nacionales.

Además es una prueba de que no paga ser corrupto y que cuando el Estado trabaja de manera coordinada y armónica para identificar los actos de corrupción, tiene la capacidad de ir detrás de los responsables y lograr el funcionamiento efectivo del aparato judicial colombiano.

E.N.D.: ¿Pero llama la atención por qué aún no se ha ido detrás de quiénes serían las cabezas visibles, la ciudadanía esperaría eso...

C.E.: La Secretaría de Transparencia pidió al Comando Anticorrupción priorizar el tema de Juegos con todo lo que eso implica, ir detrás de los peces chicos, pero también de los peces grandes y de los peces gordos. Acá esperamos que las primeras capturas que se hicieron y la eventual colaboración que brinden esos capturados nos permita entender si aguas arriba, había otros peces gordos dinamizando, impulsando, cohonestando o favoreciendo a contratistas, particulares o a funcionarios para enriquecerse indebidamente; si ese fuera el caso debe actuar la Fiscalía y la justicia Penal y además tendrá que actuar la sociedad tolimense y el ibaguereño.

Y hago una invitación a la gente: declarar persona no grata a cualquier individuo, ciudadano que haya estado vinculado en estos asuntos por acción o por omisión, a veces la sanción social es más fuerte que la misma justicia penal. Hay que dar un mensaje contundente a los corruptos: que la pena social por los actos de corrupción es el ostracismo social, es el rechazo absoluto de cualquier ciudadano de interactuar con esos personajes, de vetarlos del mundo de la política, los clubes sociales, de vetarlos de las canchas de golf y de las canchas de tenis, esa es la sanción social que los ciudadanos le deben dar a los corruptos.

E.N.D.: ¿Le cae el guante a Luis H., a quien se le ve muy a menudo jugando golf en club de la ciudad?

C.E.: No estoy hablando de Luis H. (risas), pero por eso estoy diciendo que hay que vetarlos de los clubes de golf, de las canchas de tenis y de dónde sea, de cualquier espacio donde intenten participar, ignorando que aquí ocurrió algo muy grave.

Acá hay una responsabilidad jurídica, una responsabilidad política y una responsabilidad social. La gente no puede seguir siendo indolente frente al tema. Creo que a todo el Tolima le duele lo que está pasando, pero a pesar de que le duele todavía no le indigna, son dos cosas distintas. Acá necesitamos ciudadanos indignados, que rechacen de manera absoluta a estos personajes.

E.N.D.: Un ejemplo sería el caso del exalcalde Samuel Moreno. ¿Aplicaría?

C.E.: Cuando el ciudadano vio a Samuel Moreno sin esposas y lo grabó, le echó un insulto y la cara de Moreno cuando se voltea lo dice todo; no necesitamos ciudadanos groseros, pero sí ciudadanos indignados, necesitamos personas que expresen su malestar, es decir, una movilización ciudadana.

E.N.D.: Cree aún que el desfalco de los Juegos Nacionales es el mayor fraude que se haya podido registrar en la historia del Deporte?

C.E.: Es el mayor ‘elefante blanco’ y, para ser franco, me parece inaudito que ese ‘elefante blanco’ haya entrado por la puerta de atrás de la Alcaldía y que nadie se hubiera dado cuenta.

E.N.D.: ¿Y cuál es la responsabilidad de Coldeportes?

C.E.: Creo que es posible que Coldeportes, con el ánimo de sacar adelante los Juegos Nacionales, no hubiera encendido las alertas a tiempo, pero cuando el 9 de febrero de 2015 encendimos las alarmas, lo hicimos de manera coordinada. Coldeportes estaba empezando a evidenciar que realmente había una situación en la que periódicamente los encargados en los procesos de licitación a nivel territorial decían que todo iba por buen camino y nos dimos cuenta que realmente no era así.

Puedo decir en defensa de Coldeportes que en todas las reuniones que participamos tanto con el gobernador del Tolima, Luis Carlos Delgado Peñón; el director del Imdri, Carlos Heberto Ángel, y el señor Arciniegas, y en particular el señor Arciniegas, defendieron con vehemencia la idea de que las obras se podían ejecutar a tiempo, que los contratistas con quienes se podía contratar tenían la plena capacidad de ejecutar esas obras, y que además habían revisado la situación desde el punto de vista técnico y que tenían la plena tranquilidad de que las obras se podían ejecutar a tiempo.

Y en retrospectiva, lo que uno puede concluir es que el cinismo del señor Arciniegas en esas reuniones era inconmensurable.

E.N.D.: Usted ya había mencionado en una oportunidad el cinismo del abogado Arciniegas...

C.E.: Sí. Lo cierto es que él como agente encargado, conducente de sacar adelante estos Juegos, debía tener un conocimiento detallado de lo que realmente pasaba.

Lo que ha develado la Fiscalía es que el señor Arciniegas presuntamente tenía conocimiento del descalabro que se avecinaba y en vez de ayudar a solucionar el problema con consciencia, ética y civismo, buscando una salida razonable frente a los riesgos que se presentaban, hizo todo lo posible por engañar a las personas que participaron de buena fe en esas reuniones y que confiaban en la presunción de buena fe de los involucrados en este episodio.

E.N.D.: Eso excluye al exalcalde Luis H. y a Carlos Heberto Ángel?

CE: En la última reunión en la que participé advertí al Alcalde y al Director del Imdri la importancia de iniciar las acciones de repetición en contra de los funcionarios públicos que hubieran cometido errores por acción o por omisión grave y así mismo las acciones conducentes para la recuperación de los activos que se estaban invirtiendo en la construcción de los escenarios deportivos. Esos llamados fueron desatendidos.

Hoy puedo decir con absoluta tranquilidad que la oficina del Estado que más hizo para evitar este descalabro fue la Secretaría de Transparencia. La Fiscalía aceleró la marcha y estamos viendo algunos resultados, pero así como hubo diligencia y enviamos cartas a todas las entidades, las respuestas de la Alcaldía y el Imdri fueron completamente insatisfactorias: comunicaciones donde prácticamente nos decían que no metiéramos las narices donde no teníamos cabida.

Y en estas, además, criticaban duramente el seguimiento que hacía la Presidencia al desarrollo de los contratos conducentes a la conclusión de las obras.

Preguntas y respuestas 

E.N.D.: ¿Qué debe venir ahora desde la Fiscalía para los ya imputados?

C.E.: Lo que debe venir ahora son las sanciones más drásticas en contra de los responsables y la recuperación de activos. De poco nos sirve tener unas personas condenadas, tras las rejas, si no logramos recuperar la plata que está en riesgo y que estas personas, según lo que ha explicado la Fiscalía, lograron extraer el erario público para beneficiar sus patrimonios. Es de absoluta importancia para el éxito de estas investigaciones, lograr recuperar los activos y el recurso público que se invirtió para el desarrollo de esas obras.

E.N.D.: Datos de la Fiscalía dan cuenta de que uno de los involucrados sería Gloria Inés Martínez, esposa de Ivanhoe Ocampo, propietario del Grupo Concalidad y quienes habrían sido testaferros de Arciniegas. ¿Debe investigarse la contabilidad de la empresa?

C.E.: Hay que hacer una verificación de las transacciones económicas de todos los actores que pudieron tener cercanía con el señor Orlando Arciniegas y, sobre todo, de las empresas sobre las que se canalizaron los recursos e incluso de otras o particulares que recibieron pagos de esas empresas, esa es la manera en que ocurre la corrupción: se trae la plata a través de una empresa fachada que sirve para limpiar el dinero, para después canalizar los recursos y terminar después dándole el recurso a quien facilitó la obtención del contrato.

E.N.D.: ¿La Fiscalía debe ir en contra del patrimonio de las empresas con domicilio principal en España?

C.E.: Esperaríamos una colaboración eficaz en el marco de los acuerdos internacionales de cooperación judicial suscritos por Colombia.

Acá hay una coincidencia y es que hay una empresa española que es Typsa, entiendo que una de las hijas de Arciniegas está en España, que parte de los recursos hayan salido automáticamente del país, cuando los dineros de los primeros pagos debieron ser utilizados en las primeras fases de ejecución de los contratos. Eso nos genera una alerta, porque uno se pregunta ¿dónde está esa plata?, ¿dónde están los beneficiarios reales?, ¿en qué se gastaron esa plata?

E.N.D.: Le cabe sanción o investigación al curador Urbano Dos, Greisman Cifuentes, quien aprobó los diseños para la construcción de los escenarios de los Juegos?

C.E.: Sí, y eso tiene que aclararse en los estrados judiciales, pero en principio en un planteamiento hipotético de si a los curadores les cabe responsabilidad al aprobar planos de diseños de obra que quedan mal hechas, nosotros consideramos que sí y partiendo de algo, que es la aprobación de 250 planos con una celeridad anormal de unos diseños que tenían una complejidad muy grande, donde los tiempos generan dudas y sospechas.

E.N.D.: Hace unos días salió en CM& que Ibagué es una de las ciudades más corruptas del país. ¿Lo considera así?

C.E.: No hay que estigmatizar a Ibagué, ni a los ibaguereños ni a los tolimenses. Corrupción tenemos en todos los departamentos del país, desfalcos por falta de ejecución de obras públicas se ven en muchos lugares, pero creo que no hay que estigmatizar a la ciudad: la mayor parte de los ibaguereños son gente decente y proba, que se levanta todos los días para ganarse el pan con el sudor de la frente, como debe ser.