EL NUEVO DÍA: ¿El partido Conservador está apoyando el proceso de paz y el plebiscito?

HERNÁN ANDRADE: La institucionalidad del partido no ha tomado ninguna decisión y no sé si la tomen o no. Uno encuentra una división de opiniones muy fuertes entre el no y el sí; buena parte de la bancada del Senado y Cámara estamos comprometidos con el sí al plebiscito y estamos saliendo a las regiones. El expresidente Belisario Betancur envía una carta por el sí, Andrés Pastrana por el no, y Marta Lucía Ramírez sienta una posición más cercana al no que al sí.

Tengo claro como dirigente lo que significa esta oportunidad, es un plebiscito ciudadano que trasciende la institucionalidad de los partidos, y no quiero ser arrogante con el Partido, pero no creo que constitucionalmente o legalmente me puedan pedir el no cuando he sido ponente de todos los proyectos sobre paz, y es mi decisión personal.

E.N.D.: Se ha notado inconformismo en el Presidente del partido por las apreciaciones hechas contra el expresidente Pastrana de su supuesta debilidad en el anterior proceso de paz. ¿Cuál es el ambiente al interior de la colectividad?

H.A.: Es que con dos expresidentes en lados contrarios enviando cartas, imagino que el presidente del partido, David Barguil, tendrá una posición difícil de asumir, pero llega un momento en el que las cartas ya están jugadas y la negociación se va a cerrar en un mes, el plebiscito estaría por ahí en octubre, y los ciudadanos tendrán que tomar una posición histórica si acompañan o no; es un fuero íntimo que tiene que tomar posiciones, por lo tanto entiendo y respeto a Barguil.

Pero esto no solo es en el conservatismo, hay dirigentes liberales que no tienen esa aceptación y se refleja en las encuestas. Nuestra labor es no dejar crecer el no, y bajarlo lo que más se pueda para que se pasen al sí, para ganar con una mayoría legítima, porque ganar por poca ventaja deja un sabor amargo ante la opinión pública, para que así se adquiera legitimidad a los acuerdos de La Habana.

E.N.D.: ¿Ante los pronunciamientos de la guerrilla de las Farc sobre la entrega de armas y otros aspectos por resolver, el plebiscito podría dilatarse?

H.A.: A veces se magnifican las cosas; para mí hay temas por resolver como la elegibilidad, los cupos en el Congreso, que pidan perdón y den reparación al país, mirar qué nos van a entregar, y creo que no va a ser mucho o nada; la forma de constituir el Tribunal, si es el Papa, si es la corte celestial o la ONU, pero debe ser alguien que de garantías para el Tribunal; eso es lo que falta por resolver y se va a resolver, lo que pasa es que aquí la gente juega con cartas marcadas.

E.N.D.: ¿La paz se podrá firmar estando Uribe en contra?

H.A.: Aunque hay que admirar el liderazgo de Uribe, y la capacidad de poner a titubear a personalidades, ese es el éxito en su capacidad de liderazgo.

Pero qué hacemos, si un voto de Uribe que representa a cinco millones o siete millones dice que no, ¿entonces no? A Uribe se le invitó, pero dice: ‘yo sí reagendo si se le mete 150 años de cárcel a la guerrilla y si no hay posibilidad de participar en política’.

Pero el que está en la negociación llega a unos puntos de consenso con ellos, quienes están convencidos de que salen a hacer política y el pueblo colombiano los va a elegir.

E.N.D.: ¿Se dice que el plebiscito sería como una primera vuelta para las elecciones presidenciales, pero el partido Conservador va a tener candidato propio?

H.A.: Vamos a tenerlo. Hay que tratar de sanar las heridas, el partido Conservador está dividido. A Marta Lucía admiración y respeto, al igual que a Andrés Pastrana, y después del plebiscito habrá el momento de un segundo tema.

Estamos en un país polarizado y me atrevo a asegurar que en las encuestas habrá mucho liberal diciendo que no también, pero este proceso podrá traer reconciliación.

Yo tengo temores del posconflicto, conozco zonas del país muy afectadas, ¿pero dónde están los recursos para ellos? Esto tiene muchas aristas; el posconflicto es más delicado y más importante que lo que estamos viviendo.

Me le quito el sombrero al liderazgo de Uribe, que arrastra a una buena parte de la votación conservadora y después nos toca a nosotros tratar de recuperar esas bases que se roba con sus posiciones y afecta los afines de lo que piensa gran parte del conservatismo.

E.N.D.: ¿El conservatismo está cercano a la posición ideológica del procurador Ordóñez?

H.A.: Él tiene su fanaticada, y comparto las posiciones de familia, pero disiento profundamente de ver cómo se radicalizó con el tema de paz, siempre hay un argumento diferente, cada vez que sale un tema sale un problema y Ordóñez se ha ubicado en una posición bastante radical que yo difiero.

Comparto su Procuraduría, su actitud moralizadora, su visión de sociedad de familia, todos estos temas, pero no comparto como ha planteado el tema de paz donde nada es bueno, todo es oscuro y nada claro.

E.N.D.: ¿Qué presidenciables ve en el partido Conservador? ¿Estaría usted interesado?

H.A.: A estas alturas de la vida tengo que ser sensato en mis decisiones, pero lo que tenemos es gente: Eduardo Pizano de Narváez, Marta Lucía Ramírez, Alejandro Ordóñez, Mauricio Cárdenas. Hoy tiene terreno adelantado Marta Lucía, pero esperemos, lo que sí es que vamos a tener candidato, y por eso aplazamos la convención conservadora, para hablar allí del tema.

E.N.D.: ¿La Procuraduría será nuevamente conservadora?

H.A.: Esperamos que sí, porque los liberales independientes no se pueden quedar con todos los organismos de control: Contraloría con Edgardo Maya, que es Liberal; el defensor del Pueblo, Carlos Negret, que es de La U, es decir liberal; en la Fiscalía, Nestor Humberto Martínez, que es de Vargas Lleras, liberal. Debe haber visión de sociedad diferente, que los Magistrados de la Corte Constitucional de origen conservador nos mantengan esa visión, y no es sobre puestos, es un tema de visión de sociedad, aspiramos a que el Senado y Santos, a quien hemos apoyado en el Congreso, tenga el gesto de postular a una persona de origen conservadora.

E.N.D.: ¿Usted cree que el procurador Ordóñez alcanza a terminar su periodo o lo suspenden?

H.A.: Es más fácil resolver las dudas del proceso de La Habana que saber si el Consejo de Estado es capaz de fallar antes de diciembre; están buscando elegir a la mayoría calificada, pero soy bastante escéptico, es un problema interno del Consejo de Estado.

Fueron capaces de levantar la sanción a Piedad Córdoba, ahí sí corrieron, pero no han podido decidir lo de Alejandro Ordóñez; esperemos qué sucede la próxima semana.

E.N.D.: La siguiente semana es clave para el caso del magistrado Pretelt, ¿cómo está el ambiente en el Congreso?

H.A.: No puedo pronunciarme sobre el tema, lo único es que el martes vamos a escuchar a Pretelt y no creo que ese mismo día votemos, terminaremos haciéndolo días antes de terminar agosto, respetando el debido proceso, oyendo a Abelardo de la Espriella y analizando el tema de las pruebas, pero creo que la decisión será finalizando agosto.

E.N.D.: Otra vez está el tema de hacker en la campaña de Zuluaga. ¿Qué opinión le merece?

H.A.: No soy un juez, pero creo que la campaña de Zuluaga se equivocó, ellos no debieron contratar al hacker, hicieron carajadas que no debieron tras el tema de paz y obtener información. No creo que tenga responsabilidad penal Óscar Iván Zuluaga, pero esperemos que la Fiscalía obre. Llegó un nuevo testigo que será objeto de investigación y me duele por Óscar Iván, pero creo que se equivocó, y decir que todo es persecución política es una mentirilla piadosa que, en el caso particular, no la comparto.

E.N.D.: ¿Cómo analiza que el nuevo Fiscal en sus primeras de cambio ha deshecho cosas que hizo Montealegre?

H.A.: Néstor Humberto es un hombre de experiencia, pero debe poner el desacelerador a ciertos temas, él tiene el bagaje para el cargo que le pongan, hay que apelar a la sapiencia y experiencia que tiene, pero sus enfrentamientos de entrada no dejan nada, debe reflexionar y que saque adelante con su conocimiento los temas importantes allí, para dar garantías.

E.N.D.: ¿Es cierto que le va a dar paso a su hermana en la política?

H.A.: Ella fue la que inició y me lo pasó, ha sido mi compañera de fórmula toda la vida, entonces doy un paso al costado y hacemos un relevo en el Congreso si la gente lo acepta; yo buscaré otro escenario, la pregunta de cuál, nadie lo sabe; lo único que tengo claro es que he echado el ojo a dos posgrados y quiero hacer un curso de dirigencia deportiva y así buscar nuevos escenarios; mi Dios sabrá dónde terminará esta decisión de estar hasta el 19 de julio en el Congreso.

El Tolima

 E.N.D.: El homenaje que hubo a Alfredo Bocanegra y al que usted asistió, sin duda fue un evento político. ¿Será este el preludio de aspiraciones políticas futuras del Director de la Aerocivil?

H.A.: Había un sentimiento regional, y nombrar a alguien en un alto cargo genera alivio y aspiraciones, se sentía la tolimensidad, y con la presencia de Alfonso Gómez Méndez y Guillermo Alfonso Jaramillo se engalanó el acto, pero no me cabe duda que Bocanegra tiene la edad y su capacidad para no quedarse en la dirección de la Aerocivil.

El discurso que pronunció fue meramente político, en el mejor sentido de la palabra, denota su capacidad y lo veo al terminar su periodo jugándosela por la Alcaldía de Ibagué o la Gobernación del Tolima, esa fue mi percepción. El acto tenía un ambiente de homenaje y reconocimiento, pero también un tufillo de lanzamiento.

E.N.D.: ¿Cómo ha visto los ocho meses del gobernador Óscar Barreto y del alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo? 

H.A.: Hay que dejarlos jugar, ambos tienen visiones de Estado diferente, son incompatibles, pero ambos deben tener responsabilidades y unirse en determinados momentos. Cada uno tiene sus errores, pero Jaramillo tiene experiencia, fue gobernador y senador, y con el discurso de paz se acercará mucho al corazón del presidente Santos y se está acercando; Barreto también tiene el bagaje de la experiencia, un temperamento fuerte como lo conocemos y no se puede negar su capacidad y calidad.

Las diferencias no son buenas para el Tolima, ambos deben ser responsables y más temprano que tarde sentarse, porque eso no le conviene al Departamento; ambos dependen del hilo conductor del Gobierno nacional y las regiones no tienen plata para sacar adelante su Plan de Desarrollo, pero hay que ‘dejar jugar al moreno’ y esperar, aunque sí tienen que dejar a un lado las vanidades por el bien de la región.

E.N.D.: La consulta popular minera es un tema que nos tiene en el foco del país. ¿Cómo ve este proceso?

H.A.: Eso tiene mucho arraigo popular y Jaramillo juega a eso, hay que respetarle su criterio. No sabemos si es lo mejor para el país y las regiones, cambiar una política pública a base de una consulta local, pero la Corte Constitucional acaba de darles la razón, ese tema tiene de largo como de ancho, pero es una apuesta respetable que los ibaguereños resolverán, y todos no pensamos igual, que es lo sabroso de la política, tener visiones diferentes.

Controvertidas cartillas

E.N.D.: Las cartillas del Ministerio de Educación desataron una polémica. ¿Usted qué opina al respecto?

H.A.: Todo tiene su límite, yo creo que Gina se equivocó de buena o mala fe, al no supervisar, y creo que sí se fueron frases en las famosas cartillas que no dejan conformes a quienes no pensamos así, como que no se nace hombre o mujer, pero ya el país debe entrar en un cauce de tolerancia y respetar.

A la Corte se le fue la mano con la adopción de parejas del mismo sexo, hay parejas gay para las que el matrimonio no es lo sustancial y con eso estoy muy ligado al papa Francisco; pero hay que aceptar y no dar un giro al avance de tolerancia a la realidad homosexual, aunque se crea que estamos con carácter discriminatorio. Esto no debió pasar, Gina se equivocó, la Corte Constitucional no debía avalar el matrimonio homosexual porque no tenía sustento en la carta, ni la adopción de parejas del mismo sexo; pero echemos agüita al tema y volvamos al respeto por la diferencia.

E.N.D.: ¿Este escándalo de las cartillas podría tener influencia en el plebiscito?

H.A.: Hoy sí está afectando, pero como faltan cerca de 50 días, el plebiscito para mí se define en los últimos tres días, donde la gente dice: a pesar de Santos, con desempleo, de Gina con todo esto, qué hacemos, votamos o no. Por eso creo que en los últimos días se define y termina ganando el sí como un acto de responsabilidad, sin catalogar de irresponsable el no.